Furgonetas: el futuro ya está aquí
Conectadas y sostenibles. Así serán las furgonetas de los próximos años. Cierto es que muchos modelos ya presumen de cumplir con estas dos premisas, pero la próxima puesta en marcha de las redes 5G promete transformarlo todo hasta el punto de que los vehículos comerciales serán auténticas oficinas rodantes y autónomas.
La evolución de la sociedad desde el punto de vista tecnológico cada vez va más deprisa, hasta el punto de que lo que hoy es una novedad y nos parece ciencia ficción mañana ya está obsoleto.
Con las furgonetas ocurre algo parecido. En los últimos años su desarrollo ha ido creciendo de manera exponencial a las necesidades de los profesionales, y no ya sólo a nivel de motorizaciones, con propulsores cada vez más limpios y movidos por energías alternativas como el gas natural o una bancada completamente eléctrica. Y es que poco a poco han ido introduciendo ayudas a la conducción de todo tipo de cara a mejorar la calidad de vida a bordo, el confort de marcha y la seguridad, hasta el punto de que, por ejemplo, los modelos de hoy en día aparcan prácticamente solos, frenan ante un obstáculo o direccionan al vehículo a su posición inicial durante la marcha si nos salimos del carril o una ráfaga de viento lateral nos desvían de la trayectoria correcta.
Por otro lado, las furgonetas de hoy en día están totalmente conectadas, y muchas de ellas ofrecen la posibilidad de conectarse con la sede central de la flota de cara a mejorar las pautas de marcha y conocer en tiempo real toda clase de parámetros relacionados con el vehículo. Dicho de otra manera, se han convertido en el centro inteligente de la cadena de reparto.
Asimismo, la configuración física de los vehículos comerciales está sufriendo una gran evolución, no ya solo por el hecho de que las marcas dispongan en sus catálogos de infinitas arquitecturas, sino también por la circunstancia de que existen multitud de carroceros que proponen carrocerías a la carta, hasta el punto de que cualquier demanda es posible hoy en día.
Igualmente, se está trabajando mucho en gestionar de la mejor manera posible el espacio para la carga, de forma que se podrá administrar la mercancía mediante estanterías inteligentes.
Nuevas necesidades
De sobra es conocido, que las necesidades de la sociedad han ido cambiando con el paso del tiempo. La inmediatez y las exigencias actuales han hecho que el comercio electrónico esté creciendo a ritmos muchas veces difícilmente asumibles. Pero si se quiere ser competitivos, hay que desarrollar novedosas soluciones que, además, sean compatibles con la movilidad sostenible que tanto se promulga últimamente desde las distintas administraciones.
Es por ello que se están estudiando nuevos métodos de reparto, más eficientes y rápidos, algunos de los cuales están incluso en fase de pruebas. Uno de ellos es la distribución mediante drones, que van ubicados en el techo de la furgoneta y vuelan de forma autónoma mediante unas coordenadas esquivando obstáculos y realizando la entrega puntualmente. La base para que ello es la perfecta interacción entre el propio dron, el software y el vehículo.
Auténticos business class
Además de las versiones para el transporte de mercancías, en el caso de las variantes destinadas al transporte de pasajeros ya se están advirtiendo importantes cambios que pasan por incrementar la habitabilidad y el confort, dando lugar a auténticos salones rodantes que, además, como no podía ser de otra manera, están totalmente conectados a Internet.
Ya los puestos de mando cambiarán enormemente, pasando de los actuales cockpit a espacios en los que el conductor podrá ver toda la información relativa al vehículo mediante un Head-up display con realidad aumentada, en el campo visual del conductor, en 3D y en formato virtual sobre la carretera.
Además, los controles al uso quedarán en el olvido, y todo lo que tiene que ver con las diferentes ayudas a la conducción, navegación, equipo de sonido, climatización, etc. se podrá controlar mediante una tablet o paneles táctiles en lo que ahora viene siendo el salpicadero. A todo ello, la conducción autónoma será una realidad más pronto que tarde. Ni que decir tiene, que los motores serán eléctricos o de pila de hidrógeno. Por lo que respecta a la zona de pasajeros, éstos contarán con todas las comodidades posibles y siempre podrán estar conectados con el exterior en tiempo real.
Las furgonetas eléctricas, al poder
Comenzaron siendo meros concep vans, pero hoy en día son más que una realidad y la mayoría de las marcas que comercializan furgonetas en nuestro país ya incluyen en sus respectivas gamas modelos movidos por este tipo de energía. La lucha contra el cambio climático y la apuesta por la movilidad sostenible así lo aconseja. Y si bien todavía no están muy introducidas en el sector y por el momento son los vehículos comerciales híbridos de gas natural los que más se han arraigado al mercado, poco a poco los modelos cero emisiones van llegando a nuestras vías.
Todo ello, además, viene auspiciado por el hecho de que los grandes centros urbanos de las metrópolis están empezando a ser restringidos al tráfico. Si a ello le sumamos que el sector del comercio electrónico y la última milla están ganando protagonismo a pasos agigantados, se hace cada vez más perentorio dar cabida a este tipo de vehículo.
Ahora bien, las barreras que hay que superar todavía son muchas. Comenzando por la autonomía, ya que, a día de hoy, la mayoría de los modelos que están en el mercado apenas superan los 100 kilómetros. Cierto es que el desarrollo de esta tecnología, como suele ocurrir en estos casos, avanza muy rápidamente, y ya hay fabricantes que ofrecen opciones que superar los 200 e incluso los 250 kilómetros de autonomía. En este sentido, hay que reconocer que diversos estudios dicen que el 70% de los profesionales furgoneteros apenas realizan 100 kilómetros al día de trayecto máximo.
El segundo problema tiene que ver con la recarga de las baterías, que en la mayoría de los casos se va por encima de las ocho horas para que éstas alcancen el 100% de su capacidad. No podemos obviar, sin embargo, que las furgonetas eléctricas ya cuentan con sistemas de carga rápida que permite recargar las baterías, aproximadamente en un 80% de su capacidad en menos de una hora.
Y el tercer problema, quizás el más importante, tiene que ver con el precio de adquisición. Y es que resulta mucho más alto en comparación con cualquier modelo diésel, llegando incluso, en el mayor de los casos, al 50% de sobrecoste. Mientras no haya ayudas a la compra de mayor consideración, amortizar este tipo de operaciones considerando el menor precio de la energía respecto al gasóleo puede llevar varios años.
Escrito por Saúl Camero Fuente: https://www.transporteprofesional.es18º CURSO PARA LA GESTIÓN DE FLOTAS DE VEHÍCULOS-Barcelona 9-10-11 de Octubre 2019
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