Y después del diésel ¿qué?
¿Podemos plantearnos la movilidad del futuro en nuestras grandes ciudades renunciando a esta tecnología? En un momento en el que las ventas de vehículos propulsados por este combustible han dejado ya de representar la mayoría de las matriculaciones, y con un panorama legislativo, político y de opinión desfavorable al diésel, el análisis de los expertos del Think Tank de Automoción del IE Business School ha puesto ahora el foco en el futuro de los automóviles propulsados por esta tecnología, “Made in Europa”, que se encuentra en el punto de mira.
Las reflexiones del grupo de expertos sobre el futuro de esta tecnología se dieron a conocer en la sesión plenaria de presentación de conclusiones celebrada el pasado miércoles 19 de junio en la sede madrileña de la institución docente. En este acto ha participado Guillermo Wolf Elósegui, Presidente de la Comisión Técnica de Motores, Combustibles y Lubricantes de ASEPA, que contribuyó a generar debate sobre el tipo de combustible que utilizaremos dentro de 5 ó 10 años, las alternativas existentes en el mercado y el poder de la UE y de los propios usuarios en la elección del mismo.
Las conclusiones del Think Tank no solo ponen de relieve los intereses enfrentados de fabricantes y administraciones a costa de una tecnología más perjudicial en términos de emisiones de NOx, pero menos lesiva en cuanto a los niveles de emisiones de CO2, sino que abren la puerta a un futuro diésel vinculado al “downsizing” y la apuesta por nuevas tecnologías que contribuirán a minimizar las emisiones nocivas para la salud vinculadas al diésel.
En cualquier caso, y aunque el futuro de la movilidad parece pasar irremediablemente por la electrificación del parque, los expertos congregados en torno al Think Tank coinciden al señalar que en el corto y medio plazo convivirán irremediablemente distintas tecnologías de propulsión. En este sentido, la industria del automóvil ya ha iniciado un proceso de transición hacia tecnologías más limpias que además de grandes desafíos implica no pocas incertidumbres. En dicho proceso, el diésel tendrá sentido en vehículos más grandes, pero no en los más pequeños propios de la movilidad urbana.
Antonio Mozas Martínez
Director de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción)
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