Modos de recarga del vehículo eléctrico
– Modo 1. Corriente alterna.
La recarga se lleva a cabo en una toma de corriente monofásica de uso no exclusivo, es decir, por el lado de la pared tenemos un enchufe convencional, el conector tipo Schuko. La toma es normalizada pero no exclusiva para vehículos eléctricos. Estos se conectan a la red con una intensidad máxima permitida de hasta 16A y una tensión inferior a 250V, que en España es de 230V. Este tipo de instalación permite una potencia máxima de 3.7 kW. Existe una variante con corriente trifásica de 400V y 11 kW de potencia máxima.
En el lado del vehiculo nos encontramos con un conector especifico, que dependerá del modelo elegido por el fabricante. Esta considerado un modo de recarga ideal para pequeños vehículos eléctricos, como bicicletas, ciclomotores o cuadriciclos, en garajes privados, pero no es aconsejable para coches eléctricos debido al sobrecalentamiento de la instalación en usos tan continuados (hasta 8 horas) y a su falta de protección. Como curiosidad, en EEUU está prohibido su uso por razones de seguridad, ya que muchas instalaciones no poseen toma de tierra.
– Modo 2. Corriente alterna.
Al igual que el Modo 1, la toma de corriente es estándar de uso no exclusivo, pero en este caso el cable lleva incluido el sistema de protección. La conexión se realiza mediante un cable especial que cuenta con un piloto de control entre el vehículo y la clavija, además de un sistema de protección diferencial. Esto permite verificar si está correctamente conectado a la red, elegir la velocidad de carga y activar/desactivar la recarga. La intensidad máxima teórica permitida es de 32A, siendo 16A lo habitual. La tensión y potencia máxima son similares al Modo 1. Este modo también tiene una variante en trifásica con 400V y alrededor de 22 kW. En el lado de la pared el conector es de tipo Schuko, mientras que en el lado del coche este puede ser de diversos tipos, siendo los más usados el Mennekes (o Tipo 2) y el SAE J1772. Estos y otros conectores deben tener al menos un pin para la señal de comunicación.
En la actualidad es el modo más habitual en la recarga vinculada, ya que la mayoría de los fabricantes incluyen de serie el cable con la unidad de carga al comprar el vehículo. Por razones de seguridad, no se suele sobrepasar los 10-13V (muchos países no permiten mayores intensidades de corriente para periodos de tiempo tan elevados). En conclusión, el Modo 2 no es más que un Modo 1 que cuenta con un sistema de protección. Este modo estará disponible hasta 2017, año en el cual la UE quiere que el Modo 3 se convierta en el estándar.
– Modo 3. Corriente alterna.
Este modo utiliza una toma de corriente especial de uso exclusivo para la recarga del vehículo eléctrico. Se trata de un terminal de recarga, también llamado SAVE (Sistema de Alimentación del Vehículo Eléctrico) o “Wall Box”, que dispone de un sistema de alimentación especifico para vehículos eléctricos, donde las funciones de control y protección está del lado de la instalación fija de forma permanente. Este terminal monitoriza la carga y corta el suministro eléctrico al enchufe cuando no detecta un conector. Ambos extremos del cable cuentan con conectores específicos. Aunque algunos “Wall Box” llevan integrado el conector del lado de la infraestructura de recarga. El Modo 3 permite intensidades de hasta 63A, aunque lo normal son 32A y ya se trabaja en prototipos de hasta 250A. Es el modo idóneo para los entornos industriales y aparcamientos de flotas comerciales. Además, debido a la tecnología que emplea, permite la recarga inteligente y favorece el surgimiento de la Smart Grid, de ahí que la UE quiera promocionarlo.
– Modo 4. Corriente continua.
El vehículo eléctrico se conecta a la red de Baja Tensión a través de una estación de recarga, también llamada “electrolinera”, que mediante un cargador externo realiza la conversión de corriente alterna a continua. Debido a esto, a que la conversión se realiza fuera del vehículo, se ahorran problemas como el calentamiento o la perdida de energía. Las funciones de control y protección, así como el cable de recarga, están instalados en la parte de la infraestructura de forma permanente. Al igual que el Modo 3, el cable tiene en sus extremos conectores especificos, estando en la mayoría de los casos el conector del lado de la infraestructura integrado en la estación.
Por recargar mediante corriente continua los conectores del lado del coche que podemos utilizar son principalmente el CHAdeMO, el CCS Combo o el SAE J1772 con pins extra preparado para la CC. El Modo 4 es exclusivamente indicado para la recarga rápida, con intensidad de corriente de hasta 400A y potencia máxima de 240 kW, aunque en nuestro país lo normal es 125 kW. Por sus características, este tipo de instalaciones son de gran tamaño y excesivamente caras.
Fuente: http://electromovilidad.net/
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