2020 será, por desgracia, el año del covid. El año en que la mayoría de nosotros aprendió que existían los coronavirus y en el que todos vimos cambiada drásticamente nuestra forma de vivir y de trabajar. Tratando de aprender de la desgracia, en el ámbito laboral y en la gestión de riesgos hay muchas enseñanzas que sacar de esta crisis.

Cuatro lecciones del covid para la gestión de riesgos

El riesgo del proveedor único

Tener proveedores únicos -que sean los únicos que nos surtan de determinado producto- es un riesgo que a menudo pasa desapercibido para las empresas. El mal funcionamiento de un proveedor no suele suponer la parada total de la producción o el trabajo. Sin embargo, eventos de las dimensiones del coronavirus pueden paralizar completamente a un proveedor clave, poniendo en riesgo nuestra propia paralización.

Este fenómeno es más habitual y peligroso cuanto más lejanas estén nuestras fuentes de aprovisionamiento, ya que las distancias a salvar son mayores y -dependiendo de la gravedad de la incidencia- incluso la legislación internacional puede variar. Así, durante el covid los tránsitos internacionales de mercancías se han visto sujetos a diferentes cambios de legislación, restricciones, retrasos, etc.

Conocimiento compartido

Al igual que con los proveedores, también es un riesgo que una única persona atesore el conocimiento sobre cómo se realiza un proceso. Por extraño que parezca, en el área de operaciones de una empresa es bastante más habitual de lo que nos gustaría creer. Esto supone que las vacaciones, las enfermedades o los cambios de trabajo puedan poner en jaque el funcionamiento habitual.

Entre las frases más habituales, especialmente en estos días, que podemos escuchar por esto destaca el clásico: “Es que la persona que lleva esto está de vacaciones”. Saber cómo hacer determinadas tareas no debe ser exclusividad de una persona.

Medidas de seguridad e higiene en el trabajo

Los manuales de seguridad e higiene en el trabajo tienen la desdicha de ser leídos en diagonal demasiadas veces. Esto supone no darle la importancia necesaria a estas acciones, que suelen verse como un engorro, cuando no como una exageración.

Con la llegada del covid hemos vuelto a ver, de forma generalizada, la preocupación por seguir protocolos sobre lavado de manos, uso de mascarilla, distancia de seguridad y accesorios como mamparas para separar espacios de trabajo. Es importante aprovechar esta situación para reforzar la importancia que tiene seguir estos protocolos, y no esperar solo a situaciones excepcionales, previniendo antes de tener que curar.

Descubriendo el teletrabajo

Son muchas las empresas que han tenido su primera experiencia con el teletrabajo en estas fechas. Aparte de las facilidades que el teletrabajo aporta para aspectos como la conciliación familiar o la reducción de emisiones por el descenso en el uso del transporte privado, el teletrabajo tienes sus propios aspectos en la gestión de riesgos. Por ejemplo, la conexión remota de los trabajadores a los sistemas de la empresa es otro foco de riesgos que requieren un cuidado muy especial.

Por cierto, la reducción del transporte privado también tiene el beneficio de reducir el riesgo de que los trabajadores sufran accidentes in itinere, pero esto técnicamente no corresponde a la gestión de riesgos.

Ante una crisis como la del covid, vale la pena tratar de extraer lecciones valiosas que puedan ayudar a nuestra compañía.