Entra en vigor la ordenanza que obliga a colocar la etiqueta medioambiental para entrar en Madrid
Hoy, 24 de abril, empieza a ser obligatorio llevar el distintivo medioambiental que la Dirección General de Tráfico expide y el Ayuntamiento de Madrid exige para poder entrar en la ciudad. Se responde así al Plan Nacional de Calidad del Aire y Protección de la Atmósfera, que afirma que, tanto el dióxido de nitrógeno como otras partículas contaminantes que provienen del tráfico rodado son la principal fuente de contaminación de las grandes ciudades.
La carencia el distintivo está tipificada como infracción de carácter leve, por lo que la multa para los vehículos que no lleven su distintivo corresponde es de 15 euros. Según datos de la Dirección General de Tráfico, en Madrid existen cerca de tres millones de vehículos que, si entran en la capital, deberán llevar visible la etiqueta (preferiblemente, en el ángulo inferior derecho del parabrisas delantero).
La ordenanza municipal es aplicable a todos los vehículos que entren en Madrid desde cualquier zona de España, por lo que la colocación del adhesivo es obligatoria para coches, furgonetas, motos y camiones que circulen dentro del municipio, independientemente de su origen. Los vehículos más antiguos y contaminantes quedan exentos de la norma, aunque podrán circulando libremente por toda la ciudad mientras no se activen restricciones al tráfico por escenarios de contaminación.
Etiqueta ambiental Cero, Eco, B o C
El distintivo ambiental es una etiqueta que sirve para clasificar a los vehículos, dependiendo de la emisión de contaminantes a la atmósfera. Esta clasificación se realiza sobre la base del Plan Nacional de Calidad del Aire y Protección de la Atmósfera, diseñado para luchar contra el cambio climático y la contaminación atmosférica.
No llevar la etiqueta bien visible en el vehículo conlleva sanción de 15 euros
Así, la Dirección General de Tráfico ha establecido cuatro distintivos que ayudan a clasificar el 50% del parque automovilístico, dependiendo del nivel de contaminación emitido por cada vehículo. Se trata de los colores azul, verde/azul, amarillo o verde, que se correspoden de forma correlativa con las etiquetas que identifican los vehículos Cero, Eco, B y C, en función de la clasificación del parque automovilístico que, España, alcanza los 32 millones de vehículos.