La industria de automoción global en 2018
La Organización Internacional de Fabricantes de Automóviles (OICA) prevé que la industria automovilística global se mantenga en la senda del crecimiento en 2018 por noveno año consecutivo, tanto en producción como en ventas de vehículos, aunque aprecia una leve desaceleración. Así, según su previsión, ambos valores crecerían en torno a un 1% hasta situarse en los 98 millones de unidades.
Durante el ejercicio pasado, sin embargo, la producción creció un 2,4%, respecto a 2016, y se situó en los 97,3 millones de unidades, mientras que las ventas crecieron un 3,1% hasta alcanzar los 96,8 millones de entregas. Lo leemos en latribunadeautomoción.es.
Actualmente, en la industria automotriz conviven distintas velocidades de crecimiento en función de los mercados. Mientras en la región de Nafta, la industria se contrajo ligeramente el ejercicio pasado respecto a 2016, Sudamérica se dio la vuelta y volvió a crecer. En Europa se mantuvo la recuperación, hasta volver a niveles de 2007. Asia también mantiene la senda del crecimiento, y la producción y ventas se han más que duplicado respecto a 2005. Por último, en África se mantienen las alzas en producción (en ventas acumula tres años de descensos consecutivos), aunque el volumen sigue siendo bajo y está muy expuesto a fluctuaciones.
La OICA ha presentado sus previsiones para el ejercicio 2018 durante la 88ª edición del Salón del Automóvil de Ginebra, donde el presidente de la organización, Matthias Wissmann, se ha posicionado firmemente a favor de la libertad de comercio, coincidiendo con las amenazas esgrimidas por el presidente Donald Trump de imponer aranceles a la importación de aluminio y acero. “No existe ningún país que pueda satisfacer en solitario todas las demandas a nivel automovilístico de sus ciudadanos, y por supuesto, todos quieren tener la oportunidad de exportar sus vehículos a otros mercados, por lo que el acceso al libre mercado y la eliminación de las barreras al comercio se antojan vitales para garantizar el crecimiento internacional, el empleo y la prosperidad”, aseguró durante la presentación.
Asimismo, ha recordado que todos los fabricantes están interconectados unos con otros a lo largo de toda la cadena de valor, ya que el 75% del valor añadido de los coches lo generan los proveedores y, por tanto, mantener la eficiencia en estos intercambios es la única forma de mantener una buena operativa comercial y productiva. “La Unión Europea debería estar a la cabeza de la defensa del libre mercado”, aseguró Wissmann.
Desde la OICA, también han dado su opinión respecto a los objetivos de reducción de emisiones fijados por la Unión Europea, “los más estrictos de todo el mundo”. Para Wissman, se trata de números difícilmente alcanzables, que imponen una gran presión sobre los fabricantes y únicamente dependerán de la evolución de la demanda de los consumidores. “Europa debería perseguir objetivos climáticos ambiciosos pero nos preocupa que no los discuta con otras regiones para coordinarse, lo cual generará desequilibrios, y al fin y al cabo, las emisiones de CO2 no entienden de fronteras”.
La organización aboga por metas que sean suficientemente ambiciosas para tener un impacto en el medioambiente pero a la vez razonables para los constructores. “El Parlamento y el Consejo tienen la oportunidad de matizar algunos puntos de la propuesta de la Comisión Europea, pero personalmente no considero probable que esto ocurra”, sentenció Wissman.
En el ranking de producción por países, España mantuvo la octava posición mundial en 2017, con 2.848.335 vehículos ensamblados (-1,3%), que representaron una cuota del 2,93% frente al 3,03% de 2016.
Tras nuestro país, se colocó Brasil, que adelantó a Canadá (retrocedió dos posiciones), al registrar 2.699.672 coches (+25,2%). La nación sudamericana se quedó respecto a España a una distancia de apenas 148.663 unidades frente a las 729.566 que les separaban un año antes. En este sentido, todo apunta a que la industria española perderá muy probablemente este curso el octavo puesto frente a la brasileña.
En la décima plaza, se posicionó Francia, con 2.227.000 vehículos ligeros (faltan los datos de pesados), lo que supuso un alza del 6,5%. Seguidamente, como decíamos, está Canadá, que, con 2.199.789 unidades, cosechó un retroceso del 7,2%.
Antonio Mozas Martínez
Director de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción)
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