La búsqueda constante de la reducción de costes no es un tópico, es una necesidad. Cualquier tipo de empresa necesita una evaluación continua de sus gastos para poder optimizarlos. Pero por desgracia a menudo se recurre a atajos: reducciones de plantilla, eliminación de servicios, disminución de la calidad de los productos o sus componentes… son trampas que poco tienen que ver con la auténtica reducción de costes.
La reducción de costes no significa supresión de servicios, sino cómo hacer más con menos.
8 Consejos para reducir costes en Logística
1.- Establece objetivos y calendarios y cúmplelos
En el caso de que manejes una amplia cadena de suministro, tener establecido un mapa de cuándo ha de llegar cada pieza a su destino y contar con un proveedor que pueda cumplir tus necesidades será la diferencia entre el éxito y el fracaso.
Por el contrario, si no tienes bien trazadas tus necesidades y tu proveedor las desconoce o no se ajusta a ellas, los costes logísticos se dispararán. Cuellos de botella en la cadena de suministro, retrasos en las entregas, reclamaciones de los consumidores y gastos en atención al cliente van a ser las consecuencias inmediatas de una mala planificación.
2.- Implica a toda la plantilla
¿Cuántas veces un trabajador ha tenido la sensación de que desde “arriba” se desconocía el auténtico funcionamiento de una empresa? A menudo los puestos de toma de decisiones, cuanto mayor sea una empresa, más van alejándose de las labores del día a día. Por ello les cuesta más ver los errores o las ineficiencias que los otros trabajadores enfrentan a diario.
Tener un equipo involucrado con la empresa te facilita que los empleados tomen la iniciativa y, además de señalar los problemas, promuevan ellos mismos las mejores soluciones. A esto se suma que serán más receptivos a los planes de mejora que les lleguen desde las salas de reuniones.
3.- Evalúa la demanda que tienes
Parece algo evidente, pero a menudo se pasa por alto: ¿Qué velocidad de envío necesitan nuestros clientes?
Las empresas de transporte ofrecen, como Transgesa, gran variedad de horarios de entrega. Desde apenas algunas horas hasta 2 o 3 días. ¿Cuál quieren nuestros clientes? ¿Les estamos ofreciendo que elijan entre varias disponibles o les damos una sola opción y luego pagamos por defecto la más rápida?
Yendo aún más allá, saber del tiempo del que disponemos nos permite jugar con los volúmenes. La evolución de los últimos años está dirigida hacia la reducción de stocks mediante envíos más fraccionados, de menores dimensiones y con mayor frecuencia. Sin embargo, esto no tiene que ser obligatorio para todas las empresas y casos. Analiza si la tuya, por ejemplo, puede funcionar mejor con un envío semanal de paletería en vez de con envíos diarios de paquetería suelta. Y, si es necesario, rediseña los procesos de producción a tal efecto.
4.- Busca un proveedor que se ajuste a tus necesidades y mídelo
Si tu proveedor habitual de envíos paletizados no tiene una red dedicada de paquetería, a menudo estarás haciendo un flaco favor a ambas partes si les das este tipo de envíos. Asegúrate de que tu proveedor es solvente en los tipos de envíos que le confías.
Cada vez es más frecuente que las empresas de transporte trabajen con eficiencia varias tipos de servicio, pero una buena solución para asegurarte de que cumplen tus expectativas es crear unos medidores de rendimiento y comprobarlo por ti mismo: puntualidad en las entregas, incidencias, etc. Puede que realizar un solo envío semanal en vez de uno diario facilite el trabajo del día a día de tus empleados y, de nuevo, repercuta en una reducción de costes.
5.- Rediseña lo que produces (aprovecha el espacio)
¿Alguna vez te has preguntado por qué mucha mercancía parece encajar mágicamente en los palets? Desde luego, no es por arte de magia. El diseño de embalajes y palets con la mente puesta en la optimización del transporte es una de las técnicas preferidas para optimizar costes.
Pero pongamos que tu producto es difícil de amoldar a estas necesidades. Aún puedes echarle imaginación. Comprueba las tarifas de tus proveedores y cómo están divididas por peso o altura. Tal vez tengan un tramo desde los 400 hasta los 600 kilos y estén enviando semanalmente 450 kilos por envío, yéndote por poco a una banda de precios más alta. ¿Puedes recudir estos 50 kilos? ¿O tal vez quitarle 30 centímetros de alto? Incluso puede que logres apilar varios palets por cada base y cargar muchas más mercancía al contratar un camión.
Otra posibilidad: analiza tu almacén. ¿De cuánto espacio dispones? ¿Te permite agrupar más material para hacer mayores envíos a un mejor coste? ¿Cuánto ahorrarías en el caso contrario, teniendo un almacén más pequeño pero realizando más envíos? Analizar estas variables y sacar las conclusiones correctas te ahorrará mucho dinero.
6.- Subcontrata
En caso de duda, subcontrata. Son muy pocas las empresas que pueden llegar a ofrecer unos servicios de una calidad semejante a la que ofertan las empresas logísticas especializadas. Hay una razón por la que se dedican a ello y la economía de escala a menudo les va a permitir, además, hacerlo mejor y a un mejor coste.
Otra de las ventajas es que, automáticamente, haces pasar muchos costes de fijos a variables, dando más libertad económica a la empresa. Invertir en una herramienta informática potente para la gestión de almacén puede suponer una apuesta arriesgada para una empresa, mientras que la compañía logística subcontratada seguramente ya disponga de este tipo de soluciones.
7.- La clave, el inventario
“La diferencia entre el 20% de las compañías que lograron reducir los costes y el 50% de las que los aumentaron se debió casi completamente al rendimiento del inventario”, según recoge el estudio 2001 Logistics Cost Survey.
Esto significa que la mayor diferencia radica en tener una cadena de suministro afinada. Las compañías que suelen pecar de esto son aquellas que centran sus esfuerzos únicamente en conseguir precios más bajos de transporte, dejando en un segundo plano conceptos como el servicio, la información, la trazabilidad, la atención personalizada, la capacidad de adaptación a las necesidades, etc.
Otra razón por la que este efecto pasa desapercibido es que resulta menos evidente. Es muy sencillo obtener el resultado económico del ahorro en el transporte –negociar un precio más barato-, pero establecer métricas para el ahorro en la gestión de nuestro inventario es más difícil.
8.- Sé alguien con el que te gustaría trabajar
Los viejos métodos cada vez funcionan peor. “Exprimir a los proveedores como si fueran naranjas; hasta el punto de que sea un verdadero sacrificio darnos servicio, va justo en contra de lo que buscamos, y eventualmente el servicio y los costes sufrirán por una relación cliente-proveedor descompensada”, asegura María Teresa Martínez del Valle en el Libro Rojo de la Logística.
Cultivar una relación de confianza supone una victoria a la larga. Por ejemplo, construye una relación sana con tu proveedor en la que la comunicación de una incidencia sea el primer paso para que su resolución sea más rápida y el trastorno causado, menor. Y cuanto menos trastorno, menos coste.
Consulta en el siguiente enlace los servicios logísticos de Transgesa.
Fuente: https://www.transgesa.com