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Lamentablemente, cada vez más víctimas de acoso saben bien lo que es el “stalkerware”… y por qué el vehículo conectado se presta a que sus acosadores lo empleen para controlarlas.

El stalkerware es una modalidad de spyware con la que los cibercriminales obtienen toda la actividad en Internet de la víctima, enviándola a un servidor que ellos mismos controlan. Dado que el objetivo es vigilar la vida de esa persona, es un tipo de ataque característico de los dispositivos móviles. En otras palabras: es el spyware predilecto de los acosadores. Es más, suelen ser sumamente fáciles de instalar por un usuario sin grandes conocimientos de informática. ¿La pega para “los malos”? Inevitablemente, requiere de acceso físico al dispositivo de la víctima… razón de más para que los sospechosos habituales de usarlo sean parejas, familiares, jefes… es decir, el entorno cercano de la persona afectada.

¿Cómo detectar si tengo un stalkerware en mi Android?

Existen varios fenómenos que te pueden poner sobre la pista de que alguien está recurriendo a un stalkerware para espiarte. Para empezar, presta atención si la batería y los datos móviles se te están acabando de forma realmente rápida. Revisa igualmente los permisos que tengan todas tus aplicaciones, acabando con todos aquellos que den acceso a la geolocalización o a las características de “Accesibilidad” de Android.

De hecho, conviene que revises varias pestañas de “Ajustes”, empezando por la de “Accesibilidad”. Ahí podrás eliminar las aplicaciones que no reconozcas. Podrás hacer lo mismo en la pestaña “Notificaciones”, para que las apps sospechosas dejen de tener acceso a ellas. Además, aunque no veas un icono en tu escritorio, la aplicación siempre aparecerá en la lista de apps de los ajustes de Android, donde podrás desinstalarla.

Por su parte, en la configuración de Google Play encontrarás la opción “Google Play Protect”. Esta funcionalidad escanea todas las aplicaciones descargadas en tu smartphone Android, en busca de posible actividad maliciosa. Y, naturalmente, usa la lógica… ¿Esa persona de tu entorno cercano parece tener datos que no le has contado expresamente?

El mayor peligro es off line

Los desafíos del stalkerware no acaban aquí, porque es uno de los ciberataques que más se trasladan al mundo real. Muchos de ellos alertan al acosador de que la víctima se lo ha desinstalado, o bien ha instalado un antivirus que lo va a detectar. Por otro lado, puede que a esta última no le interese eliminarlo, para presentarlo como prueba en un juicio. Pueden ser tantas las repercusiones cuando encuentras stalkerware en tu teléfono, que existe toda una asociación para asistir a afectados. En ella participan firmas de ciberseguridad como Norton o Avira, y la colaboración de Interpol.

Algunas de las aplicaciones de stalkerware más conocidas son TheTruthSpy y KidsGuard. Frecuentemente, son presentadas como apps para la vigilancia parental.

Los coches, objetivos naturales

¿Por qué nos inquieta tanto en el mundo del vehículo conectado? Imagínate las “fechorías” que se pueden llegar a realizar siguiendo la localización de un coche en tiempo real. En realidad, cada vez más fabricantes permiten esta posibilidad, que suena muy bien para encontrar adónde se han llevado los ladrones físicos tu coche… o para ir directo a la plaza donde lo dejaste en un gran aparcamiento.

Aplicaciones como “FordPass“, que conecta de forma remota al sistema de infoentretenimiento del vehículo, registran los lugares más frecuentemente visitados por el usuario. Allá por el año 2012, General Motors presentó “FamilyLink”, nada menos que un servicio para seguir a miembros de la familia cuando usaran nuestro vehículo. En suma, un acosador puede querer acceder a los datos que almacene nuestro vehículo sobre nosotros; muchas veces, con nuestro desconocimiento.

EE.UU. ya ha tomado cartas en el asunto

Por todo lo expuesto, los fabricantes deben asegurarse de notificar a los usuarios cuándo se está registrando su localización. También conviene que indiquen cómo desconectar este seguimiento de forma discreta. Este mismo año, la Comisión Federal de Comunicaciones de EE.UU. se ha puesto a estudiar cómo proteger a las víctimas de violencia de género y abusos sexuales… de las funcionalidades de los vehículos conectados. La situación ha llegado al punto de que la comisión pida a los fabricantes y a los proveedores de servicios inalámbricos qué medidas van a adoptar.

Los miembros de la comisión entienden que, de acuerdo con la nueva norma “Safe Connections Act”, los proveedores tendrían que desconectar los servicios en línea del vehículo, si éste es propiedad del abusador pero lo tiene que usar la víctima.

Mercedes Anguita

Fuente: HackerCar

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