El alternador es el elemento del circuito eléctrico del automóvil que tiene como misión transformar la energía mecánica en energía eléctrica, proporcionando así un suministro eléctrico durante la marcha del vehículo.
Antes del alternador existía la dinamo, sistema que paulatinamente fue siendo sustituido por el alternador a partir de los años 70.
El principio de funcionamiento es relativamente sencillo: el alternador es un dispositivo que, al girar, genera en su interior una corriente alterna mediante inducción electromagnética; para girar, el alternador va conectado al motor a través de la correa auxiliar o de accesorios.
El alternador de un vehículo es un dispositivo diseñado para proporcionar corriente eléctrica, la cual se destina a recargar y mantener la carga de la batería, así como a suministrar corriente a todos los sistemas eléctricos que lo requieran, como la iluminación, la climatización, etc. denominados consumidores eléctricos.
En la actualidad, los vehículos incorporan gran cantidad de componentes que requieren alimentación eléctrica. De no ser por los alternadores actuales, muchos de estos sistemas no podrían funcionar correctamente, al tener necesidades eléctricas muy exigentes.
Pero el funcionamiento del alternador puede verse interrumpido por alguna avería interna que se produzca por número de kilómetros o por horas de funcionamiento.
El diagnóstico de una avería en el alternador no es muy complicado, ya que, si este funciona mal va a provocar que otros componentes o consumidores eléctricos se vean afectados e incluso dejen de funcionar.
Unos de los indicadores que nos pone en alerta que hay un problema en el alternador, es la luz de batería encendida en el cuadro de instrumentos.
Cuando la luz de batería se queda encendida constantemente después de arrancar el motor, nos avisa que tenemos un problema bien en el alternador y en concreto en algún componente interno, o el problema puede venir incluso de una batería en mal estado y con una carga baja o casi nula.
Hay que destacar que, si se enciende el testigo de la batería en el cuadro de instrumentos, lo más recomendable es abrir el capó y mirar en primer lugar si la correa auxiliar o correa de accesorios sigue en su sitio o de lo contrario se ha roto y ese es el problema, aunque si se rompe también notaremos que la dirección se endurece si es con asistencia hidráulica y la bomba deja de recibir el movimiento de la correa.
Otra de las causas que encienden el testigo de la batería y nos avisa de una anomalía en el circuito eléctrico del vehículo, es que el regulador, escobillas e incluso la placa de diodos o puente rectificador se han roto.
Si el problema es el regulador puede ser que no logre regular la tensión de salida a la batería y no realizar la regulación de la tensión, con lo que provocará en el peor de los casos que el electrolito de la batería se caliente más de la cuenta llegando a hervir y provocando que las placas se sulfaten, ocasionando una avería más y, en vez de sustituir el alternador, también haya que sustituir la batería.
Hay veces que circulando de noche notamos como las luces suben y bajan de intensidad, avería que viene provocada en la mayoría de los casos por el regulador, que en el peor de los casos puede provocar que al no regular y cortar la tensión de salida, la bombillas se fundan.
Si la carga de la batería es muy baja, va a provocar que el alternador no funcione correctamente. Deberemos comprobar el voltaje a la salida de la batería y utilizando como elemento de medida un voltímetro-amperímetro.
La forma de realizar la comprobación será con el motor parado y motor en marcha, para observar si la avería está en el alternador o en la batería.
Si con el motor parado, la lectura de la tensión de batería es por debajo de 12 voltios, el problema lo tenemos en ésta, pero, si por el contrario, arrancamos el motor y la tensión es menor de 13 voltios, podemos tener el problema en el alternador.
Otra de las averías que podemos tener son ruidos en el alternador, provocados por un mal estado de los rodamientos de éste, o que la polea libre se haya roto e incluso la correa auxiliar esté en mal estado.
El paso de los años, las horas de funcionamiento y los kilómetros del motor, van a provocar una disminución en el rendimiento de los componentes y accesorios del vehículo.
Si el alternador tiene algún componente interno defectuoso que provoca un mal funcionamiento del mismo, se recomienda sustituirlo por completo por uno nuevo o de intercambio (damos el viejo y nos dan uno reparado con garantía habitualmente de un año) siendo el precio medio de unos 200€.
Escrito por Juan Pedro Mateos
Fuente: https://www.autofacil.es
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