Los coches híbridos que combinan un motor térmico con uno eléctrico están en auge. Te contamos de qué tipos hay y cómo funcionan.
La continua necesidad de preservar y cuidar el medio ambiente, hace que desde el año 1988 se estén elaborando normativas anticontaminación para minimizar, en la medida de lo posible, los efectos nocivos para la salud y el medio ambiente, producidos por la combustión de los motores diésel y gasolina de los automóviles.
Es en el año 1988 cuando nace la Normativa EURO, haciéndose más restrictiva en el año 1992, obligando a reducir las emisiones a través de medidas especificas como la incorporación de catalizadores, la eliminación del plomo en las gasolinas, la reducción de cilindradas y el aumento del número de marchas en las cajas de cambio; y cuya finalidad no es otra, que reducir el régimen del motor y así bajar el consumo y la contaminación.
Todos los fabricantes de vehículos están apostando fuertemente por la hibridación de sus vehículos, ofreciendo diferentes tipos de sistemas híbridos y avanzando continuamente en los sistemas que incorporan. Un vehículo híbrido está compuesto por dos motores, un motor de combustión interna que utiliza como combustible la gasolina -o el gasóleo- y de una cilindrada pequeña y un motor eléctrico que tiene la misión de proporcionar la fuerza y el par motor a las ruedas para que el vehículo se desplace.
El motor de combustión interna lleva un circuito de inyección de gasolina, alimentado por el combustible que almacena en el depósito, siendo su capacidad de unos 35 litros. El motor eléctrico se alimenta por las baterías que incorpora el vehículo para tal fin, recibiendo el nombre de “módulos”, y pudiendo llevar uno o dos según modelo y marca de vehículo.
n definitiva, en un vehículo híbrido se monta el motor de combustión interna de gasolina, un motor eléctrico y las baterías o módulos que aportan la energía necesaria para desplazarse. Además se trata de un sistema autónomo de propulsión, que gestiona de forma automática el funcionamiento y la coordinación de ambos motores, haciendo que el conductor solo tenga que preocuparse en conducir. No obstante, las diferentes marcas de fabricantes de vehículos han configurado diferentes modos de híbridos.
La compra de un vehículo híbrido conlleva una serie de ventajas con respecto a un vehículo diésel o gasolina convencional, siendo estas las siguientes:
- Reducción de emisiones contaminantes.
- Reducción de consumo de combustible.
- Mantenimiento más barato.
- Conducción suave y silenciosa en modo eléctrico.
- Garantía del motor eléctrico y de las baterías superior al resto de vehículos.
Los vehículos híbridos se pueden clasificar según la configuración del sistema en: hibrido serie, paralelo o mixto.
Híbrido serie o Vehículo de Autonomía Extendida (REHEV)
En esta configuración el motor de combustión interna se encarga de mover un generador o alternador eléctrico, que alimenta de energía a la batería o a un motor eléctrico. El motor de combustión interna nunca transmite directamente tracción a las ruedas porque no hay unión física y quien se encarga de traccionar las ruedas es el motor eléctrico.
Híbrido Paralelo
En esta configuración, el híbrido monta el motor de combustión interna y uno o varios motores eléctricos que son alimentados por la batería o modulo eléctrico, aportando par motor ambos motores a la transmisión, denominándose semi-híbridos.
Híbrido Mixto
En el siguiente modelo, el vehículo puede ser desplazado por cada uno de sus motores (combustión interna o eléctrico) debido a que ambos tienen conexión directa con las ruedas, pudiendo circular en modo eléctrico y considerándose más eficiente; es lo que se denomina full Hybrid.
Este modelo proporciona al vehículo potencia instantánea y una aceleración uniforme al ir combinados los dos motores, siendo el sistema más completo. Hay que tener en cuenta que la clave de un coche híbrido es la batería, suele ser de ion-litio, recargable e instalándose en el suelo del vehículo, bien en el maletero o debajo del asiento de los ocupantes traseros.
La batería de ion-litio se encarga de proporcionar energía eléctrica al generador de electricidad y potencia para propulsar el motor. Con esta configuración de vehículo se consigue que se aproveche la energía que se genera en las fases de frenada y deceleración y el consumo de combustible sea menor.
Decidir comprar un coche híbrido, conlleva tener claro que uso se le va a dar, que mantenimientos va a tener y que ventajas en cuanto a impuestos nos vamos a beneficiar.
Escrito por Juan Pedro Mateos-Aparicio
Fuente: https://www.autofacil.es
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