La importancia de la detección previa del aquaplaning
Seco, helado, nevado o húmedo: el conocimiento de las condiciones del asfalto es un factor de seguridad crucial, ya que los accidentes en condiciones meteorológicas adversas se producen principalmente debido a una pérdida significativa de contacto entre los neumáticos y la superficie de la carretera. Así lo entiende Continental.
Con su ‘Road Condition Observer’ (Observador de las Condiciones de la Carretera), la compañía de tecnología Continental ha introducido una solución que permite clasificar las condiciones de la carretera con respecto a la fricción neumático/carretera. El aquaplaning es extremadamente peligroso tanto para los vehículos tradicionales como para para los vehículos más avanzados.
Continental ha comenzado a desarrollar nuevos conceptos basados en sensores para advertir al conductor en caso de pérdida inminente del agarre. Cuando encontramos una gruesa capa de agua en la carretera, la presión del agua entre la huella del neumático y la superficie de la carretera puede hacer que las ruedas delanteras ‘floten’ y no contacten con el asfalto. Ya no es posible frenar ni girar, por lo que el conductor pierde el control del vehículo.
El sistema en desarrollo lo abarca todo: neumáticos, sensores de neumáticos, cámaras, algoritmos, actuación de frenos y la interfaz hombre-máquina.
Los desarrolladores de Continental se centran en predecir y gestionar el riesgo del aquaplaning. El objetivo es detectar con la mayor antelación una posible situación de flotación de las ruedas delanteras para avisar al conductor con tiempo de reacción. Mediante señales de cámaras de visión envolvente y sensores eTIS (Sistema electrónico de información sobre neumáticos) montados en los neumáticos, se proporciona al conductor una alerta temprana sobre la inminente situación de aquaplaning. Continental también trabaja en el control y estabilización del vehículo en situaciones de aquaplaning, como la vectorización de par por frenado individual de las ruedas.
Para detectar situaciones de aquaplaning se analizan las imágenes de vídeo de las cámaras de visión envolvente montadas en los espejos laterales, la parrilla y la parte trasera. “Cuando hay mucha agua en la carretera las imágenes de la cámara muestran un patrón específico de salpicaduras y rocío de los neumáticos que puede ser detectado como aquaplaning en su fase inicial”, ha explicado Continental. Durante la primera fase de prueba estos algoritmos han proporcionado una tasa de acierto muy alta para predecir las condiciones potenciales de aquaplaning.
Además de la información de la imagen, Continental utiliza la información de los neumáticos para detectar el riesgo de aquaplaning. En este concepto, se calculan las señales de los sensores eTIS de Continental que están montados en el revestimiento interior del neumático. Cuando se empieza a formar una cuña de agua delante de la zona de la huella del neumático y hay exceso de agua en la calzada, la señal de aceleración empieza a oscilar de forma característica, lo que indica un riesgo de aquaplaning. Dado que los sensores eTIS también pueden detectar la profundidad restante de la banda de rodadura del neumático, se puede calcular y comunicar al conductor una velocidad segura para una determinada condición de carretera mojada.
Las pruebas han demostrado que la futura ayuda al aquaplaning también tendrá el potencial de intervenir en una situación real de aquaplaning aplicando los frenos traseros de forma controlada para establecer un grado de “vector de par”, con el fin de mantener la maniobrabilidad del vehículo.
El aquaplaning no sólo es un reto para el conductor, también es difícil determinar cuántos accidentes en carreteras de montaña y autopistas con asfalto húmedo son causados por este efecto. Pero los conductores deben seguir teniendo en cuenta una regla general: ajustar su velocidad en mojado y vigilar la profundidad de la banda de rodadura del neumático. Dado que el aquaplaning depende de la profundidad de la banda de rodadura, la cantidad de agua sobre el asfalto y la velocidad, Continental recomienda renovar los neumáticos de verano con tres milímetros de profundidad residual de la banda de rodadura. Por debajo de este límite, el riesgo de aquaplaning aumenta significativamente, pero los expertos también aconsejan reducir la velocidad en mojado.
Las condiciones de aquaplaning también pueden darse de forma inesperada, sin oportunidad de avisar con anticipación. En estos casos el riesgo potencial para otros vehículos que circulan por la misma carretera puede reducirse mediante la comunicación a través de la tecnología V2X y eHorizon.
Fuente: http://www.asepa.es/
Antonio Mozas
Director de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción)
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