La guerra de la recarga rápida
En un estudio publicado por el banco suizo UBS se estima que sería necesario invertir 360.000 millones de dólares en los próximos ocho años para construir una infraestructura de carga global que exigirán las crecientes ventas de vehículos eléctricos y para ello será clave la limitación de formatos de recarga.
Con ello, la carga rápida se va a convertir en imprescindible con la nueva oleada de baterías de gran capacidad y autonomías suficientes para viajar, donde el problema de los diferentes tipos de conectores, de potencias de carga y de comunicaciones tendrá que resolverse. Por ahora los fabricantes europeos, japoneses, chinos y Tesla manejan formatos distintos de carga parcialmente incompatibles entre ellos.
Según movilidadelectrica.com, actualmente existen varios formatos de carga rápida diferentes. La carga con corriente continua es más potente que con corriente alterna. Actualmente con esta última, el tope está en los 43 kW, mientras que en continua se habla de hasta 400 kW. Esas cifras representan, al final, tiempo de carga, algo que es imprescindible acortar para poder viajar.
En corriente continua tenemos los tipos CCS, CHAdeMO, los supercargadores de Tesla y GB/T en China. Y para corriente alterna tenemos cargadores con conectores tipo 2. Los fabricantes de infraestructura de recarga afirman que los formatos deben limitarse para mantener controlados los costes de los cargadores, que no pueden disponer de mangueras para todos.
El formato CCS (Sistema de carga combinada) ha sido el elegido por la Unión Europea como su estándar de carga, aunque no prohíbe la instalación del resto de los formatos. Actualmente hay alrededor de 7.000 puntos de recarga CCS en todo el mundo, más de la mitad de ellos situados en Europa.
De los otros sistemas, en la actualidad hay más de 16.000 puntos de recarga CHAdeMO, la mayoría situados en Japón y Europa, casi 9.000 supercargadores de Tesla, la mayoría en Estados Unidos, aunque en Europa también existe una red importante. En China hay más de 127.000 estaciones de carga GB/T.
Por ahora se siguen instalando todos estos tipos de conectores en Europa, Asia, Estados Unidos y China, lo que deja claro que no hay vencedores ni vencidos en esta guerra de enchufes. El estándar chino, que puede parecer el más débil no quiere ser abandonado por ningún fabricante, dado el tamaño de su mercado.
En conclusión y aunque viene con fuerza, la movilidad eléctrica está todavía dando sus primeros pasos y es pronto para predecir qué tecnología de carga rápida prevalecerá. Sí parece que será muy difícil y complicado conseguir una boquilla universal de carga.
Antonio Mozas Martínez
Director de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción)
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