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Si las revoluciones del coche no son inestables, y notas que ‘pierde fuerza’, podría deberse a un problema con la válvula IAC.

¿Por qué un coche se puede desacelerar y acelerar solo? La pérdida de aceleración del coche puede deberse a muchos motivos, pero hoy queremos hablarte de la más común. Cuando un coche se acelera o desacelera sin motivo aparente suele deberse a problemas de ralentí.

Como sabrás, el ralentí es el régimen mínimo de revoluciones por minuto (giros o vueltas por minuto) a las que se ajusta un motor de combustión interna para permanecer en funcionamiento de forma estable sin necesidad de accionar un mecanismo de aceleración o entrada de carburante. Cuando el ralentí es inestable, el conductor nota que el coche se desacelera o acelera sin sentido.

Si un coche se desacelera solo suele deberse a que no controla bien las revoluciones del motor. Por ello, la mecánica se acelera o desacelera sin motivo aparente; y no solo eso. En algunos casos también se queda acelerado o se apaga a menos que le pisemos el acelerador.

¿Qué es la válvula IAC y cómo funciona?

Para que el ralentí se estable suele haber una pieza (conocida como IAC o válvula de ralentí) que se encarga del control del aire de la admisión. La IAC es controlada por la ECU, regula la cantidad de flujo de aire en el cuerpo de aceleración para lograr la velocidad de ralentí. Si tu coche se desacelera, puede deberse a algún problema con esta válvula.

El funcionamiento de la válvula IAC es muy sencillo. A baja temperatura, la ECU envía una señal a la IAC para que permita el paso de un mayor caudal de aire hacia las cámaras de combustión del motor. Esto permite elevar el ralentí hasta unas 1.200 rpm, en lugar de las 800 rpm o 900 rpm a las que suele girar un motor en reposo, elevando rápidamente la temperatura del mismo.

¿Por qué se avería y cuáles son los síntomas de una IAC estropeada?

Como cualquier otro componente del motor de un coche, la válvula IAC está sometida a un continuo trabajo, lo que genera desgaste y puede acabar desembocando en una avería por suciedad u obstrucción.

Por suerte, no es una pieza muy cara de adquirir, ya que puedes encontrar recambios nuevos por Internet a precios que oscilan entre los 20 y 50 euros, dependiendo del fabricante.

Los síntomas concretos de que esta válvula falla son:

Ralentí inestable: en casi de que la válvula se encuentre en mal estado, una de sus consecuencias más frecuentes es que tenga el motor tenga un ralentí inestable, tendiendo a apagarse. Esto puede deberse a que la IAC está obstruida o sucia, quedándose en posición cerrada, lo que provoca que la cantidad de aire que llega al motor sea escasa llegando a incluso a calarlo a ralentí. También puede ocurrir en movimiento y en transiciones entre marcha y marcha.
Vibraciones: las vibraciones son otra consecuencia directa de una válvula IAC averiada que afecte al flujo de aire a ralentí o en marcha, lo que provoca alternaciones en el flujo de aire que llega al motor y, por consiguiente, que la mecánica tenga un comportamiento errático, llegando incluso a generar desagradables vibraciones que se filtra al habitáculo del coche.
Oscilación en las revoluciones: puede ocurrir el caso opuesto al primer punto. Si la válvula IAC está obstruida o averiada y queda en posición abierta, el paso de aire a las cámaras de combustión será excesivo, lo que obligará a la ECU a inyectar más combustible para compensar la mezcla y a elevar el régimen de revoluciones para realizar la combustión. Esto supone un mayor desgaste para el motor y un elevado consumo de carburante.

¿Cómo solucionar el problema de que el coche desacelera y acelera sin motivo aparente?

Lo más recomendable siempre en caso de que el motor de tu coche acelere y desacelere de forma descontrolada y sin motivo aparente es acudir a un taller donde un profesional cualificado pueda revisar el vehículo, realizar un diagnóstico y reparar la posible avería.

Aun así, si tienes algunas nociones de mecánica y prefieres intentar solucionar este problema provocado por la válvula IAC, aquí te dejamos algunas posibles soluciones en este caso a la desaceleración del coche:

Problemas por suciedad: si el problema está relacionado con la suciedad en la válvula de ralentí, puedes desmontarla y limpiarla antes de rearmarla.
Problemas por desarme: en el caso de tratarse de un problema mecánico, se debe desmontar la pieza para limpiarla, volver a armarla y aplicar un poco de aceite lubricante antes de volver a instalar el componente en el vehículo.
Problemas por corto o aislamiento en el bobinado: lo más recomendable en este caso es la sustitución de la válvula por un recambio nuevo.

No pases por alto la posibilidad de que el problema de que el motor acelere y desacelere sin motivo aparente se deba a un fallo en el sensor que indica la posición del acelerador.

Si este componente no se encuentra en buen estado y es incapaz de detectar correctamente en qué posición se encuentra el pedal del acelerador, enviará información errónea a la centralita del coche alterando el comportamiento del ralentí.

En caso de que la avería esté localizada en el sensor de posición del pedal del acelerador, lo más recomendable es sustituir esta pieza. Dependiendo del tipo de vehículo, el fabricante del producto y sus especificaciones técnicas, este recambio nuevo se puede conseguir a través de Internet por entre 50 y 130 euros, aproximadamente.

Fuente: Autobild

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