Si vas a cambiar los neumáticos, es muy probable que te recomienden hacer un paralelo. ¿Es realmente necesario?
Seguro que cuando hayas ido a sustituir los neumáticos de tu coche, el mecánico te habrán recomendado realizar un paralelo a tu coche. Se trata de reajustar las cotas de dirección del coche, pues cada modelo y versión llevan unas cotas determinadas.
Y no, ningún coche lleva las cuatro ruedas completamente rectas. Todos llevan algún grado de convergencia (es decir, las ruedas van ligeramente mirando hacia el interior), de caída (es decir, las ruedas de un mismo eje están más cercanas entre sí por su parte superior que por la inferior) y de avance (si pudiésemos ver el amortiguador delantero de perfil por debajo de la carrocería, veríamos que el punto de anclaje superior al chasis está más retrasado que el punto inferior).
Todos estos reglajes influyen directamente en el comportamiento del coche, y deben ser siempre los indicados por el fabricante para asegurarse de que el coche pisa correctamente. De lo contrario, el coche no irá como debe. Es muy habitual que el paralelo se ajuste sólo en el eje delantero, aunque también hay muchos modelos en los que se puede ajustar alguna de las cotas en el eje posterior.
La cuestión es que, con el paso de los kilómetros, esas cotas se van desajustando por los baches, los apoyos… De manera que, cuando vamos a cambiar los neumáticos, lo normal es que las cotas hayan variado ligeramente. Como es algo muy progresivo, es probable que no nos hayamos percatado, y hasta es habitual que esos desajustes se hayan visto compensados en parte por el propio desgaste del neumático, que con los kilómetros tienden a desgastarse y amoldarse según como estén las cotas.
Por eso, cuando cambiemos los neumáticos, es recomendable realizar un paralelo, que nos costará unos 50 euros de media pero que nos permitirá asegurarnos de que nuestro coche pisa correctamente.
Además de volver a tener el comportamiento original del coche, también nos aseguraremos de que los neumáticos van a tener un desgaste más homogéneo y regular, algo que también alargará su vida útil.
Por otro lado, también es muy recomendable que, además de realizar un paralelo, en el taller comprueben el estado de las rótulas, pues en caso de que presenten demasiadas holguras, no valdrá de mucho hacer un buen paralelo. Por revisar su estado no te cobrarán nada, y tampoco es habitual que presenten holguras salvo que tengan muchos kilómetros o que hayan sufrido golpes. También suelen coger más holguras si circulamos habitualmente por zonas en muy mal estado.
Fuente: Aurofacil
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