El aprovisionamiento es la parte de la cadena de suministro que se encarga de que la empresa se provea de los materiales y materias primas necesarias para realizar sus actividades. Pero el hecho de que sea una parte no debe hacer que caigamos en el error de no prestarle la suficiente atención. El papel de facilitador o posibilitador que tiene el aprovisionamiento hace que de su buena marcha vayan a poder beneficiarse el resto de los actores de la cadena y, por tanto, de la empresa.
Consejos para lograr un buen aprovisionamiento
Depura tu gestión de riesgos
La gestión de riesgos de una empresa establece los posibles peligros que esta corre y establece una serie de medidas para que no sucedan y para paliar sus efectos si llegan a ocurrir. En el caso del aprovisionamiento tienes que preocuparte de varios factores. El corte o el retraso del suministro es el más obvio, pero también son posibles riesgos en el incumplimiento de la calidad de lo recibido e incluso los incumplimientos legislativos, que pueden tener consecuencias especialmente graves.
Desarrolla relaciones de calidad con tus proveedores
No basta con tener buenos proveedores; ni siquiera sería suficiente alcanzar el santo grial de contar con los mejores. A menudo, consolidar una relación de calidad con los proveedores va a hacer que los resultados puedan ser mejores que teniendo una relación mediocre con proveedores incluso de más calidad.
En una relación eficiente lograrás que tu proveedor comprenda mejor tus necesidades y que incluso te pueda aportar soluciones que no se te habían ocurrido. Por el contrario, si tienes una relación superficial no obtendrás todo lo que un buen proveedor te puede ofrecer fuera del ‘manual del servicio’.
Detecta los puntos de dolor de tu aprovisionamiento
Los puntos de dolor son aquellos apartados especialmente sensibles de nuestra empresa en los que los problemas se convierten fácilmente en asuntos de gravedad. Las compañías tienen montones de procesos, y no todos tienen la misma importancia jerárquica, y lo mismo sucede en el aprovisionamiento. Este proceso va de la mano de la gestión de riesgos, para saber dónde no puedes permitirte fallar para que el conjunto siga funcionando.
Para ello también debes conocer tu producto y qué aprecia tu cliente de él -o qué mejoras necesita o desearía-. Así sabrás qué necesitas que no falle en tu aprovisionamiento o qué podrías incorporar para optimizar tu producto. Por ejemplo, tal vez sea el lead-time -la cantidad de tiempo total que transcurre desde que se inicia el proceso de producción de un pedido hasta que se realiza la entrega de este al destinatario- y necesites proveedores más rápidos o más próximos que te eviten esperas.
Establece una visión de conjunto con tu cadena de suministro
Como ya hemos comentado, el aprovisionamiento es una parte de la cadena de suministro. Mientras que cada vez son más empresas las que reconocen un papel central a la cadena de suministro, aún queda trabajo por hacer a la hora de poner en relieve el papel que juegan las partes de dicha cadena.
Conseguir que la firma valore todo esto te permitirá disponer de los recursos necesarios, ya sean humanos o materiales, para que el aprovisionamiento y la logística sean un valor añadido de tu compañía.
Has de lograr mentalizar a la plantilla de que si la compañía quiere que su producto llegue al cliente en la forma, tiempo y cantidad deseados deberá empezar por ser consciente de todo el trabajo que hay detrás para que eso suceda.
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