Probamos el nuevo Honda Jazz e:HEV 2020, el renovado monovolúmen híbrido de Honda que apuesta por motores híbridos únicamente, la practicidad de siempre y un enfoque más familiar que antes.
Aunque los SUV han canibalizado casi por completo el segmento de los monovolúmenes, todavía hay algunos fabricantes valientes como Honda con la osadía suficiente para apostar por un monovolúmen y, además, hacerlo de manera decidida. El fabricante nipón ha iniciado la comercialización en nuestro país del nuevo Honda Jazz e:HEV 2020, un pequeño monovolumen híbrido lleno de atributos, muy práctico, del que hemos podido tener una primera toma de contacto.
Como ya hemos hablado anteriormente sobre las novedades del modelo, vamos a centrarnos directamente en las primeras impresiones que hemos recibido al ponernos tras el volante. Una primera toma de contacto en la que hemos podido conocer el coche durante unas horas, pero no probarlo a fondo -para lo cual habrá una oportunidad más adelante-.
El nuevo Honda Jazz e:HEV tiene una estética menos agresiva y deportiva que en el modelo anterior, un enfoque más familiar y no tan deportivo que también afecta a otros aspectos de la conducción como veremos más adelante. Con una longitud exterior de 4,04 metros, sigue manteniendo un tamaño muy compacto que le hace ideal para moverse por ciudad, algo a lo que también contribuye su radio de giro, bastante reducido, y una buena visibilidad del exterior desde el puesto de conducción.
Honda Jazz e:HEV 2020.
Una vez sentados en el asiento del conductor, nos encontramos un puesto de conducción muy ordenado: no hay demasiados botones, pero Honda ha mantenido -con buen criterio- controles físicos para el climatizador automático y el volumen del sistema de audio. Así podemos manejar dos funciones básicas y muy utilizadas de manera más rápida y segura.
Tras el volante tenemos una pantalla de siete pulgadas (de serie en todas las versiones) a modo de cuadro de instrumentos digital, y en la parte central del salpicadero encontramos la pantalla principal, táctil y de nueve pulgadas de diagonal. Echo en falta una pequeña inclinación de la pantalla hacia el conductor que haga más fácil la visualización y el manejo de la misma; la pantalla está colocada totalmente perpendicular respecto al eje de avance del coche y, para mi gusto, debería favorecerse ligeramente hacia el conductor (si bien en la posición que está favorece que pueda usarla el copiloto). Eso sí, el tratamiento anti reflejos cumple su trabajo a la perfección y tiene buena visibilidad incluso en condiciones de alta luminosidad.
Pantalla del sistema multimedia Honda Connect del Honda Jazz e:HEV 2020.
El sistema multimedia Honda Connect es completamente nuevo, tiene compatibilidad Apple CarPlay (inalámbrica) y Android Auto (mediante cable USB), reconocimiento de instrucciones por voz, punto de acceso a Internet vía WiFi y dos tomas USB-C en la consola central. También cuenta con actualizaciones de manera remota vía Internet (actualizaciones over-the-air).
Toquemos donde toquemos encontramos unos ajustes muy sólidos, de una calidad notablemente superior a la media en coches de este segmento o tamaño. Emplea plásticos duros incluso en la zona alta del salpicadero, pero la sensación de calidad interior es muy alta, una calidad que también se palpa con el acabado y el accionamiento de los botones.
Interior del Honda Jazz e:HEV 2020.
A ello hay que sumar numerosos huecos para dejar objetos en las puertas y la consola central, incluyendo una guantera doble frente al copiloto y dos profundos posavasos en los extremos del salpicadero, cubiertos de goma, junto a las salidas de ventilación (lo cual puede servir de manera muy práctica para enfriar rápidamente una botella de agua o lata de refresco).
Las plazas principales traseras son extraordinariamente amplias teniendo en cuenta el tamaño exterior del coche, que apenas supera los 4 metros de longitud. Con el asiento del conductor ajustado a mi posición, en la plaza inmediatamente posterior tengo espacio de sobra para las rodillas, los pies y en altura para la cabeza (un servidor levanta 1,83 metros del suelo). Tiene un túnel central poco voluminoso, aunque el asiento central trasero es muy estrecho y poco práctico para que una persona viaje en él distancias largas. Dicho de otra manera, es un coche pensado para que viajen cómodamente 4 personas.
Plazas traseras del Honda Jazz e:HEV 2020.
Por contra, el maletero cubica unos discretos 304 litros (unos 50 litros menos que el modelo anterior debido a la batería del sistema híbrido, ubicada bajo el maletero). No obstante, los asientos Honda Magic Seats de la fila trasera se pueden abatir completamente en varias direcciones si se necesita más espacio para transportar carga, aumentando así las posibilidades de carga y practicidad este pequeño monovolumen.
En cuanto a las sensaciones de conducción, pudimos probar durante unas horas la versión normal del Jazz 1.5 i-MMD Elegance (hay una versión Crosstar, con un ligero enfoque off-road, que no hemos probado). El sistema híbrido del Jazz consta de un motor 1.5 de gasolina, un motor eléctrico y un generador eléctrico, junto a una batería cuya capacidad es inferior a 1 kWh. Tiene 109 CV de potencia total y tres modos de funcionamiento (EV Drive, Hybrid Drive y Engine Drive) que el coche va seleccionando automáticamente en función de la reserva de energía en la batería y las condiciones de la conducción.
Honda Jazz e:HEV 2020.
En términos generales, y a falta de probarlo más a fondo, el Honda Jazz es un coche con una conducción muy agradable, suave y claramente más enfocada hacia el confort que en el modelo anterior (que tenía una puesta a punto más deportiva). Honda ha reducido a menos de la mitad el grosor de los pilares A delanteros, y lo cierto es que la visibilidad hacia delante es excelente, lo que unido a la posición elevada de conducción nos da la sensación de controlar todo a nuestro alrededor. El coche invita a conducir de manera relajada y no buscando salir el más rápido en cada semáforo, pero el conjunto mecánico responde con solvencia ante cualquier demanda en el uso diario.
La dirección está notablemente asistida, pero no resulta excesivamente blanda y aporta cierto feedback al conductor, más que otros modelos urbanos (cuya asistencia resulta en una dirección demasiado blanda y sin ningún tipo de información sobre lo que pasa en las ruedas). Con apenas unas horas de conducción, preferimos no sacar conclusiones en cuanto a consumos, aunque resultó fácil mantenerlos por debajo de 5 l/100 km en circulación urbana.
Honda Jazz e:HEV 2020.
En algunos momentos, especialmente si pisamos el acelerador a fondo, parecerá que el Jazz monta un cambio CVT con sistema de engranajes planetarios, ya que el motor de gasolina se revoluciona mucho y mantiene un régimen alto de manera sostenida, aumentando también el ruido. Sin embargo, el sistema híbrido i-MMD carece de caja de cambios: un embrague conecta el motor de gasolina con las ruedas delanteras mediante una relación fija (equivalente a decir que tiene una única marcha), y a velocidades altas es así como se impulsan las ruedas. Dependiendo de las circunstancias de conducción, el motor térmico actúa como generador y es el motor eléctrico el encargado de transmitir la potencia a las ruedas.
Al no tener caja de cambios, el sistema reduce las pérdidas de energía por rozamiento. Como elimina un gran número de piezas, también resulta más sencillo y, en teoría, más fiable. Hablando del cambio: la palanca selectora me pareció algo pequeña y echo en falta iluminación en las letras junto a la palanca para ver mejor qué posición hemos seleccionado (aunque también aparece en el cuadro de instrumentos).
Maletero del Honda Jazz e:HEV 2020.
La versión que pudimos probar contaba con el nivel de equipamiento Elegance, el segundo de la gama empezando por abajo. Viene de serie con luces LED delanteras y traseras; paquete de seguridad Honda SENSING; control de crucero adaptativo con limitador de velocidad inteligente; airbag central delantero (para que no choquen las cabezas de piloto y copiloto); sensores de aparcamiento delanteros y traseros; retrovisores exteriores con ajuste y plegado eléctrico, y función marcha atrás; tapicería mixta textil/piel; y el mencionado sistema multimedia Honda Connect, además de la app My Honda+.
La unidad que probamos tiene un precio en nuestro país de 23.100 euros, una tarifa ciertamente elevada para un coche de este tamaño y potencia. Sin embargo, el Honda Jazz los justifica ofreciendo a cambio un equipamiento muy completo, muy buena calidad de acabados, un interior amplio (extraordinariamente amplio teniendo en cuenta las dimensiones exteriores) y una practicidad fuera de toda duda que hace plantearse si, existiendo coches así, realmente son necesarios los populares SUV.
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