El barómetro de transporte de Timocom ha cerrado 2017 con una proporción media de cargas y camiones en Europa de 70/30. Con un 78% de cargas, septiembre de 2017 registró el máximo histórico, lo que supone un número creciente de mercancías que deben transportarse de un punto a otro, para las que cada vez hay menos camiones disponibles.

La explicación a este fenómeno está, según Gunnar Gburek, portavoz de Timocom, en “el cambio de hábito en el mercado de transporte europeo, que se ha producido de forma significativa en poco tiempo. Si antes, los compradores de servicios elegían a sus socios comerciales, ahora son los vendedores de servicios quienes eligen, en tiempo real, la carga que se ajusta a sus capacidades. Es evidente que, en lo que a la búsqueda se refiere, las cosas han cambiado”.

En 2016, los hábitos de búsqueda que mostraba la relación de cargas y camiones en el mercado europeo de transporte eran más equilibrados: con una proporción de 53/47, el barómetro de transporte de Timocom registró en el cuarto trimestre de 2016 un ligero superávit de cargas.

Los motivos

Para Timocom, empresa ubicada en Alemania, la razón está en la coyuntura económica, que en su país sigue siendo positiva. Con 109,4 puntos conseguidos en el cuarto trimestre de 2017, el barómetro coyuntural del Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW Berlin) registró un crecimiento por encima de la media. Las consecuencias directas son que los volúmenes de transporte aumentan.

A ello se une el descenso de profesionales del transporte. Según datos de la Asociación Alemana del Transporte y la Logística (DSLV), Alemania acusa un déficit de, al menos, 45.000 chóferes. Cada vez menos jóvenes comienzan en la profesión, ya que el trabajo es poco atractivo. El Ejército federal ha dejado de ser el principal formador de conductores profesionales, una circunstancia que, años después, se sigue notando en forma de una disminución de la capacidad de carga.

A ello se le une una novedad en la normativa de su descanso semanal: desde mediados del pasado año, los conductores de camión en Alemania (y en otros países europeos) ya no pueden hacer su descanso semanal normal a bordo del vehículo, sino en otro lugar “adecuadamente equipado para el descanso“. En la práctica, esta normativa implica una pérdida de un tiempo valioso y reduce la disponibilidad de la capacidad de carga existente.

No obstante, el portavoz de Timocom, Gunnar Gburek, asegura que “son buenos tiempos para los transportistas. La profesión vuelve a gozar de mayor reconocimiento y se prevé que los salarios aumenten. El transportista volverá a ser considerado como lo que es: un socio irrenunciable de una cadena de suministro que garantiza el bienestar y el poder económico de nuestro país”.