Tres años para crear el color de un coche
La creación de un nuevo color para el automóvil necesita de un largo y complejo proceso de unos 3 años de duración que Seat nos descubre.
En primer lugar, un equipo especializado se dedica a analizar las tendencias de mercado y a proponer la paleta de colores de los modelos que se lanzarán. “Además de seguir las modas, la definición de un nuevo tono es también algo muy intuitivo. Se tiene que sentir el pálpito de la calle y plasmarlo”, asegura Jordi Font, del departamento de Color&Trim de Seat. En total, se destinan 1.000 litros de pintura para crear una nueva tonalidad.
Después, en el laboratorio se realizan las mezclas que convierten el trabajo de creación de un nuevo color en un ejercicio puramente químico. Una vez definido, el color se tiene que probar sobre chapa para ver su aplicación y el efecto visual que produce.
Ya en las instalaciones de producción, los coches se pintan a una temperatura entre 21 y 25ºC. Se utilizan dos kilos y medio de esmalte en un proceso automatizado, para el que se destinan muchos robots y seis horas por vehículo. Las cabinas de pintura tienen un sistema de ventilación similar al de los quirófanos para evitar que entre polvo del exterior e impedir, así, que se posen impurezas sobre el coche recién pintado. Siete capas en total, finas como un cabello pero resistentes como una roca, que se secan en un horno a 140 ºC.
Al acabar de pintar, 43 segundos bastan para comprobar que no haya ninguna anomalía en la aplicación. Con un escáner de última generación se revisa la uniformidad y que no haya impurezas.
Director de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción)
]]>