El ecommerce español quiere más. Pese a llevar años creciendo en dobles dígitos, con unas cifras que son la envidia del resto de sectores, el comercio electrónico en españa está intensificando la búsqueda de oportunidades más allá de nuestras fronteras.
Su ritmo de crecimiento es alto –en el tercer trimestre de 2015 registró un ascenso del 29,2% respecto al año anterior-, pero aún se encuentra lejos de sus hermanos europeos. Mientras los españoles que compran online al menos una vez por semana suman el 19%, en otros países las cifras son muy superiores: Reino Unido (45%), Alemania (34%), Italia (32%) y Francia (27%). Y por eso las empresas españolas han decidido lanzarse a explotar esos hábitos de compra digital más instalados en nuestros vecinos.
Según los datos de la Escueda de Negocios Foro Economía Digital, en un estudio para eBay, en 2015 el 44% de las pymes españolas no vendía aún en Internet. Sin embargo, es una tendencia a la baja, ya que eBay sostiene que han aumentado un 213% las pymes españolas que exportaron a 15 o más países desde su plataforma en los últimos cuatro años.
Respecto a qué vendemos, las cifras de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia vuelve a situar en primera posición por volumen de ingresos a las agencias y operadores turísticos, con un 19,6% sobre el total, seguidos por el transporte aéreo (13,3%) y las prendas de vestir (6%), en línea con los últimos años.
Las perspectivas hablan de una profundización en el proceso de salida al extranjero. Un estudio realizado para Paypal asegura que el 60% de los ecommerce que actualmente solo vende en España tiene pensado salir al extranjero, mientras que el 42% de los que ya lo hacen tienen previsto aumentar sus ventas.
Principales dificultades para la internacionalización de los ecommerce
Este análisis también recoge la opinión de los comercios electrónicos sobre las principales dificultades que encuentran para salir al extranjero. Entre las más citadas se encuentra las devoluciones de producto –mencionada por el 28% de los actuales exportadores y por el 24% de los que todavía no han dado el paso- y los gastos de envío –según el 29% de los ecommerce exportardores-. Y es que, si a veces resulta complicado tener un sistema eficiente de logística inversa a nivel nacional, la dificultad se acentúa saliendo fuera. Estas cifras concuerdan con los productos que más exportamos (agencias de viajes, vuelos…) que no requieren transporte.
Otro estudio que inciden en este afán por la internacionalización afirma que el 33% de los ecommerce españoles encuestados que operan en el extranjero tienen previsto expandirse en tres o más países en 2016. Este acelerón puede contribuir a que disminuya el déficit exterior que nuestro país tiene en este ámbito. En el tercer trimestre de 2015, las compras en el exterior desde España sumaron 2013,6 millones de euros, mientras que las ventas alcanzaron los 1016,8 millones, dejando un déficit de 1.086,9 millones.
El ecommerce español, incluyendo a sus pymes, se ha lanzado definitivamente a la caza del comprador internacional en una tendencia que parece seguro que marcará los próximos años. Y el sector de la logística ha de estar preparado para ello.
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