Las baterías de iones de aluminio
Todavía en desarrollo y en fase de pruebas, las baterías de iones de aluminio suponen una tecnología esperanzadora por su menor coste de producción y su mayor ciclo de vida. El objetivo ahora es lograr aumentar su densidad de energía.
La investigación sobre las baterías de iones de aluminio está siendo llevada a cabo por el Taiwán Industrial Technology Research Institute (ITRI). Su investigador principal es el Doctor Chien-Chih Chiang que adelantó los avances de su investigación en los prestigiosos premios Edison 2017, a los que ha sido presentado el diseño de esta nueva batería.
Estas baterías podrían reemplazar en tan solo dos años a las actuales baterías de plomo-ácido que montan la mayoría de los coches de combustión del mercado. Sin embargo, el objetivo es alcanzar rendimientos similares a los que actualmente logran las baterías de alta potencia de iones de litio. El proyecto de investigación ha sido desarrollado en colaboración con la Universidad de Stanford.
Las baterías de iones de aluminio cuentan a su favor con la mayor abundancia de este material que es un elemento muy común que se obtiene fácilmente a un relativo bajo coste, en contraste con el litio, mucho menos abundante. El ‘triángulo del litio’, compuesto por el salar de Uyuni, en Bolivia, el salar de Atacama, en Chile y el salar del Hombre Muerto en Argentina, concentra aproximadamente entre el 50 y el 85 % de ese mineral.
Además, con esta tecnología se puede alcanzar hasta 10.000 ciclos de carga y descarga sin apenas degradación perceptible en su rendimiento, muy por encima de muchos de los diseños de baterías existentes. Otra ventaja es su seguridad a altas temperaturas pudiendo incluso perforarse sin existir riesgo de incendio, un aspecto crucial para su producción en masa y para su aplicación generalizada en la industria. A estas ventajas se une la posibilidad de soportar cargas muy rápidas y su flexibilidad y capacidad de adaptación, lo que le permite ser adecuadas para numerosas aplicaciones.
El diseño de esta batería se basa en los electrodos de aluminio y un gel de electrolito de sal de aluminio desarrollado por el ITRI, junto con una membrana de grafito desarrollada por la Universidad de Stanford. El Dr. Chien-Chih Chiang explicó que la siguiente fase de desarrollo está dirigida a duplicar o triplicar su capacidad de almacenamiento de energía: “Esperamos alcanzar los 60-80 kWh/kg antes de lanzar el sistema sobre una base comercial”.
Actualmente se están realizando ensayos con un scooter eléctrico dotado de baterías de iones de aluminio que ya podrían ser adecuadas para su producción comercial. El ITRI está buscando nuevos socios para acelerar el proceso de desarrollo y la puesta en marcha. El Dr. Chiang añadió que su alta velocidad de carga/descarga, su mayor durabilidad, su seguridad y su bajo coste hacen de este tipo de baterías una buena solución para los sistemas de almacenamiento de energías renovables.
Antonio Mozas Martínez
Director de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción)
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