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En los últimos años, la industria automotriz mundial ha sido testigo de una transformación significativa impulsada por políticas verdes en varios países y el interés del capital en los vehículos de energía alternativa. Esta transformación ha llevado a un crecimiento notable de los vehículos eléctricos (EV) y ha posicionado a los fabricantes chinos como líderes en esta nueva era de la movilidad, según escribe Raúl Moreno en Linkedin.

Según datos de la Administración General de Aduanas de China, las exportaciones de automóviles del país alcanzaron los 5,2 millones de unidades en 2023, un aumento del 57,4% respecto al año anterior. Este crecimiento ha sido particularmente notable en comparación con las exportaciones totales de Japón en 2023, que fueron de aproximadamente 4,3 millones de unidades. China superó oficialmente a Japón como el mayor exportador de automóviles del mundo el año pasado. En cuanto a las ventas de exportación por marca en 2023, el volumen total de exportaciones

alcanzó los 3,83 millones de unidades, un aumento del 62,7% interanual, con un volumen de exportación de vehículos de nueva energía que llegó a 1,04 millones de unidades, un aumento de 430.000 unidades. En el mercado chino de vehículos de nueva energía, Tesla ocupó el primer lugar en volumen de exportación en 2023 con 3.440.780 unidades, seguido de BYD y MG, ambos con volúmenes de exportación superiores a 200.000 unidades.

El ascenso de los fabricantes chinos de EV abarca toda la cadena industrial, desde la extracción de litio, la producción de baterías de energía y la fabricación de componentes hasta la producción de vehículos. Además, los fabricantes chinos mantienen una ventaja competitiva tradicional: precios bajos. Esta ventaja, combinada con la tendencia actual de desarrollo, está llevando a los fabricantes chinos de EV a establecer una ventaja sistemática en el mercado internacional.

Sin embargo, la situación global del desarrollo de los EV ha experimentado un cambio significativo. En los mercados antes entusiastas de Estados Unidos y Europa, que una vez promovieron vigorosamente los vehículos de nueva energía, ha habido una desaceleración notable en la industria de los EV.

A nivel empresarial, Mercedes-Benz anunció recientemente que abandonaba su objetivo de vender exclusivamente EV para 2030 y retrasaba sus planes de ventas de vehículos eléctricos e híbridos enchufables. Ford Motor también ajustó su estrategia de electrificación, posponiendo varios miles de millones de dólares en inversiones para nuevos EV, reduciendo los volúmenes de producción de EV y bajando los objetivos de margen de beneficio. Rivian Automotive, una startup estadounidense de vehículos eléctricos considerada como rival de Tesla, anunció una reducción del 10% en su fuerza laboral debido a pérdidas continuas y suspendió la producción durante varias semanas para ajustar su estrategia de producción. Renault canceló la salida a bolsa de su negocio de EV, Ampere, debido al débil mercado de capitales. Además, Apple recientemente canceló su proyecto de EV después de diez años y una inversión de 10 mil millones de dólares. Waymo, el proyecto de autos autónomos de Google, también descontinuó su modelo de EV interno, Firefly, debido a altos costos de fabricación y capacidades de fabricación frágiles.

Detrás de estos ajustes en las estrategias empresariales se encuentran cambios en las políticas industriales de los gobiernos relevantes, así como una disminución en la demanda de EV. Las políticas de subsidios para EV en muchos países han llegado a su fin. Por ejemplo, Alemania cesó los subsidios para EV a mediados de diciembre de 2023, mientras que el Reino Unido y Suecia terminaron sus políticas de subsidios en 2022. Además, la demanda del mercado también ha obstaculizado el proceso de electrificación. Los factores geopolíticos también han creado obstáculos para la exportación de EV chinos. El presidente de EE. UU., Joe Biden, inició una investigación sobre los EV fabricados en China, intentando frenar su desarrollo. La secretaria de Comercio de EE. UU., Gina Raimondo, planteó la preocupación de que los EV representan una amenaza para la seguridad nacional y la privacidad de los ciudadanos estadounidenses debido a la cantidad de datos sensibles que recopilan.

El retiro colectivo de los gobiernos europeos y estadounidenses de la industria de los EV no es un asunto trivial. Para las empresas chinas que han invertido considerablemente en este sector, es necesario considerar las condiciones después de los cambios significativos en la situación internacional y el entorno de mercado, así como los impactos posteriores.

El ascenso de los fabricantes chinos de EV en el mercado global se ha visto impulsado por una combinación de políticas verdes, cambios en las estrategias empresariales y la competitividad de los precios. Sin embargo, el ajuste en la industria de los EV a nivel mundial plantea desafíos y oportunidades para las empresas chinas en este sector. Es crucial que estas empresas monitoreen de cerca los cambios en la situación y ajusten sus estrategias en consecuencia para mantener su posición en el mercado global de los EV.

Fuente: http://www.asepa.es/

Antonio Mozas
Director de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción)

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