Ford ha implementado en el Mustang Mach-E un software inteligente llamado Intelligent Range que es capaz de estimar la autonomía real restante en su batería sin variarla en todo el recorrido. El sistema se basa en datos obtenidos a partir de crowdsourcing, la meteorología prevista, el tráfico, el historial de consumo del vehículo y la orografía. Gracias a la introducción de múltiples variables, el conductor tendrá al alcance de un vistazo una previsión realista de cuantos kilómetros puede hace con la carga de batería disponible.

Mark Poll, gerente del Team Edison de Ford le ha explicado a la web Electrek las innovaciones que aporta el sistema de cálculo de autonomía del Mustang Mach-E respecto a la competencia. El software se basa en dos protocolos de predicción distintos, que no estarán disponibles a la vez. El primero es el cálculo local basado en los hábitos del conductor. El segundo, basado en la nube, no llegará al software del Match-E hasta mediados de 2021.

Ambos sistemas requieren que los conductores participen en el programa de servicios conectados de Ford. A cambio, y para incentivar que sus clientes se adhieran a él, el fabricante está ofreciendo entre tres y cinco sesiones de carga gratuitas tras el registro. Sin el plan de conectividad, el sistema Intelligent Range de Ford no puede acceder a la mayoría de los datos que necesita para funcionar.

Ford Mustang Mach-E

En los sistemas habituales de cálculo de autonomía la base son los consumos locales realizados durante los últimos minutos u horas de circulación y, en algunos casos, también de la orografía y el tráfico. Esta predicción no tiene en cuenta las posibles modificaciones en los consumos que se producen por otras circunstancias diferentes. En esto se ha basado Ford para dar un enfoque completamente diferente a su software. Toma como base la ruta completa y tiene en cuenta, además del perfil orográfico, el tráfico y los consumos propios, los realizados por otros conductores en las mismas condiciones.

Cuando se configura una ruta, los datos completos se descargan al coche, para no tener que depender de la conexión a internet durante el recorrido. La ruta se divide en varios segmentos discretos en función de la orografía. Por ejemplo, si en el recorrido hay un puerto, se dividirá en un tramo de subida y un tramo de bajada. En cada uno de ellos se utilizan consumos diferentes para calcular los kilómetros que se restan a la autonomía y los que se suman (en la bajada por ejemplo). Este tipo de cálculo evita que la autonomía descienda bruscamente durante la subida para luego recuperarse en la bajada, evitando sustos innecesarios al conductor.

La predicción se ajusta un poco más con los datos de consumo particulares de cada conductor. Ford estudia los hábitos de conducción típicos del vehículo específico cada día de la semana, dividiendo el tiempo en bloques y teniendo en cuenta las condiciones de tráfico en cada momento y la temperatura exterior. Finalmente se presenta un único dato que prácticamente no varía durante el recorrido.

El software del Ford Mustang Mach-E se basa en la precisión.

Según Poll, la estimación de la autonomía se basa en la precisión, al contrario de los que hacen otros coches eléctricos que ofrecen una única autonomía que varía mucho durante el trayecto o varias predicciones con máximos o mínimos que normalmente no se ajustan a la realidad. El dato que ofrece el tablero del Mustang Mach-E no varía salvo que las condiciones del viaje cambien radicalmente o si se cambia de ruta. Cuando eso ocurra, el conductor lo sabrá porque el coche se lo indicará con un mensaje emergente que indica el motivo. Según Ford, respecto a otros sistemas que también tienen en cuenta la orografía y el tráfico, el software aporta tranquilidad al conductor, porque esos mensajes emergentes serán muy escasos.

“Tener un algoritmo basado en el aprendizaje nos permite no hacer suposiciones”, concluye Poll. “El sistema aprender de la realidad”. Cuando el coche llega a manos de su propietario, las predicciones de autonomía arrancan teniendo en cuenta el promedio en toda la flota para ese tipo de vehículo. Luego, con el tiempo “vamos puliéndola con los detalles individuales”.

Heredero del Ford Focus eléctrico

Ya en su día, el ya olvidado Ford Focus eléctrico ofrecía un sistema de predicción diferente al de sus competidores. El sistema partía de una autonomía inicial, calculada a partir de los consumos anteriores del vehículo, que llamaba “Presupuesto”, una mala traducción de la palabra inglesa “Budget”. A esta autonomía se le asignaba un valor de “Consumo Presupuesto”. A partir de este momento, ya en marcha el sistema mostraba unas barras de consumo real o “Estado” sobre las que se marcaba el consumo medio inicial. De esta manera, en todo momento el conductor conocía si estaba por encima o por debajo de la autonomía inicial calculada. Si el Estado era negativo, la autonomía era inferior a la “presupuestada” y si era positivo, era superior. De manera gráfica este valor se reflejaba también con una animación en forma de mariposas, que en se mostraban en el lado derecho del tablero, una por kilómetro recuperado.

Tablero del Ford Focus eléctrico.