Los sistemas de iluminación en los vehículos han evolucionado constantemente. Y, en la actualidad, los LED son una de las tecnologías más extendidas.
Desde los primeros carros tirados por caballos, los cuales utilizaban como medio de iluminación un candil, el carburo de calcio o el acetileno, hasta los actuales sistemas, los fabricantes de vehículos en su constante afán de hacer de la conducción una actividad segura y confortable, incorporan diferentes tipos de iluminación en sus nuevos modelos, para conseguir que sea un sistema de seguridad activa muy eficiente.
Los sistemas de iluminación por lámparas halógenas, han dado paso a los sistemas de lámpara de descarga de gas xenón y a los sistemas de iluminación Led. La marca de vehículos Audi, en el salón del automóvil de Frankfurt del año 2003, presentaba en su Audi R8, los nuevos faros LED, siendo un gran avance en el sistema de iluminación.
Los LED no tienen inercia lumínica, es decir, que el tiempo que pasa desde que comienza a encenderse y a emitir luz es muy bajo, prácticamente instantáneo, cosa que no ocurre con los faros de lámpara de descarga xenón. Los faros LED se caracterizan porque el consumo de energía es menor comparados con los faros de lámpara halógena y faros con lámpara de descarga xenón, emitiendo gran cantidad de luz.
Como es un elemento eléctrico poco complejo y no se utiliza un arco eléctrico o filamento, no hay perdidas de energía por calor, aprovechando la electricidad en luz y produciéndose un mínimo calentamiento. Otra ventaja que tiene este tipo de iluminación, es la referente al desgaste de las parábolas que refractan la luz del faro, las cuales al no tener que soportar el calor emitido por el haz de luz, no se oscurecen como ocurría con los sistemas de iluminación más antiguos.
Este tipo de iluminación es muy eficiente, pero emiten poca luz, con lo cual se requiere de una fuente de luz muy potente, utilizándose grupos de LED de la mayor potencia para vehículos sin llegar a tener que utilizar refrigeradores o disipadores de calor para el LED. Otra de las características de los faros LED es que su durabilidad es muy alta e incluso mayor que la vida útil del vehículo, pudiendo tener más de 10.000 horas de funcionamiento.
En el caso de sobrepasar la vida útil del LED, la intensidad de la luz que va a emitir será menor, hasta degradarse por completo y perder su luminosidad. La luz que emiten los faros LED es más blanca y más brillante, haciendo que la conducción se haga menos pesada y más confortable, debido a que la vista no se cansa tanto como con otros sistemas de iluminación.
También la tecnología LED evita que los demás conductores puedan ser deslumbrados, ya que, este sistema puede desconectar varios LED para evitar esto y solo con este tipo de iluminación puede llevarse a cabo.
Uno de los inconvenientes que presentan este tipo de faros, es el precio elevado que tiene la tecnología LED, pues cambiar un faro LED puede suponer un elevado coste, alrededor de 800€ según modelo y marca de vehículo, si los comparamos con un faro de lámpara halógena.
Escrito por Juan Pedro Mateos-Aparicio
Fuente: https://www.autofacil.es
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