Proterra ha presentado una nueva batería para vehículos eléctricos, una batería modular y adaptable a multitud de vehículos distintos. Está pensada especialmente para vehículos eléctricos pesados, y gracias a su diseño se puede adaptar a desde un camión eléctrico, hasta un autobús o incluso un volquete minero, pasando por un tren.

La nueva batería de Proterra, llamada Serie H, ofrece un sistema de almacenamiento de energía personalizable y flexible apto para alimentar una amplia gama de vehículos comerciales e industriales, incluidos aquellos de gran tonelaje.

Las baterías de la Serie H están pensadas para vehículos comerciales con limitaciones de espacio (especialmente por anchura) y que requieren un paquete de baterías más estrecho, de ahí que midan solamente 620 mm de ancho, una cifra que permite colocarlas entre los largueros del bastidor de camiones estándar. Miden 175 mm de alto y la longitud es escalable hasta 2808 mm.

Paquete de batería de la nueva Serie H.

Su diseño permite utilizarlas también en autobuses, furgonetas, trenes, camiones de distintos tonelajes e incluso volquetes mineros. Al haber sido desarrolladas pensando en la flexibilidad, cada vehículo puede equipar un número determinado de baterías en función de las necesidades de cada trabajo. Según Proterra, las baterías son escalables en todas las dimensiones (es decir, pueden agrandarse a lo largo, a lo ancho o a lo alto).

Cada batería tiene una capacidad de entre 25 y 75 kWh, pero dependiendo de la aplicación (es decir, el vehículo al que se destinen) pueden agruparse hasta 4 MWh de almacenamiento (6 MWh en el caso de la Serie S) y soportar tensiones de hasta 1200 Voltios. Los módulos de la batería se pueden fabricar con cuatro clasificaciones de voltaje diferentes, lo que ofrece a los fabricantes flexibilidad para variar los requisitos de voltaje y energía en función de sus necesidades.

Se puede aplicar en todo tipo de vehículos eléctricos pesados.

Proterra usa celdas cilíndricas de iones de litio NCM 811. El paquete de la batería tiene una densidad gravimétrica de energía de 170 Wh/kg, y una densidad volumétrica de 300 Wh/l.

Por la propia naturaleza de los vehículos y trabajos a los que está destinada, las baterías se someten a distintas pruebas para garantizar que puedan soportar las condiciones más duras durante su vida útil, unas pruebas que incluyen inmersión en agua, vibraciones e impactos y exposición a calor y frío extremos.