Los cambios en la cadena de suministro de la automoción
El Comité Económico y Social de la Unión Europea ha elaborado el informe ‘La industria de la automoción, ¿a las puertas de un nuevo paradigma?’, en el que presenta la necesidad de una hoja de ruta a largo plazo para impulsar la industria de la automoción, en el marco de los objetivos europeos previstos para 2030.
Así, apuestan por la transición a la movilidad eléctrica y el desarrollo de vehículos conectados y autónomos, lo que requerirá medidas concretas aplicadas al sector industrial y el reemplazo de las políticas tributarias actuales por impuestos especiales relacionados con el combustible, la ecología y las infraestructuras.
Además, el documento señala que los inevitables cambios estructurales podrían alterar por completo la cadena de suministro, ya que la fabricación de vehículos se verá fuertemente influenciada por el sector de las Tecnologías de la Información (TI), lo que conducirá a nuevos modelos de negocio.
En concreto, se han identificado cuatro desafíos principales: la electrificación y descarbonización del transporte, la digitalización del proceso de producción, la conducción autónoma, y los automóviles conectados, en el contexto de un nuevo concepto de movilidad. Todo ello podría transformar la cadena de valor, pasando de la venta de vehículos a la venta de movilidad, por lo que será necesario fomentar las inversiones en infraestructuras de carreteras y establecer un marco normativo para la conducción autónoma, que contemple los nuevos avances tecnológicos.
Asimismo, el endurecimiento de la normativa sobre emisiones ha incrementado la demanda de los consumidores y el número de programas de incentivos relacionados con los vehículos eléctricos, lo que significa que la electrificación ha afectado a la cadena de suministro del sector de la automoción, aumentando progresivamente la cuota de mercado de este tipo de modelos.
Todo esto tendrá consecuencias en lo que se refiere a los puestos de trabajo y las cualificaciones necesarias, ya que los automóviles eléctricos requerirán menos mantenimiento, mientras que la conducción automatizada reducirá la necesidad de reparación de la carrocería.
Al mismo tiempo, el mercado de repuestos deberá enfrentarse a una cadena de distribución más corta debido a las ventas por Internet. También es muy probable que se incremente la demanda de especialistas en TI y expertos en robótica, análisis de macrodatos y realidad aumentada.
Antonio Mozas Martínez
Director de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción)
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