Más peajes obligatorios
Navarra se ha apuntado a la tendencia de obligar a los camiones a dejar carreteras nacionales y pasar por una autopista de peaje. Durante cinco meses, unas obras en los túneles de Belate y Almandoz alteran la circulación de tráfico pesado.
Unas obras en la Carretera Nacional 121 en la Comunidad Foral de Navarra, que cruza la provincia de norte a sur, están complicando el trabajo del transporte de mercancías por carretera. Existen dos túneles (Belate y Almandoz) que están siendo reacondicionados por una directiva europea que obliga a construir apartaderos cuando los pasos superan una determinada longitud.
Para cumplir con esta normativa, el Gobierno foral ha tenido que organizar el tráfico para que las obras le afecten lo menos posible: se ha establecido un calendario (junio-noviembre 2018) y un horario (6:00-22:00 horas), pero lo que iba a ser una restricción general, para todo tipo de vehículos, a última hora, se decidió que sólo afectaría a los camiones.
El problema está en que la alternativa que propuso la Administración fue la A-15, que tiene un tramo con peaje. Para ayudar al sector del transporte, el Gobierno foral se comprometió a costear el tramo (con lo que sólo tienen que pagar el IVA, entre 0,35 y 0,5 euros). Los alcaldes de la zona se habían puesto de acuerdo en prohibir el paso de camiones por la carretera nacional: su principal argumento que ponen en riesgo la seguridad vial de la zona. Para poder orden en el conflicto, se creó una comisión de seguimiento de las obras del túnel de Belate, un colectivo en el que se exponía a las partes (ayuntamientos, protección civil, policía foral, asociaciones de transporte, como ANET), las medidas que se iban a tomar ante la inminencia de las obras: adecuar el puerto para que sirva de alternativa a los camiones que tienen prohibido el paso por los túneles.
Sin embargo, lo que, en principio, iba a ser un desvío voluntario, se convirtió en obligatorio por matrículas pares e impares, por semanas alternativas. Ahora, los transportistas tienen que saber qué semana es en la que pueden pasar, aunque no sin dificultades: según han denunciado algunos transportistas, su redacción no queda clara: no se sabe si la semana en cuestión es para las matrículas pares, o son las pares las que lo tienen prohibido. También complica el idioma: sólo está en castellano y euskera, por lo que cualquier transportista extranjero que no hable ninguno de los dos idiomas, puede incurrir en sanción.
Primeros días
Desde que entró en vigor la restricción (el pasado 4 de junio), se han producido algunas denuncias, sobre todo, de transportistas extranjeros o despistados que no sabían que no podían pasar por la N-121 con su matrícula. Para Miguel Suárez, presidente de Anet (la Asociación Navarra de Empresas de Transporte, integrada en Conetrans), la señal es desastrosa: la han puesto en castellano y euskera y crea una confusión tremenda. Es un cartel que sería fácil hacerlo, pero está enrevesado hasta más no poder. No digamos si viene un rumano, un búlgaro o un checo
.
Para Suárez, estamos en una situación en la que, en el pacto de Gobierno, los cuatro partidos que lo forman firmaron que quitarían los peajes de las autopistas. Dentro de lo que cabe, esta legislatura está siendo bastante tranquila, pero estamos viendo que la Comunidad Autónoma Vasca ha realizado un cambio en la normativa para poder implementar peajes al tráfico pesado (Etzegarate). Y creemos que aquí no tardará, por la afinidad política que tienen los dos gobiernos.
Inconvenientes
Las consecuencias de las restricciones ya se empiezan a notar: las empresas tienen dificultades para llegar a sus puntos de descarga (especialmente las de distribución y reparto) y los costes se incrementan: no sólo en euros (entre 55 y 60) sino también en tiempo (entre 45 y 50 minutos) si se hace el trayecto completo.
Ahora hay que utilizar la A-15, que obliga a hacer un rodeo considerable, y lo que es peor: deja aislados a un buen puñado de pueblos de la zona, a los que no llegan las mercancías como antes, sino que ahora hay que hacerlo en vehículos más pequeños, o saltarse el horario de restricción y entregar por la noche, entre las 22:00 y las 6:00 horas del día siguiente, cuando la mayoría de los puntos de entrega están cerrados.
Eso es precisamente lo que le pasa a la empresa Transportes Los Tudelanos. Con varios puntos de distribución de mercancías, se encuentra con un problema a la hora de hacer sus entregas, ya que tiene varios clientes de mercancía peligrosa (pinturas, disolventes, barnices)
No puede repartir como hasta ahora (en camiones) y debe hacerlo en vehículos más pequeños. La solución que les dio el Gobierno foral es que hicieran el reparto por la noche, cuando se levanta la restricción: pero claro, a esas horas, las empresas están cerradas. Cuando les planteamos nuestra queja, ya no contestaron más explica. Como no era viable, solicitamos un permiso especial para que determinadas matrículas, con ciertas mercancías, pudieran pasar. No sirvió para nada: ni matrículas especiales, ni mercancía peligrosa
absolutamente nada.
El hecho de que el Gobierno foral se haya comprometido a abonar el peaje y sólo tengan que pagar el IVA le parece aceptable: tienen que favorecer algo: si no nos ayudan, lo único que nos están poniendo son trabas. Pero para nosotros no nos vale para nada. Para ver si consiguen callarnos de alguna manera. Para nosotros es un problemón: un servicio que hacíamos en ocho horas, ahora lo tenemos que alargar a no sé cuántas horas. Y encima, tenemos que tener cuidado porque, como te despistes un día, la puedes liar, y como ahora están vigilando tanto Nos multa cualquiera: policía foral, ertzantza, guardia civil Y los que llevamos un panel naranja (mercancías peligrosas) siempre llamamos más la atención, con lo cual, nos paran más se lamenta.
Los costes económicos y de tiempo son importantes
La solución dada por el Gobierno foral al transporte para evitar el paso de camiones por la N-121 mientras duren las obras no convence a los transportistas. El presidente de Anet, Miguel Suárez, explica que el desvío por la A-15 y la autovía de Leizarán está funcionando bien, pero si antes había un pequeño problema y se hacía un atasco, no pasaba nada. Pero como ahora han trasvasado mucho flujo de vehículos provenientes de la N-121, cuando hay un pequeño atasco, se montan unas caravanas impresionantes.
Y no sólo eso: es una ruta mucho más dura para el camión, mucho más exigente para el motor y los frenos. Cuando empiece a apretar el calor, se empezarán a quemar elementos (no tenemos chóferes tan profesionales como teníamos antes y puede pasar de todo).
Ante la posibilidad de aplicar los incrementos de costes a los clientes, Miguel Suárez no lo ve claro: Imposible. Sobre todo, a los cargadores extranjeros. No lo entienden.
La solución que nos ha dado el gobierno foral no nos sirve
Miguel García, gerente de la empresa Transportes Los Tudelanos, es uno de los afectados por la decisión de cortar el paso a camiones por la N-121. Una de las divisiones de la empresa, la distribución, tiene problemas para abastecer a clientes que están a pie de carretera y que, al llevar mercancía peligrosa, tienen restringido el paso por la vía que el Gobierno foral ha acondicionado. La única solución que les ha dado es hacer el reparto en las horas en las que no hay restricción: de 22: 00 a 6:00. Claro, unas horas en las que todas las empresas están cerradas. Cuando les dijimos que esa no era una posibilidad viable, no nos contestaron explica Miguel.
La empresa no ha valorado todavía el extra de coste económico que les supone la restricción, pero sí el tiempo: en unas distribuciones que antes hacíamos saliendo a las 9 de la mañana de Pamplona y llegando a las 4:30 de la tarde, ahora el retorno es a las 8 de la noche.
Queremos que el camión pueda pasar por la N-121
Que la medida afecta no sólo al transporte, se puede entender que hay otros sectores afectados: las tiendas y supermercados, gasolineras y demás comercios no son abastecidos, al no poder llegar los vehículos por las vías convencionales. José Luis Echegaray, alcalde de Lesaca, un pequeño municipio navarro anclado en la montaña y cercano ya a Francia, cree que prohibir el paso a camiones es un error. Y explica por qué:
”Cuantos menos camiones haya, la gente que ha invertido mucho dinero (basándose en el paso del transporte pesado por aquí), se la juega. Han sido momentos duros en las negociaciones, pero, al final, el Gobierno foral cedió y decidió poner unas restricciones más suaves, estableciendo un sistema de matrículas pares e impares. Además, reaccionó y se dignó a pagar los peajes de la autopista. El pueblo, de algo más de 2.700 habitantes, tiene unas ocho empresas de transporte instaladas en su demarcación, lo que evidencia la importancia que tiene el transporte en su economía”.
Fuente: Transporte profesional
José Miguel Fernández Gómez, es experto en gestión de flotas de vehículos, y el director de Advanced Fleet Management Consulting que suministra servicios de consultoría en gestión de flotas de vehículos
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