El gas natural en la lucha contra el cambio climático
El reciente estudio “Greenhouse Gas Intensity of Natural Gas” de NGVA Europe, confirma que el uso del gas natural como combustible es la solución más eficiente, disponible y económica contra el cambio climático, mejorando también la calidad del aire en las ciudades por sus emisiones ‘Casi Cero’ de NO2 y partículas.
Su utilización en sectores como el transporte le lleva a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 23% comparadas con la gasolina y en un 7% comparadas con el diésel. En los camiones y autobuses, los beneficios frente al diésel son de un 16% con GNC (Gas Natural Comprimido) y de un 15% en el caso del GNL (Gas Natural Licuado). En ambos casos las emisiones son las asociadas a toda la cadena de suministro del gas ‘Well to Wheel’ (WTW).
En el transporte por carretera, gracias a sus dos variantes en GNC o GNL, el gas natural satisface la demanda de los diferentes tipos de transporte, desde turismos, servicios públicos urbanos, furgones y camiones ligeros de distribución hasta camiones pesados de larga distancia.
La tecnología de los vehículos con gas natural está madura, es asequible, segura, y está preparada para una rápida y fuerte contribución para el desafío del transporte gracias a ser el único combustible no derivado del petróleo capaz de ofrecer una alternativa en cualquier tipo de movilidad terrestre y marítima.
Comparado con otras tecnologías, el desarrollo de la infraestructura y de los nuevos propulsores que usan gas natural como combustible, puede ser compartido en todos los aspectos de la movilidad, aportando sinergias y beneficios tras su adopción a gran escala, como está previsto en la Directiva Europea de Infraestructuras de combustibles Alternativos.
Además, el uso del gas renovable, biometano, procedente de fuentes renovables proporciona ventajas adicionales en la senda de la descarbonización de la movilidad ya que inyectando un 20% de gas renovable en el sistema de distribución, reduciría un 36% de emisiones globales de GEI en comparación con los combustibles derivados del petróleo.
El biometano es un combustible renovable, bajo en carbono y disponible para el sector del transporte. Tanto el GNC como el GNL se pueden producir a través de una gran variedad de fuentes renovables, como los desechos orgánicos de la biomasa o directamente convirtiendo CO2 e hidrógeno renovable en metano sintético. Con esta disponibilidad, los beneficios medidos en WTW del gas natural como combustible bajo en carbono se amplían de manera muy importante, obteniéndose una reducción sustancial de todas las emisiones de efecto invernadero (GEI).
La producción de biometano también es un gran nexo de unión para la economía circular, proporcionando una nueva e inteligente vía de producir un combustible limpio y de gran calidad a partir de desechos orgánicos locales. Según NGVA Europe, Europa tiene el potencial de alimentar más de 2 millones de vehículos con biometano procedente de residuos sólidos urbanos, simplemente transformando nuestra basura doméstica en un combustible sostenible, producido localmente.
El gas natural es intrínsecamente un combustible limpio. Además del cambio climático, la preocupación social se centra en la baja calidad del aire de las grandes ciudades y su consecuencia en la salud de sus habitantes. Además de las bajas emisiones de efecto invernadero (GEI), el gas natural es el combustible más limpio ya que garantiza una combustión libre de partículas y con cero emisiones de NO2; este óxido de nitrógeno es precisamente junto con las partículas, lo que determina la mala calidad del aire en nuestras ciudades. Los vehículos con gas natural ofrecen la mejor solución, gracias a su nivel de emisiones casi cero, para mejorar el aire en las ciudades. Y todo ello con sus bien conocidas características de disponibilidad, fiabilidad y economía de compra, bajo mantenimiento y total reciclabilidad.
El Estudio analiza también las emisiones relacionadas con otros usos del gas además de la movilidad. En este sentido el Informe reconoce que el gas natural emite menos de la mitad de CO2 por unidad de producción que otras alternativas tradicionales.
Antonio Mozas Martínez
Director de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción)
]]>