Todos sabemos lo que es un almacén. Sin embargo, es posible que no nos hayamos detenido en los distintos tipos de almacén y los diferentes sistemas que estos espacios utilizan para albergar mercancía.
Aunque todos necesiten almacenar, las necesidades de los productos y las propias características del almacén harán que sean más indicadas unas opciones u otras. Desde la automatización hasta el orden de entrada y salida de los productos, pasando por el tipo y las dimensiones de los materiales que tenemos almacenados; todo ello influirá en el sistema de almacenaje que construyamos.
Principales tipos de almacén
Rack selectivo
Cuando pensamos en un almacén logístico, de manera instintiva solemos imaginar este tipo de almacén. Están especialmente indicado para el almacenaje de pallets y ofrece una gran flexibilidad. Puede almacenar diferentes tipos de mercancías y aportan un carácter modular, además de poder variar la altura de los huecos según nuestras necesidades.
Sin embargo, su característica principal es la facilidad para acceder en todo momento a cualquiera de los palets del almacén, al estar todos ellos al alcance de los operarios en todo momento. Esto les convierte en una buena solución para las empresas que requieren esa inmediatez para disponer de cualquier referencia y/o trabajan con muchas referencias pero no en grandes cantidades.
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Estanterías
Aunque las más habituales sean las metálicas, también las podemos encontrar construidas con otros materiales, como el plástico. Son, en cierto modo, las más simples, ya que se suelen utilizar para poner productos directamente sobre ellas -sin pallets entre medias- y así tenerlos rápidamente al alcance de la mano. Esto también significa que suelen contener productos pequeños y ligeros, habitualmente para hacer picking. Pueden tener problemas para soportar grandes pesos.
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Estanterías móviles
Nos encontramos con estos tipos de almacén ante el mismo caso que en punto anterior, solo que las estanterías están montadas sobre sistemas móviles que permiten moverlas. Al poder juntar unas a las otras, se maximiza la utilización del espacio, por lo que son recomendables cuando tenemos que exprimirlo al máximo, por encima de otras consideraciones como el tiempo (al tener que ir moviendose las estanterías para tener acceso a la mercancía). Este tipo de almacén es también interesante allá donde el suelo sea caro, no se pueda ampliar el almacén o el coste del almacén sea alto (como instalaciones frigoríficas, etc.).
Drive In y Drive Through
En estos casos, los pasillos de los racks están compactados, pegados los unos a los otros, y el acceso a ellos se realiza por los extremos, entrando con la maquinaria a través de la instalación. Para que este tipo de almacén sea eficiente, es necesario que almacenemos productos homogéneos con una gran cantidad de pallets por cada referencia. De lo contrario, no podríamos tener un rápido acceso a la mercancía que necesitáramos en cada momento. Sin embargo, son los que más optimizan el espacio.
En los sistemas ‘Drive In’ solo se tiene acceso al pasillo por un lateral, por lo que se necesitan trabajar con modelos LIFO (Last In, First Out en sus siglas en inglés): es decir, la última mercancía en entrar -que es la que tenemos accesible- ha de ser la primera en salir ante un nuevo pedido.
En los sistemas ‘Drive through’ se puede accecer desde ambos lados del rack, por lo que también permite usar sistemas FIFO (First in, First Out): la primera mercancía en llegar es la primera en salir.
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Push Back
En estos tipos de almacenes nos servimos de la gravedad para el movimiento de la mercancía. Diseñadas habitualmente con dos, tres o cuatro pallets de profundidad, la mercancía se ubica empujando al resto de pallets hacia el fondo, gracias a sistemas de rodillos o similares que facilitan su movilización. Debido a la inclinación (siendo menor la altura en la parte del pasillo), al retirar el pallet exterior el siguiente pasa a ocupar su sitio (son también sistemas LIFO).
Son un punto intermedio entre el rack selectivo y los tipos de almacén drive, en el sentido de que no necesita tantas referencias iguales para ser de provecho (al tener solo hasta cuatro pallets de profundidad) y ofrecen un muy buen aprovechamiento del espacio.
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Dinámicas
Este tipo de almacén está pensado para los sistemas FIFO. En este caso, la parte por la que entra la mercancía es la que está más elevada, por lo que el pallet avanza hacia adelante hasta el otro extremo, donde será retirada por el operario encargado de preparar el pedido.
Es un sistema habitual para trabajar con productos perecederos o con fechas de caducidad restringida, ya que resulta imposible que el producto que salga no sea el más antiguo.
Lanzadera o carro
Estos sistemas de almacenaje se sirven de ‘lanzaderas’ o ‘carros’ para el movimiento de los palets, desde su ubicación hasta el lugar libre para efectuar su retirada. El operario da digitalmente la señal al almacén y este es el encargado de encontrar el palet, enviar a la lanzadera y ponerlo a disposición del trabajador.
Al no tener que operar con maquinaria entre los pasillos del almacén, este sistema nos permite usar estanterías compactas. Lo que supone un mayor aprovechamiento del espacio. Lógicamente, la instalación de estos almacenes resulta más cara y los posibles fallos técnicos pueden ocasionarnos problemas de servicio al no poder acceder a la mercancía por nuestra cuenta. La clave reside en estudiar cuántos costes operativos ahorramos (tiempo, mano de obra, movimientos de maquinaria pesada, etc.) para determinar si es la opción adecuada para nosotros.
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Autoportante
El sistema de almacenaje autoportante hace honor a su nombre, ya que el propio rack está integrado en la construcción y el sostenimiento de la estructura misma del almacén. Estos tipos de almacén se suelen emplear cuando queremos aprovechar al máximo el espacio disponible, especialmente para crear racks muy elevados.
Permite una ejecución rápida y económica del proceso de construcción del almacén y es compatible con muchos tipos de mercancía: seco, refrigerado, grandes dimensiones, sistemas de almacén convencionales o automatizados, etc.
Vídeo de Mecalux
Cantilever
Los tipos de almacén Cantilever es el más empleado cuando las dimensiones de nuestros materiales son muy heterogéneas y/o voluminosas. Al no tener columnas frontales en los marcos de las estanterías, resulta fácil introducir y retirar mercancía más grande de lo habitual. Por ello es utilizado con frecuencia en sectores como la ferretería, la metalurgia, la madera, etc.
Comparte con el rack selectivo el ofrecer una gran capacidad de selección de la mercancía que necesitamos recuperar en cada momento.
Existen otros sistemas de almacenaje como mezzanine o multitier, en los que se juega con la altura mediante la construcción de nuevas plataformas o pisos intermedios, buscando una vez más aprovechar el espacio. Sin embargo, son opciones menos habituales que las anteriores que hemos visto.
Vídeo de SEC
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