Una solución que podría salvar los motores diésel
El fabricante de componentes de automoción Bosch ha presentado una tecnología que podría suponer el fin del debate sobre la desaparición de los motores diésel, según Oriol Ribas.
Gracias al desarrollo de diferentes componentes por parte de Bosch, los fabricantes de vehículos podrían reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) drásticamente. Ello no solo les permitiría cumplir hoy mismo los límites futuros. Incluso en las pruebas RDE (‘Real Driving Emissions’), las emisiones de los vehículos equipados con la nueva tecnología diésel de Bosch no solo están significativamente por debajo de los límites actuales, sino también con los que entrarán en vigor a partir de 2020.
Concretamente, la legislación europea exige que los nuevos modelos de turismos probados según una combinación RDE de ciclos urbanos, interurbanos y de autopistas, no emitan más de 168 miligramos de NOx por kilómetro. A partir de 2020, este límite se reducirá a 120 miligramos. Con la nueva tecnología de Bosch es posible alcanzar tan solo 13 miligramos de NOx. Es decir, una décima parte del límite prescrito que se aplicará después de 2020.
Y lo que es todavía mejor, los ingenieros de Bosch lograron estos resultados afinando las tecnologías existentes. Es decir, su aplicación es inmediata y no incrementaría los costes de producción.
Todo esto se ha conseguido gracias a una combinación de tecnología avanzada de inyección de combustible, un sistema de gestión del aire recientemente desarrollado y una gestión inteligente de la temperatura de los gases de escape.
Antonio Mozas Martínez
Director de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción)
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