Lo que tienes que saber de los híbridos de GNC
El gas natural (GNC) es un combustible considerado por la Unión Europea como alternativo, y eso permite a los vehículos propulsados por este gas que dispongan de la etiqueta ecológica ECO. Además, técnicamente, y según la legislación vigente, los coches que lo emplean también tienen la consideración de híbridos. Álvaro Sauras en autofacil.es nos dice cómo funcionan, y sus ventajas e inconvenientes:
¿Qué es el GNC? Es gas natural comprimido. En concreto, un compuesto llamado metano similar al ‘gas ciudad’ con el que se alimentan las cocinas de las casas. Al igual que el petróleo, es un hidrocarburo que se extrae de pozos, aunque existen muchas más reservas disponibles y está mejor distribuido globalmente, por lo que se le considera una fuente de energía más ‘fiable’ -el suministro no está sujeto a un oligopolio y el precio, que no depende de tensiones políticas, fluctúa poco-.
Es un gas liviano que no puede licuarse por compresión sin enfriarlo antes a -161ºC; por este motivo, en los coches, se almacena comprimido a una presión de unos 300 bares… lo cual permite cargar entre 15 y 20 kilos, repartidos entre dos o tres bombonas cilíndricas situadas bajo el maletero y las plazas traseras. Esta cantidad es suficiente para cubrir entre 300 y 400 kilómetros.
¿Contaminan menos? Sí, aunque no suponen una reducción drástica de emisiones. Al ser gases, durante la combustión de ambos combustibles apenas se producen partículas. También generan niveles de óxidos de nitrógeno inferiores a la gasolina y muy por debajo de los diésel, de manera que se consideran más limpios de cara a su uso en ciudad. Además, debido a su composición, generan menos dióxido de carbono durante la combustión, de manera que emiten menos CO2 por kilómetro que un motor de gasolina, incluso menos de un diésel, aunque por un margen estrecho, de alrededor del 5%.
¿Gastan menos los coches a gas? Con los precios actuales, los coches de gas natural ofrecen un ahorro del 50% respecto de sus homólogos de gasolina, y en torno a un 30% si los comparamos con un diésel. En cualquier caso, a la hora de compararlos con el coste del diésel, hay que considerar siempre que son motores mucho menos complejos -carecen de bomba e inyectores de alta presión y sistemas como el filtro de partículas o el catalizador de AdBlue-, y que resultan más fiables y baratos de reparar.
¿De verdad son ‘híbridos’? Legalmente… sí. Al escuchar la expresión ‘híbrido’, todos pensamos en un coche con un motor de combustión y otro eléctrico. Sin embargo, el Reglamento General de Vehículos establece muchas categorías de vehículos: Híbridos, Híbridos Eléctricos, de Pila de Combustible, Híbridos de Pila de Combustible, Eléctricos, Eléctricos de Autonomía Extendida, Híbridos Eléctricos Enchufables y de Combustión de Hidrógeno.
Los coches de GNC entran dentro de la primera categoría, que se define como aquellos vehículos que incorporan dos depósitos para dos combustibles diferentes y una unidad de propulsión que contiene al menos dos categorías diferentes de convertidores de energía de propulsión. De manera que técnicamente, de cara al Ministerio de Industria, la DGT, y cualquier disputa sobre la legitimidad de la publicidad que hacen sus fabricantes, estos coches sí que son híbridos.
¿También llevan depósito de gasolina? Sí, todos cuentan con un depósito de gasolina. Por dos razones. La primera y fundamental es la escasez de estaciones de servicio. La segunda es que el arranque de los motores de GNC se realiza mejor utilizando gasolina por debajo de 0ºC. A medida que mejore la red de repostaje, los fabricantes reducirán el volumen de los depósitos de gasolina, en los que los tanques ocupan mucho espacio. La tendencia actual en estos vehículos es la de montar depósitos en torno a 25 litros.
¿Qué tal es la red de repostaje? La red de repostaje está poco desarrollada: apenas hay 60 ‘gasineras’ de Gas Natural Comprimido, aunque estaba previsto que a principios de 2019 esta cifra haya aumentado hasta las 95.
¿Qué etiqueta llevan? Todos cuentan con el distintivo ambiental ECO de la DGT, tanto por utilizar un combustible alternativo -cuyo empleo quiere potenciar la Unión Europea para reducir la dependencia del petróleo- como por pertenecer, técnica y legalmente, a una categoría de vehículos híbridos.
¿Cómo se repostan? De manera parecida a la gasolina o el gasóleo… aunque con la salvedad de que, al tratarse de gas, es necesario asegurar la boquilla de llenado -para que la conexión sea estanca- y, al desconectarla, suele liberarse algo de gas… aunque sin consecuencias. Otra diferencia es que las cantidades se miden en kilos en lugar de litros.
Director de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción)
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