Todo sobre la recarga de los coches eléctricos
Los vehículos eléctricos e híbridos enchufables van totalmente ligados a la carga de sus baterías. Por ello, en cargatucoche.com se explica lo que se necesita saber para sacarle el máximo partido al vehículo eléctrico y a su instalación de recarga de la batería.
¿Cuáles son los tipos de recarga y sus características?
Para simplificar las cosas reduciremos los tipos de recarga a cuatro, que dependerán de los tiempos de carga de las baterías, y también, de la potencia disponible.
Recarga lenta: es aquella que realizaremos conectando nuestro vehículo a una toma schuko o enchufe convencional. Dispondrá de una intensidad de corriente menor a 16 A, lo que supone en España (220 V-230 V de tensión), una potencia que no llegará a los 3,6 kW. Con esta potencia cargaríamos una batería de 40 kWh en más de 12 horas a máxima velocidad. Sin embargo, no recomendamos este sistema para los vehículos eléctricos, pues los conectores convencionales no están ideados para soportar potencias tan elevadas durante periodos continuados de tiempo, lo que podría dar problemas en la red eléctrica.
Recarga convencional: es la más recomendada para clientes particulares y perfecta para cargar nuestro vehículo eléctrico o híbrido enchufable durante la noche. Para ello, utilizaremos un cargador de pared o wallbox, diseñados para recargar este tipo de vehículos, y que nos permitirá cargar a una potencia de 3,6 kW en monofásico y de 10,8 kW en trifásico. Con este sistema tendremos una batería de 40 kWh al 100% de carga en 4h-12h.
Recarga rápida: podrán acceder a ella viviendas con una gran potencia contratada, pero lo más habitual es emplear este método de carga en garajes de empresa o parkings privados. También se utilizará un wallbox para esta recarga, logrando intensidades de 32 A, es decir, 7,2 kW de potencia en monofásico y 22 kW en trifásico. De esta manera podremos tener cargada una batería de 40 kWh entre 2h-5h.
Recarga ultra-rápida: son las más indicadas para puntos de carga con acceso a grandes potencias contratadas, por ejemplo: electrolineras, grandes empresas o administración pública. El tipo de cargador utilizado en este sistema permite convertir la corriente alterna en continua, dando potencias de más de 22 kW y llegando hasta los 150 kW en la actualidad. Con esas potencias podremos cargar nuestro vehículo en tiempos entre las 2 horas y los 15 minutos. Las potencias más elevadas están aún en modo experimental, ya que provocan cierto deterioro en las baterías debido al sobrecalentamiento.
Modos de carga
Los modos de carga se relacionan con el nivel de comunicación entre el vehículo eléctrico y la infraestructura de recarga (y por consiguiente la red eléctrica). Esta comunicación proporcionará los niveles de control que se puede tener en el proceso de carga, para programarla a las horas deseadas, ver el estado y los consumos, pararla o reanudarla.
Modo 1, sin comunicación con la red. Sería el que se aplica a una toma de corriente convencional con conector schuko, es decir, el que tenemos en la carga lenta. Por lo tanto, no podremos llevar prácticamente ningún control sobre nuestro proceso de carga.
Modo 2, grado bajo de comunicación con la red. Lo obtenemos con los llamados cargadores portátiles, que son aquellos en los que el cable cuenta con un dispositivo intermedio de control piloto, que sirve para verificar la correcta conexión del vehículo a la red de recarga. Aportan mayor seguridad en el proceso de carga y podría seguir usándose un conector schuko.
Modo 3, grado elevado de comunicación con la red, es el que nos ofrece la carga rápida. Los dispositivos de control y protecciones se encuentran dentro del propio punto de recarga de pared o wallbox, y el cable incluye hilo piloto de comunicación integrado. Con este modo de carga podremos llevar un control casi total sobre nuestro proceso de carga, decidiendo los horarios, almacenando consumos, reanudando y pausando la recarga. Los cargadores que ofrece Cargatucoche disponen de una App propia para llevar el control de la carga.
Modo 4, grado elevado de comunicación con la red. Hay un conversor a corriente continua y solo se aplica a recarga rápida.
Tipos de conectores
De momento no se han unificado los conectores a nivel mundial, y como ocurre en la guerra Apple-Samsung, tendrás un conector u otro en función de tu vehículo. Cada conector posee una estructura diferente, y por lo tanto, también lo serán sus prestaciones. A continuación, solo mencionaremos los más utilizados por los fabricantes:
Conector doméstico tipo schuko, responde al estándar CEE 7/4 Tipo F y es compatible con las tomas de corriente europeas. Tiene dos bornes y toma de tierra y soporta corrientes de hasta 16 A, solo para recarga lenta y modo 1 sin comunicación integrada.
Conector tipo 1, SAE J1772, a veces conocido también como Yazaki. Es un estándar norteamericano, y es específico para vehículos eléctricos. Tiene cinco bornes, los dos de corriente, el de tierra, y dos complementarios, de detección de proximidad (el coche no se puede mover mientras esté enchufado) y de control (comunicación con la red). Alguno de los vehículos que tienen este tipo de conector son el Kia Soul Ev, Nissan Leaf y el híbrido enchufable Mitsubishi Outlander.
Conector tipo 2 o Mennekes, es un conector alemán de tipo industrial. Tiene siete bornes, los cuatro para corriente (trifásica), el de tierra y dos para comunicaciones. La mayoría de puntos de recarga públicos poseen este tipo de entrada en su enchufe. Pero no te preocupes, si tu vehículo es de tipo 1 y la toma a la que lo quieres conectar de tipo 2, existen mangueras con cabezales de tipo 2 a tipo 1 para adaptar la carga.
Conector tipo Combo o CCS, se ha propuesto por norteamericanos y alemanes como solución estándar. Tiene cinco bornes, para corriente, protección a tierra y comunicación con la red. Admite recarga tanto rápida como ultra-rápida.
Conector CHAdeMO, es el estándar de los fabricantes japoneses (Mitsubishi, Nissan, Toyota y Fuji, de quien depende Subaru). Está pensado específicamente para recarga ultrarápida (más de 22 kW) en corriente continua. Tiene diez bornes, toma de tierra y comunicación con la red. Admite hasta 200 A de intensidad de corriente.
¿Qué tipo de recarga elegir?
Sin duda puede haber necesidades diferentes por lo que hay que tener en cuenta diferentes variables como: los kilómetros recorridos en el uso diario, la potencia contratada en tu domicilio y el tiempo disponible para cargar tu vehículo.
Los kilómetros que hagas en tu día a día marcarán tus necesidades, ya que en grandes ciudades no se suelen superar los 40 km diarios y por lo tanto, necesitarás potencias y tiempos menores para recuperar la batería de tu vehículo que alguien que realice desplazamientos de 100 km diarios.
La potencia contratada en tu domicilio pondrá el límite de la potencia en tu proceso de recarga. La potencia que normalmente se tiene contratada en un domicilio estándar es de 4,6 kW, por lo tanto, la potencia en tu recarga nunca podrá superar esa cifra, porque de ser así provocaría cortes en la red eléctrica. En caso de necesitar más potencia siempre se puede contratar a través de tu compañía eléctrica, sin embargo, esto supondrá un incremento en los costes fijos en tu factura de la luz.
Por último, el tiempo del que dispongas para cargar tu vehículo será fundamental a la hora de elegir. Por ejemplo, si tienes la opción de cargar tu vehículo durante la noche no necesitarás potencias muy elevadas para tener tu batería y coche cargado al 100%.
Fuente: http://www.asepa.es/
Antonio Mozas
Director de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción)
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