¿La burbuja de Tesla?
Hace tiempo Javier Molina nos recomendaba en elconfidencial.com que aquellos lectores que sientan interés por lo que el futuro puede deparar en materia de transporte no pueden perderse las charlas TED de Elon Musk de Tesla.
Cuando en 2013 abrazaba la idea de un coche eléctrico de producción en masa, pocos pensaban que el proyecto tendría futuro. Sus acciones han subido un 1.300% desde esa fecha y los que se pusieron cortos (que no son pocos) no han dejado de perder dinero. El año pasado, nos ha contado su proyecto para terminar con los atascos mediante la construcción de unos túneles, en varios niveles, que conseguirán un transporte rápido y eficaz. A esa idea, le ha sumado su visión de cómo construir un futuro en Marte.
Lo único cierto es que los precios de las acciones se han disparado y su capitalización supera a los clásicos fabricantes de autos como General Motors o Ford. Cuando un inversor toma una posición en una acción, las razones pueden ser muchas y de distinta índole, pero al final son dos los motivos básicos que la impulsan: crecimiento o valor. En el caso de Tesla estamos, obviamente, ante una apuesta por crecimiento.
Algunos apuntan a este respecto que, de no ser por la entrada de nuevo dinero de nuevos inversores, la empresa estaría quebrada. Esos mismos añaden que Tesla es, sin duda, una muestra de la burbuja en la que nos encontramos y que su valoración está fuera de toda lógica.
Y es que, en el caso de Tesla, no se atiende a cuestiones de valoración sino de crecimiento esperado. Se buscan empresas que presenten buenas perspectivas en lo que a sus ventas y beneficios proyectados se refiere y que ofrezcan un modelo de negocio disruptivo.
Pero no se trata hoy de ponernos a examinar si la compañía está barata o cara. Se trata de ver cómo los proyectos de una empresa de este tipo pueden revolucionar el mundo con respecto a lo que hoy tenemos. Tesla ha roto su récord de entregas en un año, y en 2017 han alcanzado las 101.312 unidades entre el Model S y Model X, lo que supone una mejora del 33% respecto al pasado año. Nada mal si tenemos en cuenta que el Model S lleva ya casi seis años en el mercado, y el Model X tres años.
En los tres primeros meses de este año 2018, Tesla ha logrado llegar a las 24.728 unidades del Model S y Model X, mientras que el Model 3 ha cerrado el trimestre con 9.766 unidades producidas. Esto hace una suma de unidades salidas de la fábrica de Fremont de 34.494 unidades entre todos sus modelos. Algo que le permite lograr un incremento del 40% respecto al último trimestre del 2017.
El siguiente de los proyectos, que tal vez están ya descontando esos inversores en Tesla, radica en la construcción de túneles para agilizar y lograr un transporte eficiente. Para ello, ya creó una nueva empresa en 2016, The Boring Company, que pretende llevar sus coches bajo tierra. Dada la sofisticada tecnología existente para hacer túneles, un enfoque multidimensional sería la solución al tráfico y se optimizaría el transporte. Diferentes túneles a diferentes niveles en un entorno totalmente automatizado no es una quimera absurda, y su realización sería posible.
Frente a una visión más confusa de los coches voladores, la forma de regularlo parece más simple y su financiación igualmente factible. En este proyecto, se utilizan los actuales coches de Tesla sin modificación alguna, de forma que los incorpora dentro de la estrategia y la diferencia de otros competidores que, bajo una idea similar, tienen que utilizar una especie de cápsula de pasajeros cuya puesta en marcha sería más compleja, costosa y de regulación aún más específica.
Antonio Mozas Martínez
Director de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción)
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