El transporte de mercancías es un mundo repleto de alternativas. Incluso antes de tener que elegir operador logístico, debemos decidir qué tipo de transporte de mercancías queremos usar. Y es que las características, cualidades, pros y contras de los diferentes medios hacen que el resultado, el tiempo y el coste del transporte puedan variar en gran medida.
Según el camino que decidamos -carretera, ferrocarril, mar o aire-, nuestra mercancía viajará de forma muy distinta.
Tipos de transporte de mercancías
Terrestre
Dentro del transporte terrestre hemos de diferenciar dos tipos: carretera y ferrocarril.
Carretera
Es el medio predilecto para las distancias no muy largas en los países desarrollados. Su preponderancia en estos países se debe a que estos suelen contar con un alto desarrollo de sus infraestructuras y carreteras, lo que permite un desplazamiento rápido y eficiente de los camiones.
Otras de sus virtudes es la capacidad de realizar entregas puerta a puerta. Mientras que el avión, el tren y el barco a menudo necesitan de otros transportes para llegar a su destinatario, el camión es más autónomo y es el más capaz de llegar a zonas menos pobladas, rurales y de realizar la última milla. También es más eficiente en tiempo en los tramos cortos cuando nos permite ahorrar esas combinaciones entre transportes, que suelen suponer un gasto de tiempo.
La libertad de horarios también es otro punto a favor. El resto de medios está mucho más restringido a los horarios de salida y llegar tarde a un enlace supone tener que esperar hasta la siguiente hora prefijada. Pero la carretera está exenta de esos horarios y puede realizar el transporte de mercancías con mayor libertad. Esto hace que también sea una opción interesante a la hora de solucionar imprevistos o problemas.
La carretera está haciendo grandes esfuerzos en la mejora de su impacto medio ambiental y las nuevas generaciones de camiones están ofreciendo unos datos de consumo y emisiones mucho mejores que sus predecesores. Además del uso de nuevos combustibles, como el GNL y los nuevos anuncios sobre motores eléctricos. Los camiones también están acostumbrados al pago de peajes, con lo que contribuyen al mantenimiento de las carreteras que utilizan.
Tren
El transporte de mercancías por ferrocarril gana terreno a medida que aumenta la distancia a recorrer. Entre las características que le hacen ganar eficiencia está la de necesitar un único conductor para cargas mayores que las que pueden llevar camiones o aviones. Mientras que un camión desde Europa a China difícilmente será rentable, el tren ya cuenta con varias líneas que unen los extremos de ambos continentes. Por ejemplo, en 2015 el primer camión con contenedores ISO llegó a Rotterdam desde China en 18 días, notablemente menos que los 44 días habituales por barco.
El tren también tiene un buen rendimiento respecto a la seguridad y al cuidado del medioambiente, además de lograr buenos registros en puntualidad. Otro beneficio es que su uso ayuda a disminuir el tráfico en las carreteras.
El transporte marítimo suma el 90% del comercio internacional
Marítimo
Es un dato que suele sorprender a las personas menos puestas en la materia, pero alrededor del 90% del comercio internacional viaja en barco. En 2015 se movieron por todo el planeta más de 177 millones de contenedores, una cifra que ha continuado creciendo. El contenedor es, precisamente, uno de los rasgos más distintivos del transporte marítimo, ya que facilita la carga y descarga de la mercancía de una forma segura. Además, el contenedor de 20 pies da también origen al TEU, la unidad de medida de carga usada en el transporte marítimo.
Entre los beneficios más destacados del transporte marítimo se encuentra el precio, que es el más bajo de todos. Además, el menor gasto de combustible también le ubica como una solución verde y respetuosa con el planeta. Las grandes dimensiones de los buques también les hacen idóneos para la carga voluminosas, como productos a granel, ya sean cereales, metales, carbón, petróleo, etc. Sin embargo, su lentitud hace que deba transportar básicamente productos no perecederos. Si tu logística necesita ser veloz, responder a imprevistos o es difícil prever tu demanda, es posible que el barco no sea tu mejor opción.
Aire
El avión es el medio de transporte de mercancías que menos material mueve. Sin embargo, anualmente sigue aumentando su volumen de ventas. La ventaja más evidente es su velocidad, que permite salvar enormes distancias en muy poco tiempo. Como también es de esperar, resulta el más caro de todos los transportes de mercancías, lo que obliga a tener buenas razones para usarlo.
Entre los tipos de productos que emplean el servicio aéreo nos encontramos los artículos de lujo, la mensajería urgente, los sanitarios, las incidencias en cadenas JIT (como las de las empresas automovilísticas, en las que puede costar mucho dinero sufrir un parón), etc. Es decir, productos con mucho margen, mucha necesidad o urgencia y/o poco volumen.
Si el transporte aéreo destacaba por los TEU, el aéreo cuenta con los palés o contenedores ULD, cuya forma está adaptada al fuselaje de los aviones. Estos permiten también que la mercancía viaje segura dentro del avión. Sin embargo, no evita que el avión tenga restricciones importantes a la hora de transportar mercancías grandes, a granel, o de formas irregulares, debido a sus limitaciones de espacio. También es el medio más contaminante de todos.
Una última ventaja que conviene recordar es la facilidad que aporta por el ahorro de trámites, inspecciones, aduanas y papeleos. Mientras que el resto de medios tienen que cumplir las legislaciones de los diferentes países por los que transitan, el avión se ahorra todos esos países intermedios, debiendo responder solo en el país de destino.
Multimodal
El transporte de mercancías multimodal es aquel que hace uso de varios de los métodos anteriores durante un mismo envío. Por ejemplo, puede ser un tráiler que vaya cargado hasta un puerto, embarque allí y luego, tras desembarcar, continúe trayecto por su cuenta. O un envío por ferrocarril hasta un puerto que luego use el barco hasta su destino. Estudiar las opciones multimodales puede resultar abrumador a primera vista, debido a la cantidad de posibilidades que se abren. Pero permite encontrar combinaciones ajustadas y jugar con los tiempos y los costes que necesitemos.
Como puedes ver, la elección del transporte de mercancías depende de diversos factores: distancia, tipología de producto, acceso a los diferentes tipos de transporte, urgencia en el envío, capacidad de predecir la demanda… Todo un menú de variables que resolver para acertar con la decisión.
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