El Big Data, el Internet de las cosas, el comercio electrónico, los nuevos combustibles… Si quisiéramos hacer una lista completa de las innovaciones logísticas que están modificando el sector cada día, la tarea sería interminable. La logística es uno de los sectores más sensibles a las nuevas tecnologías y eso supone un reto constante para sus empresas. Pero, ¿cómo saber cuándo subirnos al barco de la última herramienta que haya aparecido?
¿Cuándo debemos dar el salto a una innovación logística? Es más, ¿debemos dar el salto a esa nueva tecnología? Elegir correctamente si hacerlo y el momento en el que hacerlo va a influir mucho en el futuro de nuestra compañía. Para ayudarte a decidir, vamos a repasar qué elementos debes tener en cuenta para tomar la mejor decisión.
¿El primero o el último?
Tan importante como el qué es el cuándo. Ante la llegada de una innovación, decidir el momento de adoptarla puede suponer la noche y el día. Las primeras compañías que se suban al carro tendrán que pagar un coste mayor por hacerlo, al contrario que aquellas que decidan esperar para aprovecharse de la reducción de costes según pase el tiempo.
Esto supone que valorar adecuadamente la importancia de la nueva herramienta es fundamental. ¿Va a tener un gran impacto sobre nuestros clientes actuales o para conseguir futuras cuentas? ¿Va a suponer un factor diferencial a la hora de que los compradores se decanten por nosotros? ¿Vamos a poder repercutir al usuario un coste por el nuevo servicio que ofrecemos? Necesitas poder responder a estas preguntas para elegir mejor.
Los que elijan esperar tendrán que tener una cosa en cuenta. Cuanto más tarde sea su incorporación, menor será su efecto. Los primeros adoptantes tendrán más facilidad para identificar como algo suyo la nueva tecnología y para usarlo como herramienta comercial. Mientras que los más rezagados, si se suman cuando el cliente da por hecho que se ha de tener ese servicio y no lo cuenta ya como un plus, simplemente estarán cubriendo una necesidad.
Aunque no todos son desventajas. A veces, mientras esperas tu momento, algunas de las innovaciones caerán en desuso o se mostrarán poco exitosas. En esos casos, mientras que tus competidores han hecho un desembolso para anticiparse al mercado, tú te has ahorrado esta inversión. También evitarás los habituales fallos que pueda haber en las primeras versiones de las nuevas herramientas.
¿Realmente lo necesitas?
A todos nos gusta estar a la última. Atender a nuestros clientes de la mejor manera posible y ofrecerles lo mejor del mercado. Sin embargo, siempre debes evaluar cómo de necesaria es esa última novedad. Tanto para ti como para tu cliente.
Si tus clientes lo que más valoran es la velocidad, seguramente tus esfuerzos en inversiones deberán ir dirigidos a lograr reducir los plazos de entrega. Sin embargo, tal vez sea la seguridad de sus palets los que más les preocupe, en cuyo caso los gastos tendrán que ir por otro lado.
No olvides tus propios intereses porque en último lugar también son los de tu cliente. Puede que tener un almacén automatizado sea uno de tus sueños, pero si no lo necesitas será un gasto innecesario. ¿Tienes un almacén lo suficientemente grande como para requerir una automatización completa? ¿Cuánto volumen mueves? ¿Cuántos pedidos realizas cada día? ¿Cuántas referencias tienes almacenadas? Normalmente un almacén automatizado va a ser más rentable una vez esté en marcha, pero has de sumarle el coste de la reforma para saber que a final de mes te van a salir las cuentas. Tal vez la mejor opción sea encontrar un proveedor logístico, como nosotros, fuera de tu compañía.
Las empresas necesitan promover una filosofía de renovación constante
La innovación logística no es una opción
Hemos expuesto varios motivos por los que debes replantearte tus inversiones. Sin embargo, ten clara una cosa: innovar vas a tener que hacerlo antes o después. Una empresa que hoy haga perfectamente su trabajo y lo siga haciendo así día tras día, dentro de 30 años estará desfasada. Lo que ayer era hacer las cosas bien, mañana será hacerlas mal, pese a que se hagan exactamente igual.
Por eso es bueno que las empresas vivan inmersas en una filosofía del cambio y que estén acostumbradas a él. Las plantillas que temen cualquier variación a su rutina o que son propensas al “aquí siempre hemos hecho las cosas así” van a tener dificultades para aceptar y promover la constante renovación que las empresas necesitan.
Ejemplos de innovaciones logísticas
La variedad de casos en los que la logística ha de medir su salto tecnológico es muy amplia y queremos reseñar algunos de ellos:
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Opciones de entrega en última milla y ecommerce
Todos los operadores logísticos de la actualidad están buscando la manera de atender mejor este fragmento del mercado, especialmente delicado y atractivo por su complejidad. La gran cantidad de alternativas que están surgiendo a la tradicional entrega domiciliaria puede llegar a aturdir a la clientela; y cada una de ellas es una tecnología sobre la que tomar una decisión. Entregas con drones, taquillas inteligentes, puntos de conveniencia, repartos en apenas unas horas… Diversas herramientas, todas ellas en distintas fases de desarrollo.
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Renovación de flota y nuevos combustibles
Los fabricantes de camiones no dejan pasar un día sin ofrecer al mercado nuevos vehículos, nuevos motores y, en definitiva, nuevas prestaciones. Pero las empresas no pueden cambiar sus flotas cada semana. Por eso necesitan estudiar con detalle cómo se amortizan sus vehículos, cuándo un nuevo combustible va a ser rentable, qué tipos de vehículos necesitan o cuántos kilómetros han de rodar para saber cuándo es beneficiosa la sustitución del vehículo. De nuevo, elegir el momento adecuado será clave.
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Software y Big Data
Pocas áreas son tan proclives a servirse del Big Data como la logística. El desarrollo y abaratamiento de los sensores permiten medir una infinidad de variables a lo largo de la cadena de suministro. Y el desarrollo de la trazabilidad hasta el último detalle nos permite obtener nuevos y más precisos indicadores de desempeño.
Sin embargo, que podamos hacerlo no significa que sea siempre lo correcto. Por ejemplo, para los productos farmacéuticos es indispensable la evolución a la hora de controlar la temperatura de los productos. Pero emplear estos mismos mecanismos en la mercancía general podría tener menos utilidad.
Esto se repite con el resto de tus procesos. ¿Qué necesitas medir? ¿Qué necesita saber tu cliente y qué le resultaría prescindible?
Encuentra el tiempo para innovar
Todas las personas involucradas en el mundo de la logística saben lo acaparador que puede llegar a ser el día a día. Sin embargo, es necesario que reserves un tiempo para ti y para los trabajadores en el que podáis levantar las cabezas de las tareas importantes ahora para poder ver lo que será fundamental mañana. Es el caso de Google, que hace que sus trabajadores dediquen una parte de la jornada laboral a pensar en novedades, apartándolos de sus quehaceres diarios.
Si consigues crear un ambiente en el que la innovación sea algo cotidiano, si analizas con detalle el por qué y el cuándo de tus apuestas por la tecnología y si le destinas suficiente tiempo, tendrás mucho ganado en la batalla por la innovación logística.
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Fuente: https://www.transgesa.com
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