Traducción por José Samar para el blog Movilidad conectada del articulo: Future of mobility: it’s the business model, stupid! de Josep Laborda. Más sobre el autor
Los vehículos autónomos estarán presentes en nuestras calles de manera significativa en unos 10 años, siendo esto particularmente latente en los entornos urbanos. Los vehículos autónomos estarán permanentemente conectados, a Internet, a otros vehículos y a la infraestructura a través de C-ITS, y formarán parte de una red muy compleja en los ecosistema de movilidad / IoT. Las implicaciones son múltiples, y también lo son los desafíos al que se enfrentan las ciudades.
El papel de las autoridades publicas
Es probable que los vehículos totalmente autónomos sean demasiado caros para su propiedad individual y, por lo tanto, los veamos formar parte de flotas (tanto públicas como privadas), al menos inicialmente. Las autoridades públicas desempeñan un papel clave para introducir progresivamente nuevas tecnologías e infraestructuras a nuestras ciudades para facilitar la puesta en escena de los vehículos eléctricos y autónomos. En algunos países los operadores de transporte público están experimentando con servicios de transportes automatizados, aunque restringido a escenarios muy controlados y específicos, a veces usando carriles exclusivos con interacción limitada con otros vehículos, en la mayoría de las casos los conductores están presente en los vehículos para tomar el control en caso de algún fallo del sistema y funcionan a una velocidad operativa que todavía está lejos de ser competitiva, pero desde luego, es un gran paso.
Los maquinas tienden a cometer menos errores que los humanos y por lo tanto a ser mejores conductores que nosotros, así que contribuyen de mejor manera a cumplir con los “KPI sociales”, tales como:
- Seguridad vial: Reducción drástica de los accidentes ya que la mayoría de los accidentes viales derivan de algún error humano.
- Protección ambiental: Reducción de la congestión gracias a un uso más racional y eficiente de la infraestructura vial, además con la electrificación se estará contribuyendo a combatir la contaminación del aire.
- Aumento de la productividad global: Los conductores podrán emplear el tiempo de los viaje para otras tareas distintas a la conducción, que al fin y al cabo es un tiempo desperdiciado.
- Inclusión social: De todos los ciudadanos, especialmente aquellos que tienen dificultades para acceder a la movilidad, como los ancianos y los discapacitados.
- Ciudades más habitables: Recuperación de los espacios de estacionamiento en las ciudades para otros usos como; parques, zonas verdes, etc. Si bien es ampliamente aceptado que los vehículos autónomos permitirán una perspectiva futura de menos vehículos en la carretera, una mejor calidad del aire y ciudades más inclusivas y habitables.
Jugadores nuevos (y no tan nuevos)
La principal arma de los jugadores privados en el transporte no es solo los algoritmos de inteligencia artificial complejos o los sensores de alta tecnología, sino su capacidad para mantenerse rentable y generar buenos ingresos, y cada vez más, con la contribución inestimable de la automatización. Los inversores que han respaldado a muchas de estas compañías lo han entendido desde hace mucho tiempo, es una de las principales razones por la que siguen invirtiendo grandes cantidades de dinero en unicornios, como Uber. El caso de Uber merece un artículo en profundidad por separado, pero parece bastante evidente que Uber persigue el dominio global de la industria de la movilidad con la premisa de “el ganador se lo lleva todo”.
Al mismo tiempo, se están produciendo desarrollos extremadamente interesantes, en el ámbito del transporte, con un espíritu más “democrático”, como “La movilidad como servicio”. Con las MaaS, se combinarán diferentes servicios de movilidad, de forma transparente, para que los usuarios finales tengan una amplia gama de combinaciones posibles para llegar desde A a B, incluidos Uber y. Mientras que algunos analistas afirman que la capacidad de Uber para captar clientes y conductores de los operadores se debe principalmente a los 2 mil millones de dólares en financiación anuales de sus inversores (financiación, entre otras, campañas masivas de publicidad y concienciación, etc), los proveedores MaaS deberían ganar la atracción del usuario ofreciendo una oferta de movilidad verdaderamente convincente que incluya combinaciones de automóviles, bicicletas, scooters, etc. Y por supuesto, el transporte público como la columna vertebral.
La cooperación público-privada es fundamental, de modo que se protejan los intereses de los consumidores y se cumplan los objetivos de las políticas públicas. Imagine que en el futuro en transporte está dominado por Uber bajo un monopolio. Es muy probable que los usuarios sufran un aumento de precios fuera de control impulsado por los inversores que reclaman su retorno.
Sin duda, un ecosistema para la movilidad con el mejor escenario posible seria con varios proveedores de servicios entrando en el juego, y una capa MaaS en la parte superior, que incluya una fácil administración de los viajes, reserva y pago, de tal manera que se fomentarían las tarifas competitivas y la libertad de elección, lo que contribuirá a facilitar la vida de los usuarios. De esta forma, el operador MaaS se convertirá en un nuevo jugador que “conecta los puntos”, generando valor para los proveedores integrados en él, atrayendo nuevos clientes, y naturalmente proporcionando más alternativas de movilidad para los usuarios finales
En una era donde el acceso a la propiedad se está convirtiendo en una tendencia global, las empresas del sector de la movilidad han sabido cómo persuadir a los usuarios sobre el acceso a los servicios de movilidad englobados dentro de la economía colaborativa. Ya no es difícil ver como las personas ceden sus preciados automóviles a completos desconocidos, es un cambio de mentalidad con un producto que siempre ha costado mucho de dejar prestado incluso a nuestras personas tan cercanas como familiares y amigos.
Incluso si son capaces de atraer inversión privada, las empresas que desarrollan las MaaS tendrán dificultades para prosperar, en parte debido a la falta de dinero destinado para actualizar los sistemas de transporte público, y a menudo debido a la falta de una visión compartida entre sector privado y público. Idealmente se debería combinar los servicios de movilidad privados con el transporte público para que sean lo suficientemente atractivos para atraer a los viajeros. Además, los ingresos de las operadoras MaaS probablemente no provengan de futuros acuerdos con operadores de transporte público, que a menudo son muy deficitarios y están sostenidos económicamente por los gobiernos. El objetivo es lograr que las autoridades del transporte público comprendan que no deben evitar cooperar con el sector privado de la movilidad con el fin de estimular el mercado de los nuevos servicios de movilidad y para el beneficio final de los ciudadanos, que al fin y al cabo es a lo que se debe el transporte público.
La tecnología autónoma es sin dudas una tecnología prometedora, pero…
Algunos factores positivos y oportunidades a considerar son:
- Eficiencia: La IAs serán conductores más eficientes y racionales que los humanos, no tendrán casi ningún accidente, además de unos “salarios” mucho más bajos y no se quejarán si se les pide que trabajen sin parar para satisfacer a los usuarios.
- KPI mejorados: un factor clave para que los operadores lleguen a su punto óptimo es la capacidad de mejorar sus KPI operativos, como, por ejemplo, la tasa de ocupación de los vehículos. El Boston Consulting Group predice que; “un automóvil autónomo compartido con tres personas podría costar a los operadores menos por milla que el ferrocarril” .
- Nuevos casos de uso: Al principio, los automóviles autónomos servirán para casos específicos de uso en un ámbito muy estrecho, en escenarios estrictamente controlados. Posteriormente, la tecnología sin conductor irá progresivamente acaparando más sectores y ámbitos de usos.
- Nuevos clientes: Los automóviles autónomos tienen el potencial de facilitar el acceso a una movilidad más cómoda y asequible para los “nuevos” clientes, como personas mayores y discapacitadas, y por qué no los niños que viajan solos de la escuela a casa y viceversa, por poner un ejemplo. Hay muchos nuevos clientes potenciales que estarán dispuestos a pagar por ofertas similares a las MaaS impulsadas por la automatización.
No obstante, los inconvenientes u obstáculos para la amplia adopción de automóviles autónomos no son insignificantes. Además de los aspectos jurídicos, reglamentarios, de seguridad, responsabilidad, privacidad de datos, aceptación del usuario y cuestiones tecnológicas comúnmente reconocidos, cabe mencionar también los siguientes:
- Infraestructura: Se requerirá una mejora sustancial de la infraestructura vial, para la cual habrá que asegurar fondos públicos y privados significativos. Esto será muy desafiante si no hay suficientes usuarios reales para justificar un ROI decente (el típico problema de los huevos y las gallinas que también estamos presenciando con el despliegue de las tecnologías V2I). Por lo tanto, los automóviles autónomos comenzarán a desplegarse por las carreteras que ya son “compatibles” hoy (siempre dentro del marco legal y la aprobación política), y esto limitará el número de casos de uso factibles, al menos en las primeras etapas. Las restricciones de diseño en entornos urbanos probablemente serán aún más difíciles de superar, en este aspecto.
- Visión compartida: En muchos casos, la falta de una visión compartida (y ambición) y un enfoque empresarial sólido que sea válido para TODAS las partes interesadas e implicadas en el despliegue de los automóviles autónomos derivan en un retraso en su introducción y expansión. Esto es especialmente tangible con muchas autoridades públicas, que a menudo tienen hojas de ruta que no están alineadas o están demasiadas influenciadas por los motivos políticos.
- Costes: La tecnología autónoma todavía está muy lejos de ser asequible, por lo que tendremos que esperar hasta que los costes de producción bajen para poder pasar de ser una “prueba de concepto” y comenzar a verlos operar en condiciones reales (que es algo que ocurrirá tarde o temprano, de la misma manera que vemos un número cada vez más creciente de vehículos eléctricos en nuestras carreteras gracias, entre otros factores, a una caída en el costo de las baterías).
- Efectos colaterales (negativos): Los vehículos autónomos facilitará el acceso a la movilidad para muchos más viajeros, como personas con discapacidad, personas mayores, niños y generaciones de jóvenes que simplemente han perdido el interés en conducir. El aumento de pasajeros que anteriormente no accedían a la movilidad con vehículos convencionales aumentarán la congestión total y posiblemente contradigan uno de los argumentos más repetidos de los vehículos autónomos: que ayudará a evitar la congestión (un ejemplo de ello es que un estudio reciente demuestra cómo el éxito de las aplicaciones para compartir viajes, como Uber y Lyft, contribuye directamente al aumento de la congestión del tráfico en Nueva York). Es una gran noticia que una startup (ahora unicornio) como Uber haya revolucionado la industria del transporte, sea pionera y haya sentado las bases de una tecnología más diversa, una experiencia de viaje habilitada e impulsada por las personas, centrada en el usuario y personalizada. El desafío será lograr que los usuarios y las autoridades públicas encuentren un buen ajuste para que todos estos nuevos servicios de movilidad junto con el sistema de transporte público se complementen, coexistan y sobre todo funcionen ¿Será las MaaS el modelo que más se ajuste? ¡El tiempo lo dirá!
Los fabricantes de automóviles en un punto de inflexión
Los fabricantes de automóviles también pretenden entrar en el juego (¡no olvidemos que durante mucho tiempo han sido los principales proveedores de movilidad personal!). La transformación de los automóviles en vehículos eléctricos y completamente autónomos, combinado con el cambio del modelo de negocio en la propiedad del automóvil hacia la economía compartida ya está afectando no solo a la industria automotriz, sino también a las finanzas, seguros y otros sectores. Los fabricantes de automóviles han comprendido que ya no solo (o principalmente) construyen y venden automóviles, sino que más bien están proporcionando servicios en torno a la “experiencia de movilidad”, que se está volviendo mucho más rica, más tecnológica, menos centrada en la propiedad individual y más intermodal.
Los fabricantes de automóviles están adoptando dos estrategias principales que satisfacen la demanda de los consumidores conectados en este nuevo campo de juego de nivel:
- Creando nuevas marcas subsidiarias para desarrollar y operar nuevos servicios de movilidad, principalmente diseñados para entornos urbanos. Ejemplos notables son Moovel de Daimler, MOIA de VW, Free2Move de PSA, Maven de GM, TAMO de Tata. Todos comparten al menos una ventaja competitiva: si es necesario, sus empresas matrices proporcionarán los vehículos para operar muchos de estos nuevos servicios, o incluso diseñar vehículos personalizados para cumplir con requisitos específicos, por ejemplo, para convertir los asientos de los automóviles en módulos personalizados según su utilidad.
- Crear o participar en incubadoras y aceleradoras. Apoyo, tutoría e inversión temprana en startups de alto potencial que desarrollan conceptos y soluciones relacionadas con la movilidad. Por ejemplo, BMW iVentures o Mobility X recientemente creado por Daimler.
- Adquirir o invertir en startups consolidadas para aumentar rápidamente su cartera de servicios de movilidad (por ejemplo, RideScout, MyTaxi, adquirida por Moovel) o en tecnologías de conducción autónoma (como la inversión de Ford de mil millones de dólares en la firma de tecnología autónoma Argo AI; GM con la adquisición de Cruise Automation por más de mil millones de dólares, y con la inversión de 500 millones de dólares en Lyft; Intel 15 mil millones de dólares en compra de Mobileye, con BMW planeando integrar la tecnología en el sedán eléctrico iNext ) También es digno de mención que Daimler, Audi y BMW adquirieron conjuntamente el Nokia Here por 3.1 mil millones de dólares en un intento de liderar la revolución del automóvil sin conductor.
- Establecimiento de alianzas intersectoriales para llevar a cabo investigaciones interdisciplinarias sobre nuevos servicios de movilidad urbana. En Barcelona, se ha lanzado la Cooperative Automotive Research Network Automotriz (CARNET) , que ha sido iniciada por Seat, Volkswagen Group Research y la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), entre otras muchas cosas organizan hackatons entre estudiantes, donde se premian las mejores ideas, además de servir para descubrir nuevos talentos para el desarrollo del sector.
- Proporcionar vehículos a otros operadores, convirtiéndose en proveedores de flotas, tratando de asegurar cierta relevancia en el mercado asociándose con ellos (un movimiento arriesgado, ya que en este caso los fabricantes dejaran de tener un contacto directo con los usuarios y el automóvil no será más que una “mercancía”, algo a lo que los fabricantes de automóviles ciertamente no están acostumbrados).
Si Uber, Lyft, Google y similares retienen una buena proporción de clientes que demandan servicios de movilidad, y si estos implican conducir (o montar en) automóviles, estos automóviles aún tendrán que ser construidos por OEM. Cada vez más, los OEM están “obligados” a dejar que otras marcas entren en “sus” vehículos e interactuando con “sus” clientes. Los usuarios demandan conectividad; les encantan sus iPhones y teléfonos Android, y están acostumbrados a su interfaz y a sus aplicaciones favoritas; y ahí tienes CarPlay y Android Auto, como resultado. Es una lógica muy simple, de hecho. Los OEM quieren retener clientes, de una forma u otra. Y querrán que uses Uber en un automóvil de su marca, no en un automóvil de sus competidores. Con Uber (y Lyft, etc.) haciendo una gran apuesta en la automatización, los OEM se convertirán en proveedores de estas flotas automatizadas (porque los conductores privados no serán propietarios de automóviles sin conductor).
El potencial de los vehículos autónomos
Los automóviles autónomos tienen un gran potencial para generar nuevas fuentes de ingresos. A continuación se presentan algunos factores o elementos claves:
- Tiempo: Una de las cosas más importante que ofrecerán los automóviles sin conductor es tiempo. Y el tiempo al fin y al cabo es dinero. McKinsey ha estimado que los vehículos autónomos liberarán 50 minutos por día a cada conductor. Esta ganancia de tiempo se podrá emplear para trabajar (también conocido como “oficina portátil”), leer un libro, comprar cosas online, consumir contenido multimedia (streaming de tus series favoritas, por ejemplo)… O simplemente dormir.
- Datos: Esta plétora de nuevos servicios a bordo de los vehículos generarán (realmente ya generan) una inmensa cantidad de datos, que pronto serán utilizados por los especialistas en marketing para adaptar sus servicios a las preferencias de los consumidores e incluso anticipar sus necesidades y deseos, generando enormes oportunidades comerciales. El precio de compra de una impresora o una máquina de café Nespresso no es nada comparado con los ingresos generados por los cartuchos y las cápsulas de café. Del mismo modo, el automóvil se convertirá en una mera “herramienta” para movilizarse y conectará a los pasajeros con las empresas. La personalización será clave, de modo que los usuarios no se vean atosigado por demasiada publicidad genérica y no solicitada, y por lo tanto sin interés para él, sino que obtengan lo que quieren o necesitan mientras se desplazan (incluso si aún no lo saben), de una manera más oportuna. Un ejemplo de este “saber hacer” es la función de Spotify Discover, que aprende de los gustos de sus usuarios mientras escuchan música, y de esa manera genera una lista de reproducción personalizadas para cada uno de ellos. Esto les hace regresar y porque no, pagar por volver al servicio. Avancemos un paso más e imaginemos, por ejemplo, que el automóvil podrá “sentir” nuestro estado de ánimo y reproducir música en consecuencia. Estos servicios controlados por una IA harán que el automóvil sin conductor sea más divertido de usar, no el típico y aburrido viaje en taxi. Los sectores más tradicionales, como las empresas de seguros ya están usando datos detallados de los estilos de conducción para impulsar los esquemas de pago por uso. Un sin fin de aplicaciones serán posibles gracias al análisis de los datos…. Si asumimos que la privacidad de los datos es un engaño.
- Seguridad: “Conducir” bajo niveles semi-autónomos (SAE 3) o con un alto grado de automatización (SAE 4) generará de manera predecible algunos efectos negativos y no deseados, como conductores aburridos, demasiado desconectados de la tarea de “conducir” o de al menos de estar atento a la calzada y a cualquier imprevisto. El automóvil puede detectar discretamente los estados fisiológicos de los conductores (especialmente aquellos que no son seguros mientras están detrás del volante), mientras evalúa constantemente el estado ambiental, combinado con los HMI adaptativos para informar al conductor en cada situación sobre eventuales peligros, etc. Esto será la base para implementar transiciones intuitivas desde el modo de conducción manual al automático (y viceversa), mejorando así la seguridad, la comodidad y la transición de los usuarios a la conducción autónoma.
- Costes: ¿quién asegurará los automóviles sin conductor? En Asia, Tesla comenzó a vender automóviles como un “pack todo en uno” dentro del precio de sus coches, este pack abarca desde el seguro hasta los costos de mantenimiento del automóvil, todo incluido en el precio. Este es un movimiento inteligente por parte de Tesla, más que un incentivo de compra aborda un intangible que es particularmente importante para la movilidad futura: proporcionar tranquilidad a los usuarios. Las estadísticas de la NHTSA desvelaron recientemente que las tasas de accidentes de los automóviles Tesla han caído un 40% desde que se instaló el Autopilot por primera vez. Si los automóviles que circulan por sí mismos reducirán el número de colisiones, en consecuencia, debería de haber una reducción en la póliza del seguro. La combinación de servicios es una de las estrategias posibles para que los clientes puedan tener los costos de movilidad bajo control.
Una vez más, esta es una de las “innovaciones” presentadas por las MaaS (complementadas por el sistema de pago por uso). En un mundo con menor propiedad de vehículos, el “Costo de la propiedad” tradicional deberá sustituirse progresivamente por el “Costo de la movilidad”.
El transporte del futuro se modelará básicamente y estará determinado por modelos de negocio capaces de generar ingresos mientras responden flexiblemente a las (nuevas) necesidades y demandas de los usuarios. Si los usuarios obtienen la movilidad que demandan, adoptarán nuevas tecnologías y pagarán por ellas. El marco legal necesario y las tecnologías vendrán sin duda, incluidos los vehículos sin conductor que facilitaran nuestras vidas, es cuestión de poco tiempo.
Escrito
Fuente: https://movilidadconectada.com
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