La prohibición inicialmente prevista pretendía limitar, a partir de 2020, la entrada en la zona denominada Madrid Central a vehículos sin distintivo de hasta 3,5 toneladas de MMA; a partir de 2023, con distintivo B de hasta 3,5 toneladas de MMA, a partir de 2023 para los vehículos sin distintivo a partir de 3,5 toneladas de MMA y a partir de 2025 con distintivo B a partir de 3,5 toneladas de MMA, lo que afectaría casi el 90% de la flota actual.
Tras las propuestas realizadas por la patronal del transporte de mercancías de Madrid, el Ayuntamiento ha establecido la creación de un grupo de trabajo en el que se abordará el problema de la renovación de la flota de vehículos de reparto, según se ha puesto de manifiesto durante la reunión de la Mesa de Seguimiento de Madrid Central, a la que acudió la alcaldesa Manuela Carmena.
CETM-Madrid es miembro del Comité Madrileño de Transporte y está adherida a la Plataforma de Afectados de Madrid Central y ha propuesto, de manera formal, una ampliación de plazos de cinco años más para el calendario que, en la actualidad, se fija en Madrid Central, lo que, a juicio de CETM-Madrid, “resulta más acorde con la vida útil de los vehículos y con la propuesta del Gobierno Central de Ley de Cambio Climático, que permite prohibir la vehículos diésel a partir de 2040 y la prohibición de su circulación en 2050″.
La asociación que aglutina a cerca de 500 empresas del transporte de mercancías por carretera de la Comunidad de Madrid, con más de 5.000 vehículos y en torno a 10.000 trabajadores, ha mostrado su satisfacción por el cambio de criterio, si bien criticó que los datos y estudios presentados “no son suficientes para evaluar la afectación de los primeros días de Madrid Central al sector del transporte“.
Durante la reunión mantenida, se constituyeron otras dos mesas de trabajo más: una sobre establecimientos en el interior de Madrid Central y otra sobre el seguimiento de objetivos e impacto de Madrid Central.
Desde la asociación de empresas de transporte madrileñas, se ha hecho hincapié en la inseguridad jurídica en la que quedan las empresas del sector para renovar las flotas, “lo que está produciendo un efecto disuasorio y un evejecimiento de la flota de distribución urbana de mercancías“, por lo que CETM-Madrid considera que es aconsejable clarificar cuanto antes la cuestión de la renovación de flotas para que empresas de transporte y fabricantes de vehículos puedan afrontar sus inversiones en unas condiciones de mínima certeza.

 Fuente: Transporte profesional