La batería de 12 voltios del sistema eléctrico de los coches con motor de combustión y de la mayoría de coches híbridos (otra cosa es la batería de alta tensión) tiene dos funciones principales.
La primera es suministrar potencia eléctrica necesaria para mover el motor de arranque a la hora de poner en marcha el motor, y proporcionar la alimentación que necesitan los equipos eléctricos del vehículo –(aros, limpiaparabrisas, radio….) cuando se encuentra parado, en caso de una alta demanda de energía o si en una situación concreta, el motor no puede proporcionar suficiente potencia al alternador.
Una vez el vehículo se encuentra en marcha, la batería se recarga por medio del alternador.
¿Por qué puede estropearse la batería?
Existen diferentes motivos por los que puede tocar cambiar la batería. El primero, porque su vida útil es limitada. No existe una norma fija, pero en condiciones normales una batería puede durar entre 3 y 5 años, según el vehículo.
Otra posibilidad es que la batería se descargue por completo, lo que puede provocar que algunos de los vasos internos se comuniquen. Una batería puede descargarse simplemente por haber dejado los faros encendidos. O por una situación larga de inactividad, como las que está provocando la cuarentena debido al estado de alarma por la epidemia del coronavirus.
Para evitarlo, puedes seguir estos consejos. Aquí también te contamos si merece o no la pena arrancar el coche aunque no lo muevas para proteger la batería en caso de inactividad.
¿Cuándo cambiar la batería?
Lo más exacto y profesional es utilizar un polímetro para comprobar el estado de la batería. Pero si notas que tu coche tiene dificultades para arrancar, puede ser el momento de cambiarla.
Si se trata de una batería nueva y se ha descargado por cualquier motivo (haberte dejado una luz encendida, largo período de inactividad), es posible que tras arrancar el coche utilizando unas pinzas y un segundo coche auxiliar, o un arrancador portátil, la batería pueda recuperar su carga y seguir funcionando normalmente tras un recorrido por carretera. También puedes utilizar un cargador de batería.
Si no es así, y sigue dando problemas al arrancar, es el momento de sustituirla. En algunos coches, si la batería está al límite de su capacidad, aunque consigas arrancar con dificultad, puedes notar disfunciones sobre la marcha, como testigos que se encienden en el cuadro (ABS, ESP) o incluso problemas con la dirección asistida.
¿Qué tengo que tener en cuenta al comprar la batería?
Lo primero de todo es la capacidad, que se mide en Amperios hora (Ah). Normalmente puedes montar una batería con algo más de capacidad de la que lleve tu coche (tardaría más en descargarse si, por ejemplo, te dejas las luces encendidas), pero lo ideal es que mantengas la que recomienda el fabricante.
Otro aspecto importante es la capacidad de arranque o “corriente de arrnque en frío”, que se mide en amperios (A). Esta cifra determina la energía que ofrece la batería a la hora de realizar un arranque en frío. Suele se bastante mayor en los diésel que en los gasolina.
Además, es importante conocer las dimensiones del compartimento en el que encaja la batería. Cada coche tiene una zona destinada al efecto con unos sistemas de sujeción o incluso con una carcasa de protección, por lo que si nos pasamos en alguna de las dimensiones, es posible que no podamos instalarla. En este sentido es igualmente importante respetar la ubicación del polo positivo y el polo negativo (a la izquierda o a la derecha, según se mira la batería de frente). Los cables de conexión suelen ser cortos y poco flexibles, es poco probable que puedas instalar una batería con el polo negativo a la derecha en un coche en el que la batería montada tenga el polo negativo en la izquierda, y viceversa.
También es necesario, como ya se ha comentado, tener en cuenta si la batería está destinada a un coche con o sin start-stop. Los coches con start-stop necesitan baterías especiales, adaptadas para soportar mayor número de ciclos de arranque.
Precio: ¿cuánto cuesta una batería para el coche?
El precio de la batería para el coche depende mucho del tipo de vehículo y, por lo tanto, de las características de la misma, pues según el motor, se necesitan baterías de distinta capacidad y voltaje. Normalmente los diésel necesitan baterías con mayor capacidad, por lo que son algo más caras. También es más cara la batería de un coche con start-stop. En este caso, la batería suele incluir un indicativo «Ready start-stop».
A modo de ejemplo, una batería de 45 Ah para un utilitario sin start-stop, como puede ser un Ford Ka TDCi de 75 CV tiene un precio medio de unos 40 euros si se trata de una “marca blanca”, y casi el doble si hablamos de una de las marcas más reconocidas (Bosch, Varta).
En el caso de un coche compacto, como podría ser un Ford Focus, el precio para una batería en el caso de motor de gasolina, que suele ser de 60 Ah, tiene un precio que oscila entre 75 y 100 euros. Para un Focus TDCi, que necesita una batería de 70-75 Ah y con mayor potencia de arranque en frío, el precio puede estar en torno a los 120 euros.
¿Puedo cambiara la batería yo mismo?
En los coches más “antiguos” el cambio de la batería es muy sencillo, porque el acceso a la misma es fácil, y también las conexiones. Normalmente basta con una llave fija, que suele ser de 10-12 mm. Conviene utilizar guantes durante la operación, y empezar desconectando el borne negativo, salvo que no esté accesible. Antes de volver a montar la batería nueva, conectándola en el sentido inverso al que hemos desconectado la antigua, es recomendable inspeccionar los bornes de conexión y asegurarnos de que no tienen óxido, procediendo a su limpieza si fuera necesario.
En coches más modernos puede que no interese ahorrarnos lo poco que puede costar recurrir a la instalación de la batería en un taller, o recurrir a los servicios de montaje de baterías a domicilio. Por un lado, suelen tener ofertas al comprar la batería que prácticamente hacen que el montaje resulte gratis.
Por otro, evitamos que al desconectar la batería podamos encontrarnos problemas de desconfiguración del sistema multiplexado del vehículo, lo que podría desde dejarnos sin sistema multimedia salvo que introduzcamos de nuevo el código, hasta inmovilizar el vehículo y no poder volver a hacer funcionar el arranque.
En cualquier caso, recuerda que si cambias la batería tú mismo, deberás acercar la usada a un punto limpio para que pueda procederse a su reciclaje.
Escrito por: Antonio Roncero
Fuente: https://www.top10motor.com/
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