El extraño caso del eléctrico con autonomía extendida
Opel sacó a la venta en el año 2012 el modelo Ampera, un coche que se anunciaba como ‘el eléctrico con autonomía extendida’. En España fue retirado al poco tiempo, apenas se promocionó y casi no se vendió. Si algo no funciona, parece lógico retirarlo del mercado, pero hay datos en este caso que pueden extrañar: el Opel Ampera fue elegido coche del año en 2012 y lideró el ranking de ventas del continente durante diez meses.
La pregunta obligada que se viene a la cabeza es: ¿por qué en otros países fue un éxito, mientras que aquí no? Desde Opel consideran que fue un adelantado a su tiempo y que, sin duda, hoy tendría una mayor acogida. Lo probó en profundidad Rubén Fidalgo para autocasión.com en el año 2013 y ahora, con la perspectiva que nos da el tiempo, lo analiza Sergio Guinaldo en elespañol.com.
El prototipo del Opel Ampera original se presentó en el Salón de Ginebra del año 2010. Era la versión europea del Chevrolet Bolt, coche de idénticas características pero de distinta marca. Ambas, aglutinadas bajo el paraguas de General Motors en aquel momento.
Este coche eléctrico podía recorrer 80 kilómetros (63 kms. en la prueba real de Autocasión), haciendo uso de la batería. Lo que le hacía único era que, si entraba en la reserva de batería, un pequeño motor de gasolina generaba electricidad para alimentar el motor principal (eléctrico), pudiendo alcanzar los 500 kilómetros de autonomía. Su precio, unos 42.000 euros.
Aunque mucha gente pueda interpretar que se trataba de un híbrido, posee una diferencia crucial respecto a ellos. El motor de gasolina (de un Opel Corsa) que incorpora, no está conectado a las ruedas, sino al motor principal. Genera, a partir de gasolina, electricidad para alimentar el motor eléctrico. Su funcionamiento podría equipararse al de un generador de electricidad tradicional de los puestos de feria. Cuando el coche detectaba que le quedaba poca batería, se la guardaba y comenzaba a nutrirse de la electricidad que genera el motor de combustión.
Esta característica le permitía al motor de combustión tener un funcionamiento de régimen constante: no estaba sometido a diferentes presiones, por lo que funcionaba siempre al mismo ritmo. Gracias a ello, el consumo medio se cifraba en 1,7 litros (en caso de que se requiriera su uso). Ni cuando el coche necesitaba un extra de potencia, como en un adelantamiento o en una cuesta empinada, se alteraba el consumo del motor gasolina. Para esos momentos utilizaba la reserva (de unos 20 kilómetros) del motor eléctrico. Cargaba la batería a la misma velocidad que los modelos actuales y la tarificación era exactamente igual a la actual.
Para la compañía, su fracaso en nuestro país se debe buscar en la confluencia de varias circunstancias. Por un lado, Chevrolet, principal desarrollador de este modelo (para ellos, el Volt), anunció a finales de 2013 que la marca dejaría de vender en Europa en 2015. Su cuota de mercado estaba destinada a ser americana.
Por otro lado, General Motors (dueño de Opel y Chevrolet, entre otras) casi ‘impuso’ a la marca alemana (Opel) la venta del Ampera en Europa, el mismo coche pero con rasgos europeos. Cuando Chevrolet anunció que dejaría de vender en Europa, GM (General Motors) ultimaba la venta de Opel al grupo PSA, al que pertenece actualmente.
Y por otro, España mimaba en aquellos años todo lo que fuese diésel. Era el hijo predilecto. Si se marginó a los de gasolina, los eléctricos no tenían nada que hacer. Ninguna ayuda a su compra, ningún fomento por parte de organismos públicos y, sobre todo, ningún punto de carga. El eléctrico ni se contemplaba. Además, su precio era relativamente alto para aquellos días.
Hoy, hay gente que se dedica a traer lo que Opel dejó de vender en España: un eléctrico con autonomía ideal para el día a día, pero que permite realizar viajes largos. Con 150 caballos, una batería de 16 kW y con unos acabados futuristas para su momento, pero que podrían perfectamente encajar en la tendencia actual. Todo por un precio de entre 15 y 20.000 euros. Eso sí, son vehículos de ocasión.
Juan Grande es uno de los que están trayendo estos coches de otras partes de Europa. Desde su pequeño pero acogedor garaje de un polígono de Las Rozas (Madrid), limpia y pone a punto los ‘Amperas’ que trae desde Alemania y Holanda para los cada vez más clientes que conocen este modelo y ven en él una solución al problema de la autonomía.
Los 11
Fuente: http://www.asepa.es/
Antonio Mozas
Director de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción)
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