Cinco razones por las que el petróleo debería subir
El mercado del petróleo se ha convertido en toda una incógnita para los inversores, que se están viendo obligados a hacer casi actos de fe a la hora de apostar por la dirección que adoptará el precio del barril. No en vano, aunque la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha cumplido el guion prolongando los recortes de producción nueve meses más, el precio, lejos de avanzar, ha permanecido plano o, incluso, sigue registrando pequeñas caídas. Todo esto lo leemos de María Igartua en elconfidencial.com.
Y es que lo que vive el mercado del crudo no es otra cosa que una guerra por la hegemonía mundial del oro negro, en tanto que Estados Unidos está disputando seriamente el trono a los reyes tradicionales, con Arabia Saudí a la cabeza. De hecho, hace poco, en la antesala de la reunión clave del cártel, el presidente de la primera potencia económica, Donald Trump, se sacó un as de la manga anunciando la venta de la mitad de reservas de crudo del país y la reactivación de los yacimientos de Alaska.
La pregunta ahora es si, con la entrada de 95.000 millones de barriles más al día, en un mercado con un importante problema de sobreoferta y una demanda que no deja de dar señales de debilidad, los 1,2 millones de barriles menos de la OPEP, sumados a los 600.000 menos de Rusia tras el pacto con Arabia Saudí, serán suficientes para que el recorte surta efecto en los precios.
Por lo pronto, el mercado apuesta por una suave tendencia alcista en lo que queda de año. Así, el consenso de los analistas de Bloomberg sitúa el Brent de referencia en Europa en los 58 dólares a finales de año, frente a los 50 actuales, mientras que el Texas estadounidense debería alcanzar los 56 dólares, un 16% más de lo que cuesta ahora.
Una recuperación que se debería mantener por varios factores que apunta Neil Dwane, jefe de estrategia global de Allianz. Así, aunque lo cierto es que no hay muchos inversores que se muestren alcistas para el petróleo en los próximos meses, desde la firma muestran una visión constructiva del sector de cara a los 12-18 meses. “Ahora que miembros y no miembros de la OPEP han renovado su compromiso de limitar la producción para incrementar el precio, es un buen momento para revisar las previsiones”, aseguran en su último informe, en el que desgranan cinco motivos por los que el barril va a encarecerse.
En primer lugar, parece que la demanda global se ha estabilizado, a pesar de que la Agencia Internacional de la Energía (IEA) ha reducido sus pronósticos para 2017 de 1,4 millones de barriles diarios a 1,3 millones. Al mismo tiempo, los inventarios se han reducido, mientras que el crecimiento de la economía global es boyante.
Además, hay varios factores que pueden contraer la oferta más allá del acuerdo de recorte entre los principales productores. Esto es, las tensiones geopolíticas que van incrementándose como los bombardeos de EEUU a Siria o las pruebas de misiles en Corea del Norte.
En tercer lugar, según Allianz, los descubrimientos de nuevos yacimientos se están reduciendo como consecuencia de los fuertes recortes de nuevas inversiones a raíz del desplome de los precios, que obligó a las principales compañías a acometer agresivas políticas de reducción de costes.
A esto hay que añadir los posibles problemas que afronta la industria del ‘shale-oil‘ en EEUU, que, después de una fuerte inclusión en 2012, se frenaron en seco con el desplome de los precios en 2014, lo que ha provocado que “mucho del talento, la experiencia y la capacidad previa al ‘boom’ haya desaparecido”, aseguran desde la firma de análisis.
Y por último, en quinto lugar, la caída de la producción doméstica en Asia, en países como China, India o Indonesia, con una población en aumento, les va a obligar a aumentar sus importaciones de crudo.
Antonio Mozas Martínez
Director de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción)
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