Antes de la votación, los ministros de transporte de Polonia, Bulgaria, Hungría y Lituania pidieron a los europiputados y a la Comisión que eliminen las barreras para los conductores que hacen transporte internacional o, en sus propias palabras, “detener el proteccionismo“. Los cuatro se encontraban en Bruselas para presionar contra la posición acordada por el Consejo el pasado mes de diciembre.

En una declaración conjunta, los ministros confirmaron su oposición a obligar a los camiones a regresar a su país de origen cada cuatro semanas y a prohibir hacer los descansos semanales en los vehículos. Ambas circunstancias, en su opinión, “conducirían a la fragmentación del mercado de la Unión Europea“. Otros países, como Francia, Alemania y Austria quieren que las empresas de transporte cumplan con las obligaciones laborales locales.

Respecto a los distintos aspectos del Primer Paquete de Movilidad, la Comisión de Transporte alcanzó en su seno una posición común de consenso, pero fue posteriormente rechazada por el pleno del Parlamento Europeo el pasado mes de julio.

En un nuevo intento de alcanzar una posición común de consenso, la Comisión de Transporte ha votado, rechazando las posiciones que se habían negociado previamente en dos de tres iniciativas legislativas del Paquete de Movilidad. De esta manera, la votación ha quedado de la siguiente manera:

1. Propuesta para el desplazamiento de los conductores en el transporte por carretera (Informe Kyllonen): todas las enmiendas han sido rechazadas
2. Propuesta sobre los requisitos mínimos sobre los tiempos de conducción máximos diarios y semanales, las pausas mínimas y los periodos de descanso diarios y semanales en lo que se refiere al posicionamiento mediante tacógrados (Informe Van de Camp): todas las enmiendas han sido rechazadas
3. Propuesta sobre el acceso al mercado y a la profesión de transporte (Informe Ertug): el documento de enmiendas propuestas ha sido aceptado en su totalidad

Decisiones tomadas por el Parlamento Europeo sobre el Paquete de Movilidad

Los principales puntos adoptados han sido los siguientes:

• Los vehículos deben regresar a su Estado miembro de establecimiento, al menos, una vez cada cuatro semanas
• Las operaciones de cabotaje se limitan a un máximo de tres días, permitiendo un número ilimitado de operaciones en este periodo de tiempo
• Pérdida de la honorabilidad por infracciones relacionadas con la regulación del cabotaje
• Tras las operaciones de cabotaje, los transportistas no podrán llevar a cabo más en el mismo Estado miembro en un plazo de 60 horas desde el retorno del transportista a su Estado miembro de establecimiento, y hasta que se haya efectuado una operación de transporte internacional con origen en el Estado miembro de establecimiento.

Tras haber dado luz verde a una única iniciativa legislativa, y dado que los otros dos informes han sido rechazados, se espera que haya una reunión de coordinadores en Estrasburgo para decidir qué pasos se van a dar en este sentido. Visto la falta de apoyo para los otros dos archivos y el nivel de tensión que hay en torno a estas propuestas, es posible que se tenga que retrasar el calendario previsto para llevar los documentos a la sesión plenaria.

A esto hay que sumar el hecho de que las negociaciones interinstitucionales serán de una gran complejidad, con lo que se prevé que se necesiten bastantes rondas de negociación para alcanzar un acuerdo, y dado que las elecciones europeas son a finales del próximo mes de mayo, existe una clara posibilidad que el proceso no esté acabado para esta fecha.