Sale a la luz un estudio que sitúa la diferencia entre el coste de desarrollar un coche eléctrico y uno término del 45%, y que se iría deduciendo hasta en 2030 situarse en el 9%.
A medida que los coches eléctricos van aumentando su cuota de ventas en los distintos mercados, los fabricantes van, poco a poco, pudiendo reducir precios y optimizar sus costes de inversión, desarrollo y fabricación. Pero todavía estarían lejos de igualar a los de los coches térmicos, y en un estudio efectuado por Oliver Wyman a petición del Financial Times, revela que esta diferencia sería todavía del 45%.
El coste del desarrollo de un esquema eléctrico se ve reflejado directamente en el precio de compra de un coche eléctrico, y así lo reflejaba el estudio de Castrol que publicábamos semanas atrás, en el que el coste de adquisición de un coche eléctrico todavía se antojaba alto, y formaba uno de los seis principales factores a superar del coche eléctrico para hacerse con las calles y superar definitivamente a los coches de motor térmico tradicionales.
El estudio publicado por Financial Times, y del que Inside EV’s se hace eco, desglosa y explica perfectamente qué porcentaje de los costes se dedica a qué partes de un coche con motor eléctrico alimentado por baterías y de un coche con motor térmico.
Para los coches de motor término desglosa los costes entre ensamblaje, chasis, arquitectura eléctrica y electrónica (E/E), BiW (carrocería), exterior, interior, tren de transmisión, motor término y los auxiliares que necesita. Para el motor eléctrico todos los componentes se repiten hasta que llegamos al motor, que obviamente especifica su conducción de eléctrico, y se suman las baterías y auxiliares que el esquema eléctrico necesita.
Para el estudio se ha tomado como ejemplo un compacto eléctrico europeo con un paquete de baterías de 50 kWh, que equivaldría a, por ejemplo, el recién presentado Citroën ë-C4, cuyo precio era anunciado recientemente en España, con una tarifa de partida de 32.400 euros. El estudio asume un coste de 160 euros por cada kWh de la batería, que tendría un resultado de 8.000 euros para una batería de 50 kWh como la del ë-C4. Debemos, de todos modos, tomar este ejemplo como orientativo.
Este aumento de costes en el batería se vería compensado con un menor importe de su motor eléctrico. Si bien los 8.000 euros del total del coste de desarrollo de un eléctrico se basa en el coste de su paquete de baterías, tan sólo 700 euros irían destinados a su tren de potencia. A ello habría que sumar el E-Drive con una cuota de 2.000 euros (aunque a nosotros, igual que al redactor de Inside Ev’s, nos genera dudas de a qué se refieren y actualizaremos el artículo cuando se despejen las dudas). En total nos encontramos con una porcentaje del coste que se dedica exclusivamente al esquema de un coche eléctrico por baterías de 20.200 euros.
Si tratamos costes de coches con motores térmicos el coste dedicado a su desarrollo se situaría en los 13.900 euros, de los que sólo 5.000 euros irían destinados a su esquema térmico, repartidos entre componentes del motor y auxiliares.
Para 2030, según el estudio, la diferencia entre ambos costes se acercaría hasta situarse en un 9%, y la principal rebana en los costes de producción de un coche eléctrico se centraría en un abaratamiento de su paquete de baterías, que pasaría de los 8.000 euros mencionados a 4.300, en su tren de potencia que bajaría a 1.800 de 2.000 euros, además de una minúscula mejora de 100 euros en el coste del E-Drive.
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Fuente: https://www.hibridosyelectricos.com
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