Con el desarrollo de la IA, las fábricas de baterías, los grandes centros de datos y el coche eléctrico está ocurriendo lo inevitable: la demanda de electricidad se está disparando. Y hay países que puede que no estén preparados para esta realidad. Uno de ellos es EEUU.
Un pormenorizado análisis de The New York Times ha dado la voz de alarma ante lo que creen que es un punto de inflexión: toda esta demanda de energía no solo está poniendo al límite las redes eléctricas, sino que está tirando por tierra los objetivos climáticos.
Hace demasiado calor y cada vez hay más centros que demandan energía las 24 horas
EEUU se está encontrando con un buen problema en su red eléctrica: los centros de datos, criptominería y la expansión de la IA de la mano de gigantes como Amazon, Apple, Google o Microsoft están catapultando la débil red eléctrica en Estados como Georgia, donde la demanda es ahora 17 veces mayor que hace un década. Sin hablar de los problemas que enfrenta Texas, la sartén de Norteamérica.
Recordemos que las sucesivas olas de calor que asolaron muchos estados el verano pasado -como fue el caso de Texas- fueron el motivo por el que marcas como Tesla pidieron a sus clientes no recargar las baterías de sus coches. Según cálculos de la cabecera, en California los vehículos eléctricos pronto podrían representar el 10 % de la demanda máxima de energía, y se prevé que el mercado mundial de infraestructura de carga de vehículos eléctricos alcance los 125.390 millones de dólares en 2030, de los 25.000 actuales.
Un estudio del Laboratorio Nacional de Energía Renovable estimó que para satisfacer las necesidades de carga previstas para 2030 se necesitará una inversión acumulada de entre 31.000 y 55.000 millones de dólares para alrededor de 1,2 millones de unidades de carga accesibles al público (además de unos 28 millones de unidades de carga domésticas).
La explicación de lo que pasa en Texas es sencilla. Como recuerda Science Daily, la energía se genera en unos pocos y determinados lugares del país y, sin embargo, nuestros hogares, empresas y fábricas con aire acondicionado están por todas partes.
Son las líneas de alta tensión -y las otras-, las encargadas de llevar la energía desde las centrales de producción a todos los rincones del país. Esas líneas, sin embargo, no dejan de ser cables y tienen una capacidad limitada: cuanta más energía transporte, más se calienta. El conductor metálico de la línea se expande y llega a provocar su caída. Y en estos episodios tampoco podemos recurrir a las energías renovables, como la eólica o la hidroeléctrica.
Aquí es donde toman el relevo otros centros de producción, como las nucleares, las térmicas y las de gas. En este escenario, los pronósticos no son muy favorables en EEUU: “Se prevé que la demanda máxima en verano crecerá en 38.000 megavatios en todo el país en los próximos cinco años, según un análisis de la consultora Grid Strategies , lo que es como añadir otra California a la red“, detalla el periódico.
Y aquí es donde volvemos a la paradoja del coche ecológico (que incluye fábricas de semiconductores y baterías), pues su demanda también está contribuyendo a un aumento sin precedentes de la electricidad: “Las cifras que estamos viendo son bastante disparatadas”, ha reconocido a la cabecera Daniel Brooks, vicepresidente de redes integradas y sistemas de energía del Electric Power Research Institute, una organización sin fines de lucro.
Para satisfacerla y evitar un escenario de apagones, las empresas de servicios públicos en estados como Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Tennessee y Virginia están proponiendo construir docenas de plantas de energía durante los próximos 15 años que quemarían gas natural.
Algo que no ayudaría al objetivo de descarbonización de EEUU de generar toda la electricidad a partir de fuentes libres de contaminación, como la eólica, la solar y la nuclear, para 2035. Una vez más, el problema está en la pesadilla burocrática que envuelve a las renovables, explica The New York Times:
“Si bien un centro de datos se puede construir en sólo un año, puede llevar cinco años o más conectar proyectos de energía renovable a la red y una década construir algunas de las líneas eléctricas de larga distancia que requieren”. De acuerdo a los datos recogidos por The Washington Post, los 2.700 centros de datos del país consumieron más del 4 % de la electricidad total del país en 2022, según la Agencia Internacional de Energía. Y para 2026 será el 6 %.
Así que la solución pasa por aliviar los trámites para instalar más energía renovable, más líneas de trasmisión de alto voltaje, rejuvenecer la red eléctrica y aún más importante, limitar el número de centros de datos y de fábricas en un mismo Estado (solo en Virginia se han abierto al menos 75 centros de datos desde 2019).
¿Y quién pagará esto? Seguramente, el contribuyente.
Imagen | Motorpasión generada con IA Microsoft Bing
Escrito por:
Fuente: Motorpasión
Conoce en canal de Youtube de gestión de flotas
Suscríbete a la Newsletter de gestión de flotas
Curso ONLINE para la gestión de flotas de vehículos
Advanced Fleet Management Consulting, Webfleet Solutions, Optimatics, Mobileye, GantaBI, Unigis, Eccocar, y Alcoa Wheels organizan el “Curso para la Gestión de flotas de vehículos” con el fin de formar a los profesionales en gestión de flotas a tomar una visión global y conocer todas las actividades y factores clave involucrados en la gestión de una flota de vehículos.
El curso es único y presenta un enfoque innovador con los objetivos de reducir costes y optimizar la gestión de la flota.
info@advancedfleetmanagementconsulting.com
Rellena el siguiente formulario para recibir la información del curso y te puedas inscribir.