Ya estamos plenamente dentro de 2019. Y, como siempre, el inicio del año se ha llenado de listas de buenos deseos. Propósitos y compromisos para motivarnos de cara al curso que entra. En nuestro caso, como nuestra pasión es la logística, los pensamientos para el 2019 están enfocados en los retos y las tareas pendientes que tienen por delante las empresas de transporte nacional.
Desafíos de las empresas de transporte nacional
Afrontar la disrupción tecnológica
En los últimos tiempos el mundo de la empresa en general, y de la logística en particular, se ha visto prácticamente desbordado por la llegada simultanea de muchas tecnologías, todas ellas prometiendo El Dorado a los que se lanzaran a abrazarlas. Hablamos de avances como el Big Data, el Internet de las cosas y el Blockchain.
El potencial de estas herramientas es innegable. Sin embargo, lanzarse a por ellas sin analizar su uso y su implantación caso a caso es un atajo hacia el desastre. Las empresas de transporte nacional deben examinar qué pueden obtener de estas tecnologías, cómo estas dan respuesta a las necesidades actuales de sus clientes -o cómo podrían dar nuevas respuestas o servicios, aunque aún no hayan sido demandados explícitamente-, qué coste tiene su implantación, evaluar si la plantilla tiene la formación necesaria para su uso y cuáles son los plazos y los retornos de la inversión que esperamos.
Cambio de imagen del sector
Tradicionalmente la imagen pública del sector de la logística y del transporte ha sido la de un lugar poco atractivo en el que estar o trabajar. Resulta sencillo recurrir a tópicos sobre camioneros o sobre las empresas de transporte, e incluso dentro del propio sector resulta fácil encontrar a gente que sigue despreciando la importancia de la imagen que se proyecta al exterior.
Afortunadamente, cada vez son más las voces que reclaman la necesidad de lograr cambiar esta percepción que se tiene desde puertas para afuera. En nuestro caso, estamos muy orgullosos de formar parte de la red Palibex, una de las empresas de transporte nacional que más está haciendo por cambiar esta situación. Entre algunas de estas iniciativas están la presencia en desfiles de moda y el uso del arte urbano en los camiones. Cosas que parecían impensables pero que demuestran que la logística puede conseguir ser percibida de manera muy diferente.
Escasez de profesionales
Según el último informe anual del portal de empleo Infojobs, las vacantes en compras, logística y almacén registradas en su web se han duplicado en tan solo un año: 2017 cerró con 173.607 ofertas, 91.743 más que 2016, frente a las 16.902 vacantes de 2013, en plena crisis.
Según relataba a El Mundo Neus Margalló, responsable de estudios de Infojobs, el problema de la imagen también se encontraba detrás de esta problemática: «Todavía asociamos al sector logístico a mozos de almacén, carretilleros… pero cada vez más se buscan otro tipo de perfiles más especializados», apunta Margalló, como el de técnicos en cadena de suministro, gestión de stock, analistas de sistemas, jefes de tráfico, responsables de plataformas de distribución…”.
Pero eso no significa que solo falten profesionales en estos nuevos perfiles. Los puestos más tradicionales también están siendo difíciles de cubrir para las empresas de transporte nacional. Recientemente El Independiente afirmaba que “faltan 15.000 camioneros” en nuestras carreteras. La exigencia física y la cantidad de tiempo fuera del hogar hacen que puestos como el de mozos de almacén o conductores sean más difíciles de cubrir.
La mejora de la última milla
Algunos estudios estiman que hasta el 53% del coste total del transporte corresponde a la última milla, pese a que esta supone proporcionalmente una parte mucho menor en relación a los kilómetros realizados. Esto se debe a las dificultades propias de la última milla: ausencia de destinatarios una vez se ha llegado a destino, que se realiza a menudo en recorridos urbanos -los cuales son más propensos a los atascos-, etc.
El auge constante del ecommerce también está aumentado la presión sobre este punto. Hay más envíos que entregar, el destinatario cada vez requiere más velocidad o exige más particularidades -como las franjas horarias de entrega- y hay ciertas empresas que no permiten las entregas de comercio electrónico a sus empleados en el lugar de trabajo.
Para paliar esta situación, en los casos del ecommerce se están desarrollando opciones como los puntos de entrega alternativos: taquillas inteligentes, lugares de recogida en puntos públicos (especialmente tiendas), etc. En el caso de la mercancía paletizada, las empresas de transporte nacional están buscando una mayor colaboración y entendimiento con los gobiernos y los ayuntamientos. Mientras que la tendencia va hacia una mayor restricción de los vehículos en los cascos urbanos, estas entregas -necesarias para el funcionamiento de las ciudades- reclaman mayor flexibilidad en horarios, lugares de entrega o zonas reservadas para carga y descarga.
Cuidado del medioambiente
Las empresas de transporte nacional -y de todo el mundo- tienen una gran responsabilidad a la hora de cuidar el planeta en el que vivimos y nos movemos. La suma del consumo de energía destinado al transporte de mercancía y de personas supuso en 2015 el 42% del gasto energético total en España. Esta cifra supera en un 9% la media europea, por lo que las empresas españolas deben hacer los deberes en este apartado.
La situación se repite si hablamos de los gases de efecto invernadero. Según el Inventario Nacional de Emisiones, durante 2014 y 2015 la participación del transporte de mercancías y de pasajeros en estas emisiones correspondió al 28,7% del total, mientras que la media de la Unión Europea es de un 25,3%.
El mundo del transporte tiene a su disposición diversas herramientas para lograr mejoras en estos números. Entre ellas están la mejora en el trazado de las rutas gracias a la ayuda de la tecnología, la renovación de las flotas dando paso a vehículos más ecológicos, la llegada de nuevos vehículos (como los mega-tráilers, más eficientes en el consumo pero que a su vez plantean otros retos como la habilitación de vías y la creación de rutas para aprovecharlos), etc.
Estos son solo algunos de los principales retos de las empresas de transporte nacional para el año que hemos estrenado. Sin embargo, podemos ver cómo la tecnología y la formación van a ser un rasgo común en todos ellos. Las empresas que mejor uso hagan de estas herramientas estarán un paso por delante.
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Fuente: https://www.transgesa.com
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