Como si salieran del Renacimiento, los trabajadores de la logística necesitan reunir cada vez más capacidades y conocimientos. Como profesionales multidisciplinares, necesitan habilidades que les permitan afrontar un entorno tan exigente como cambiante. Pero, ¿cuáles son estas cualidades?
9 cualidades de un gran trabajador de la logística
Metódicos
La logística es una ciencia basada en la precisión. Eso hace que la capacidad de ser minuciosos y exactos sea muy valorada. El afán por los procesos depurados, por la revisión constante y por la exactitud es muy apreciado en nuestro sector. Desde el responsable de diseñar una cadena de suministro para una gran multinacional hasta el personal de operaciones de un operador logístico encargado de documentar un envío, gestionar una incidencia o tramitar el parte de un seguro; todas estas tareas agradecen que los encargados de realizarlas sean estrictamente metódicos.
Creativos
A menudo se confunde ser metódicos con la falta de inspiración y el no levantar la cabeza del papel o de la pantalla. Y nada más lejos de la realidad. Los profesionales de la logística necesitan dar con soluciones nuevas y diferentes al enfrentarse a diario con una casuística infinita.
Las empresas y los responsables de las cadenas de suministro son cada vez más conscientes de que han de replantearse continuamente sus decisiones y sus formas de trabajo, ya que la mejor manera de ayudar a un cliente puede cambiar de un día para otro. Rediseñar rutas, cambiar de método de envío según convenga y adaptarse de la mejor manera a la última necesidad de nuestro cliente forman parte del día a día del transporte.
Capaces de improvisar
Si la logística es la ciencia de la precisión, también es el arte del momento. Y es que la necesidad de ser creativos está muy relacionada con la de saber improvisar. Por muy a prueba de balas que sea tu cadena de suministro, antes o después sucederá un problema. Puede ser un error humano, un fallo mecánico o una jugarreta meteorológica la que conspire contra ti, pero en todos esos casos necesitarás adaptarte instantáneamente. Es decir, te tocará improvisar.
Todas las personas dedicadas a la logística hemos tenido que ser capaces de remover cielo y tierra para conseguir salvar las más diversas situaciones. Y esto solo se consigue si nuestro equipo humano está preparado para hacer algo nuevo cada día y si ha desterrado de su mente el fatídico “es que nunca hemos hecho esto”.
«La capacidad de los empleados para detectar fallos y sugerir mejoras es un bien muy preciado»
Proactivos
Es una de las cualidades más solicitadas en los procesos de selección y la logística no es una excepción. En un sector en el que se afinan constantemente procesos que pueden ser muy repetitivos, la capacidad de los empleados para detectar fallos y sugerir mejoras es un bien muy perseguido.
En demasiadas ocasiones las plantillas detectan problemas que por falta de iniciativa no llegan hasta los oídos de las personas adecuadas. Cuando vamos un paso más allá y nos convertirnos en consultores del proceso nos hacemos mucho más valiosos para nuestra empresa y para nuestros clientes.
Trabajo en equipo
Una empresa, al igual que una cadena de suministro, es una sucesión de engranajes. Y para que todos estén bien engrasados es necesario que sean capaces de comunicarse y de trabajar en equipo. La cantidad de personas y de departamentos implicados desde la recepción de un pedido hasta el momento de la entrega es mucho más grande de lo que podría parecer en un principio.
Por eso es tan valioso contar con empleados que sepan hacer piña y entiendan que se encuentran en un equipo y no se deben solo a su departamento. Los trabajadores que promueven esa sensación en sus compañías y saben buscar el bien común al colaborar con los demás son cada vez más cotizados.
Visión global
A veces es necesario dar dos pasos atrás para seguir avanzando. La presión de las obligaciones diarias -y a veces la falta de formación interna por parte de las empresas- hace que muchos trabajadores no posean una visión general de todo el negocio. Esta visión consiste tanto en saber cómo es nuestra empresa -sus valores, lo que hace que realmente sea diferente y necesaria para sus clientes, etc- como en conocer nuestro sector -qué hace la competencia, qué están demandando los clientes, qué es lo que buscan en una empresa como la nuestra-.
Dar ese par de pasos nos permite, además de entender la estrategia de la compañía, dar sentido a nuestra labor. Comprender por qué es tan importante lo que hacemos, cómo influye en la percepción del cliente y en su satisfacción. De la misma forma, también nos facilita poder innovar y dar soluciones más acertadas.
Rendimiento bajo presión
Una cadena logística es un ecosistema con mucha presión y que hay que saber sobrellevar. Los que trabajamos en la logística sabemos de la importancia capital que tenemos para las empresas y de la gran diferencia que hay entre que un material haya llegado a su destino a tiempo o no. Por eso, las situaciones que tenemos que afrontar pueden provocar mucho estrés.
Somos los depositarios de la confianza de los clientes y eso conlleva una gran responsabilidad y exigencia. El plazo de entrega de cada envío es un compromiso que hay que cumplir. Y cuando lleguen los imprevistos no podremos poner a funcionar nuestra creatividad si no sabemos manejar el estrés derivado de la falta de tiempo, de la gravedad del caso o de la novedad del problema.
En la logística estamos obligados a ser creativos y resolutivos a mil revoluciones por minuto.
Don de gentes
El factor humano es fundamental en todos los ámbitos. Todos preferimos ser personas antes que cargos de una compañía y como tal nos gusta que se nos trate. Además, un operador logístico tiene contacto con muchas personas de las empresas de sus clientes. El conductor que va a cargar se relaciona con los operarios de almacén, el comercial de la cuenta con el responsable de logística o con otro directivo, el personal de atención al cliente con todo aquel que pueda necesitar información sobre un envío o cualquier otra consulta, ambos departamentos de administración hablan para consultar detalles sobre la facturación…
Aunque la logística mueva mercancías, nunca hay que olvidar que las mueve entre personas. Un buen don de gentes ayudará a una mejor colaboración y comunicación, además de a llevar con mano derecha los momentos de tensión que puedan surgir.
Adaptación
Uno de los factores que más influye en la logística es la tecnología. La introducción de nuevos avances y, muy especialmente, el desarrollo del comercio electrónico y el Internet de las cosas están modificando a diario las necesidades de los clientes y los servicios que ofrecen las empresas de transporte.
Estas revoluciones no solo obligan a reciclarse a las empresas, sino también a sus trabajadores. Términos como Big Data o la importancia de una trazabilidad completa y transparente han ido ganando en importancia y los profesionales de la logística han tenido que adaptarse a estos cambios. En la actualidad, la idea de tener un conocimiento o desempeñar una tarea de forma inamovible durante muchos años está obsoleta. El cambio ya es la nueva norma.
Lograr reunir estos nueve atributos es un gran comienzo para cualquier que aspire a ser el gran profesional que a cualquier empresa de logística, como la nuestra, le gustaría tener.
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Fuente: https://www.transgesa.com
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