Las empresas suelen tener tránsitos habituales, que se repiten periódicamente, o que al menos son suficientemente similares como para poder resolverlos con sus servicios de transporte más utilizados. Pero cuando tenemos que hacer un nuevo tipo de envío o cuando nos replanteamos cómo realizamos nuestros envíos actuales -algo que deberíamos hacer de forma periódica- podemos ver que la cantidad de servicios de transporte a nuestro alcance puede parecerse a un enorme supermercado en el que nos cueste elegir. Tener en mente las siguientes reglas te ayudará a poder tomar el servicio de transporte más indicado.
En qué debes fijarte para tus servicios de transporte
Las propias características del envío van a ayudarte a determinar cuál va a ser el mejor servicio de transporte para cada ocasión. Estas son algunas de las variables que has de saber interpretar:
Localización del destinatario
Dónde vamos a enviar es la primera pregunta que le viene a cualquiera a la cabeza. ¿Se puede llegar al lugar de destino con todos los servicios de transporte? Resulta lógico que, para modos como el avión, el ferrocarril o el barco, la presencia cercana de un aeropuerto, una estación o un puerto sea muy importante para poder plantearnos su idoneidad.
Aunque este principio también afecta a pequeña escala. Si queremos hacer un envío a una zona céntrica de una gran ciudad o a una pequeña zona rural con calles estrechas, tenemos que tener presente que un tráiler, por más eficiente que sea al transportar muchos palés, puede ser incapaz de alcanzar los lugares de descarga.
Distancia
La distancia es prácticamente una tirana a la hora de optar por un servicio de transporte u otro. Mientras que el mar es el rey de las largas distancias, la carretera prácticamente monopoliza las distancias cortas. Del mismo modo, el ferrocarril se convierte en mejor opción a medida que sumamos kilómetros al trayecto.
Cómo es tu cadena de suministro
No todas las cadenas de suministro son iguales. De hecho, la logística de una empresa puede tener objetivos completamente opuestos a los de otra. Algunas quieren ser las más eficientes en costes para competir a través del precio, mientras que otras quieren dar opciones ultrarrápidas de entrega, posicionándose así como marca y suponiendo que sus clientes van a aceptar pagar un extra por estos servicios de transporte premium. O tal vez la cadena de suministro de nuestra empresa quiera especializarse en ofrecer productos ampliamente especializados y personalizados, lo que también modificará la tipología de tu logística. Parece evidente, por ejemplo, que la cadena logística preocupada por ofrecer muchas versiones de un mismo producto difícilmente va a ser la más ajustada en costes.
Qué estás enviando: tipo de material, peso y tamaño
De nuevo estamos ante unas variables que determinan con fuerza el servicio de transporte a usar. Si transportamos líquidos a granel estaremos mucho más cerca del mundo de los barcos y los buques que de los aviones. Sin embargo, el material farmacéutico y sanitario, debido a su tamaño, peso y urgencia sí puede sostener mejor los costes del avión.
De la misma manera, las dimensiones y el peso de tus materiales van a definir si es más adecuado enviarlos por paquetería, paletizados, en cargas completas o en grupajes -reservando metros de camión por sus dimensiones especiales-.
Consejos para elegir servicio de transporte
Los datos anteriores no van a ser los únicos que debas tener en cuenta. A continuación, añadimos algunos consejos fundamentales para optimizar la forma de elegir y gestionar el servicio de transporte que necesites.
Calcula el tiempo de transporte real, no el de tránsito
El tiempo de tránsito y el tiempo de entrega no es siempre el mismo. Para ilustrarlo con el ejemplo más básico, los servicios exprés denominados 24 horas suelen hacer referencia a que la mercancía se entrega al día siguiente de la recogida. Sin embargo, se puede dar el error de creer que el plazo de las 24 horas hace referencia a las horas desde que se realiza la recogida. Es decir, que un envío recogido a las ocho de la mañana se entregaría a las 8 de la mañana del día siguiente, en vez de durante el día siguiente.
Es algo que, de una manera similar, ocurre en los tránsitos internacionales. El tránsito de un barco puede ser de X días, pero para calcular su trayecto deberás saber el día en el que parte el barco (puede ser un determinado día de cada semana, de cada mes, etc.); si solo cuentas el tiempo de tránsito y se lo sumas al día en el que tengas tu mercancía lista a buen seguro tendrás problemas. Además, en tránsitos muy largos que pueden durar semanas y dar la vuelta a medio mundo es importante tener en cuenta la posibilidad de retrasos, que podrán ser mayores cuanta más distancia haya.
El servicio de transporte elegido puede afectar a tus costes de almacenaje
Valorar la multimodalidad
A la hora de elegir tu servicio de transporte, ¿tienes en cuenta la posibilidad de recurrir a la multimodalidad? Usar más de un método de transporte puede resultar muy eficiente en determinados trayectos. Aunque estudiar las posibles combinaciones y alternativas te vaya a suponer una dosis inicial de esfuerzo, puede que encuentres modos de optimizar tus trayectos que no serían alcanzables usando solo un medio de transporte.
Calcular el coste total
Si cuando hablamos de coste piensas exclusivamente en el presupuesto del transportista estarás dejando de lado otros factores igual de importantes. Por ejemplo, volviendo al supuesto de un barco que se retrasa. ¿Qué problemas podríamos sufrir ante un retraso? ¿Cuánto coste podríamos tener respecto al cliente tanto en imagen como en negocio o ventas perdidos? ¿Tenemos que enfrentarnos a mayores costes de almacenaje para poder tener un margen de mercancía de seguridad?
Sé un experto de lo que envías
Cuando hablamos de experto nos referimos a la hora de la logística y el envío. A buen seguro la mayoría de las empresas ya serán expertas de su producto en lo que se refiere a sus características de cara al cliente o al mercado. Sin embargo, es posible no serlo tanto sobre cómo hacemos llegar estos productos al mercado. ¿Qué características tienen nuestros productos? ¿Entran dentro de la categoría de mercancías peligrosas? ¿Qué legislación les afecta? ¿Cambia esta legislación en cada país al que envío? ¿Qué papel tenemos en la estiba de la mercancía? ¿Podríamos modificar su packaging para optimizar su logística (aumentando el número de productos por caja o por palé)?
También te beneficiarás de todo lo que vayas aprendiendo sobre logística. Poder saber cuándo te conviene recurrir a la paletería exprés o cuándo vas a ser capaz de rentabilizar la espera hasta llegar a acumular mercancía para una carga completa (o saber encontrar el punto intermedio entre rapidez -no tener que esperar a llenar el camión- y coste para usar servicios de grupaje).
Tipos de palés, dimensiones, pesos, impuestos, herramientas de gestión… Todo lo que vayas aprendiendo jugará a tu favor a la hora de diseñar cómo es el servicio de transporte que debes emplear.
El valor por encima del precio
Ya hemos visto cómo no debemos fijarnos solo en el precio para tomar nuestras decisiones, pero vale la pena hacer hincapié en ello. Dar un mejor servicio a los clientes es un activo que debes valorar, de la misma forma que la reducción de incidencias y el menor coste relacionado con solucionarlas. Otros añadidos cualitativos que debes tener en cuenta es la calidad de la información recibida (control de tu trazabilidad, la creación y el cumplimiento de indicadores de rendimiento, etc.).
Seguir estos consejos te pondrá en el buen camino para elegir el servicio de transporte idóneo.
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Fuente: https://www.transgesa.com
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