Creando el cerebro para los coches autónomos del futuro
En la conferencia internacional Bosch ConnectedWorld de Berlín, este fabricante de tecnología y servicios ha presentado un ordenador de a bordo para vehículos automatizados, que gracias a la Inteligencia Artificial (AI por sus siglas en inglés), puede aplicar métodos de aprendizaje automático. Se espera que este nuevo ordenador dotado de AI guíe a los automovilistas a través del tráfico, incluso en situaciones complejas, o que sean nuevas para el propio automóvil.
Se trata de enseñar al coche a maniobrar por sí mismo a través del tráfico, porque si ya los coches disponen de sensores para controlar el entorno, utilizando la inteligencia artificial también serán capaces de interpretar esas lecturas para hacer predicciones sobre el comportamiento de otros usuarios de la carretera.
“La conducción automatizada hace que las carreteras sean más seguras y la inteligencia artificial es la clave para hacer que esto suceda. Estamos haciendo que el coche sea inteligente”, indicó el CEO de Bosch en dicha conferencia.
Para la construcción del núcleo del ordenador, Bosch planea colaborar con la compañía estadounidense de tecnología Nvidia, quien suministrará un chip capaz de almacenar algoritmos generados con métodos automáticos de aprendizaje. Se espera que el ordenador de a bordo con inteligencia artificial entre en fase de producción, como tarde, a principios de la próxima década.
Este ordenador de a bordo será capaz de reconocer a los peatones o ciclistas. Además de esta capacidad, la inteligencia artificial también hará posible que los vehículos autónomos evalúen una situación. Por ejemplo, los coches que han activado el intermitente tienen mayor probabilidad de cambiar de carril que los que no lo activen. Como resultado de ello, un automóvil autónomo con inteligencia artificial puede reconocer y evaluar situaciones complejas de tráfico, como cuando un vehículo que se aproxima ejecuta un giro, y las incorpora a su propia conducción.
El ordenador almacena todo lo que aprende mientras conduce en redes neuronales artificiales y después los expertos revisan este conocimiento en el laboratorio para lograr una mayor precisión. Después de realizar nuevas pruebas por carretera, las estructuras de conocimiento generadas artificialmente se pueden transmitir a un número ilimitado de ordenadores de a bordo en forma de actualización de datos.
También en la misma conferencia, Bosch ha presentado la tecnología ‘blockchain’, que permite a los consumidores compartir datos on line de manera segura sin involucrar a un tercero. De igual forma, permite firmar acuerdos y contratos on line y realizar transacciones de forma segura, al tiempo que la tecnología asegura que los datos sean anónimos. Una ‘blockchain’ o cadena de datos se basa en un tipo de base de datos descentralizada que distribuye la información introducida a través de miles de ordenadores. Esto hace que sea imposible falsificar los datos y que los consumidores sean menos dependientes de un único centro de computación.
Utilizando esta tecnología en colaboración con TÜV Rheinland se puede combatir el fraude en los cuentakilómetros. Sólo en Alemania, los cuentakilómetros manipulados en vehículos causan unos seis mil millones de euros en daños. La idea es combatir esta práctica fraudulenta con un libro de registro digital distribuido a través de muchos ordenadores. Los coches enviarán regularmente las lecturas de sus cuentakilómetros a estos ordenadores a través de un sencillo conector. Mediante una aplicación para smartphone, los propietarios de automóviles pueden comprobar el kilometraje real en cualquier momento y compararlo con el que refleja la pantalla del salpicadero. A la hora de vender su coche, podrán obtener un certificado que atestigua la exactitud del kilometraje del coche. También es posible compartir este certificado a través de Internet; por ejemplo, en una plataforma on line de compraventa de automóviles.
Antonio Mozas Martínez Director de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción) ]]>