Entre sus novedades, destacamos las 10 siguientes:

• Acceso a una autorización de transporte de mercancías de servicio público con un único vehículo de más de 3,5 toneladas de MMA con menos de cinco meses de antigüedad.
  
• Las autorizaciones de servicio público que amparen vehículos de transporte de mercancías que tengan una MMA autorizada superior a 3,5 toneladas de MMA, pero con su capacidad de carga limitada a 3.500 kilos, se convierten automáticamente en autorizaciones de pesado.
• La pérdida de la honorabilidad, y la consecuente suspensión de la autorización de transporte durante un año, directamente por la comisión de determinadas infracciones muy graves o indirectamente, por la acumulación de infracciones de otras infracciones muy graves y graves, que se van a registrar en el nuevo Índice de reiteración infractora (IRI).
  
• Cambia el baremo sancionador: se endurecen las multas por exceso de peso y se sanciona la realización del descanso semanal normal utilizando la cabina del vehículo.
• Se articula la figura del gestor de transporte, el actual capacitado, que debe tener una vinculación real y efectiva con la empresa. Se definen sus responsabilidades.
• Nuevo examen de capacitación a partir del 1 de julio de 2020; hasta esa fecha se mantiene el formato actual, pero solo se pueden presentar al examen aspirantes con un nivel mínimo de estudios: bachillerato o FP equivalente.
• La tarjeta de transporte deja paso a una autorización digital y el visado lo realiza de oficio la administración de forma electrónica, sin que haya que presentar documentación.
• Se modifica el Comité Nacional del Transporte.
• Cambia el contenido obligatorio del Documento de control.
• CAP: se puede hacer el curso 12 meses antes sin perder “antigüedad” en la fecha de caducidad de la tarjeta.

A pesar de todo lo que se ha dilatado en el tiempo el proceso de tramitación, las prisas han dominado los últimos días previos a su aprobación por el Gobierno, el mismo día que anunciaba la convocatoria de las elecciones generales para el día 28 de abril.

El ministerio de Fomento le entregó el proyecto a principios de febrero al Comité Nacional del Transporte, que tuvo que hacer una revisión exprés del texto, ya que el Ministerio lo quería llevar a Consejo de Ministros lo antes posible, para darle salida en el BOE antes de la disolución del Gobierno.

En esta revisión, los miembros del Comité se encontraron con un punto que hizo saltar las alarmas: la posibilidad de que el nuevo ROTT permitiera entrar con un único vehículo y sin antigüedad, requisito que Fomento se había comprometido a mantener. El procedimiento sería a través de una pequeña triquiñuela: haciendo un renting inicial con un vehículo de más de 3,5 toneladas de MMA de menos de cinco meses y, conseguida la autorización, adquirir otro vehículo más antiguo, incluso una tractora, de hasta doce años de antigüedad, y dar de baja a continuación el vehículo del renting.

El miércoles 13 de febrero, el Comité Nacional del Transporte le propuso a Fomento un texto alternativo, con amenaza incluida de convocar movilizaciones, incluso con un paro patronal, si no era aceptado, al entender que Fomento estaría incumpliendo uno de los doce puntos presentados en noviembre como ineludibles para mejorar la situación del sector: aprobar el nuevo ROTT con el consenso del Comité.

Dos días después, el 15 de febrero, coincidiendo en el tiempo con la aprobación del Real Decreto por el Consejo de Ministros, el presidente del Departamento de Mercancías del Comité, Carmelo González, recibía una carta de la Directora General de Transporte Terrestre donde se le comunicaba que se había realizado el cambio tal y como lo habían solicitado desde el Comité.