La aerodinámica es una de las disciplinas clave del mundo del motor. Es capaz de hacer que un diseño sea atractivo, de pegar un F1 al suelo o de reducir el consumo de un automóvil, como sucede con el Air Vent Control de BMW.
En el diseño de cualquier vehículo, la aerodinámica juega un papel cada vez más importante. Según la mayoría de los estudios realizados, el aspecto más decisivo a la hora de comprar un coche es la línea, es decir, el diseño exterior. Aunque la aerodinámica es uno de los factores que contribuye de manera fundamental a dar un aspecto más o menos atractivo al vehículo, no es esta su única misión y hay importantes características técnicas y de seguridad que dependen de un eficiente diseño aerodinámico.
Para lograr que un coche tenga menos resistencia al aire y se reduzca el consumo del mismo, se montan sistemas que provocan la reducción de la resistencia al aire del vehículo. La altura rebajada de la carrocería y el sistema de apertura variable de las ranuras de la parrilla delantera del radiador son dos recursos técnicos cada vez más utilizados por las marcas de automóviles.
En un vehículo que no cuenta con este sistema de apertura de las ranuras de la parrilla del radiador, en todo momento el aire entra por dichas ranuras, por lo que varias marcas ya han ideado sistemas que regulan la apertura y cierre de las mismas. El sistema Air Vent Control de BMW se encarga de cerrar de una forma automática la entrada de aire por la parrilla delantera del frente del vehículo, siempre y cuando no se necesite refrigeración de aire.
El conjunto que forma este sistema controla constantemente la temperatura del motor, manteniéndola correcta para el funcionamiento, abriendo y cerrando la toma de aire cuando sea necesario. Si la sincronización del sistema de refrigeración es la correcta, no se necesita refrigeración adicional, con lo cual el control de la ventilación hace que las entradas de aire permanezcan cerradas, consiguiendo la mejora de la aerodinámica y ayudando al motor a alcanzar más rápido la temperatura normal de funcionamiento que suelen ser 90ºC.
El flujo de aire que atraviesa el radiador provoca que aumente la resistencia al aire restando aerodinámica al vehículo, traduciéndose en un aumento del consumo de combustible. Las entradas de aire son controladas electrónicamente y van situadas delante del radiador del motor, abriendo o cerrando el paso de aire fresco.
Cuando las entradas de aire están cerradas, provocan que después de arrancar el motor en frío, tanto el aceite del motor, líquido refrigerante, catalizador etc. alcancen su temperatura de funcionamiento más rápido y la mezcla de aire-combustible en el interior del cilindro se queme de una forma más homogénea y eficiente, reduciendo considerablemente las emisiones contaminantes.
Durante la conducción cuando la velocidad del vehículo aumenta, la unidad de control del sistema Air Vent Control cierre la entrada de aire. También cuando conectamos el equipo de aire acondicionado o climatizador, la unidad del sistema Air Vent Control actúa sobre las trampillas de entrada de aire hacia el motor, abriéndolas para que entre aire del exterior y así la refrigeración y los cambios de estado del gas refrigerante del aire acondicionado puedan efectuarse correctamente.
Con este recurso tecnológico, se elimina la resistencia que provocaría el flujo de aire constante a través del radiador. El tema está claro: a mejor aerodinámica, menor consumo de combustible.
Escrito por Juan Pedro Mateos
Fuente: https://www.autofacil.es
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