Desde hace tiempo sabemos que los camiones camuflados son uno de los nuevos métodos empleados por la DGT para vigilar las carreteras. Este tipo de vehículos permite a los agentes detectar conductas indebidas sin levantar sospechas.

Estos camiones, que presumiblemente se encuentran en fase de pruebas, siempre trabajan junto a un turismo rotulado convencional de la Guardia Civil. Es cierto que por el momento estos medios de control, al igual que las furgonetas y las motos, no son tan habituales en nuestras carreteras como los demás coches patrulla.

Por el momento, tan sólo sabemos que uno de estos camiones camuflados fue avistado circulando por las carreteras de la Comunidad Valenciana. Hay muchas incógnitas acerca del funcionamiento de estos nuevos dispositivos. Y es que, estos camiones únicamente cumplen una función de vigilancia. Por un lado, porque solo un vehículo oficial de la Guardia Civil puede proceder a la parada e identificación del conductor infractor para su posterior denuncia. Tampoco cumplen la función de radares móviles.

Cabe decir que este nuevo método de control permite a la DGT contar con vehículos de vigilancia más altos, desde los que obtener una mejor visibilidad en carretera del resto de usuarios. Desde su interior dos agentes uniformados se encargan de dar parte a la patrulla que les acompaña. Al parecer, el objetivo de los nuevos camiones camuflados no es otro que el de vigilar conductas indebidas que pongan en peligro la seguridad del resto de conductores. Hablamos de infracciones como el uso del teléfono móvil, la ausencia del cinturón de seguridad, adelantamientos antirreglamentarios o una conducción temeraria.

De esta manera, los nuevos ‘camiones fantasma’ se suman a la lista de dispositivos que la DGT ha anunciado para la presenta campaña de verano. Una lista que cuenta con varias furgonetas camufladas, 12 helicópteros Pegasus, 11 drones, 1.324 radares y 216 cámaras de vigilancia.