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Uno de los museos del automóvil menos conocido, y quizás de los más interesantes de los que hay en España, es el Museo Automovilístico y de la Moda de Málaga. Se encuentra en la antigua fábrica de tabacos, que ha sido recuperada por el Ayuntamiento de Málaga y convertido el recinto en un conjunto de edificios oficiales, museos y centros de exposiciones.

Por lo que respecta al museo del automóvil nos encontramos con algo atípico, porque junto a la colección de coches y formando parte de ella, existe un museo de la moda que abarca desde la aparición del primer automóvil hasta nuestros días. Junto a cada vehículo se exponen los vestidos de época que modistos famosos hicieron para el propietario o propietaria de ese modelo concreto. Modistos como Pierre Cardin, Chanel, Louis Vuitton, Christian Lacroix, Christian Dior, Paco Rabanne, Valenciaga y un largo etcétera que representan a la moda de finales del siglo XIX y la de la primera mitad del siglo XX.

En cuanto a los coches nos encontramos con 87 ejemplares, muchos vehículos singulares, algunos de ellos decorados también por pintores famosos, de acuerdo con la época. Son más de 50 marcas, entre ellas, Hispano Suiza, Ferrari, Bugatti, Rolls Royce… pero sobre todo se ven marcas y modelos poco conocidos y de series muy cortas, incluso algunas con menos de una decena de vehículos producidos.

Se trata de la colección de Joâo Magalhâes, un portugués que heredó de su padre una colección, que en la Revolución de los Claveles de 1.974 prácticamente desapareció y que él, con paciencia infinita fue recuperando y añadiéndole ejemplares que fue encontrando en todo el mundo (hasta en Alaska un Jaguar MK V del año 1.950) y restaurándolos, consiguiendo las piezas que les faltaban y hasta fabricándolas artesanalmente.

El museo está dividido por épocas y en su recorrido se puede apreciar la evolución que ha tenido el automóvil en función sobre todo de las modas de diseño, más que en función de la evolución tecnológica. Así nos encontramos con la moda, en la década de los 50, de hacer que la aleta trasera llegara hasta el eje de la rueda o más abajo, que adoptaron la mayoría, si no todas, las marcas americanas, ocultándola de forma significativa, o de la proliferación de coches todo atrás de los años treinta, con un gran espacio interior pero sin maletero, debiendo utilizar una baca para transportar el equipaje, o los diseños más aerodinámicos que comenzaron en los años 60, o la aparición de los deportivos en los años 20.

El recorrido es muy instructivo porque, en la cartelería que preside al coche, se expresa el origen del vehículo, así como el propietario que lo tuvo y el vestido o traje de sus dueños, que está expuesto en un maniquí junto a él, de forma que nos hace volar la imaginación al poder comprender cómo era la vida en esa época y qué atractivos tenían los automóviles para las personas. El recorrido acaba al final de la década de 1.960, que es el fin de un período en el que el automóvil constituía un objeto de arte y lujo y ya comenzaba a popularizarse como un medio de transporte utilitario.

El Museo Automovilístico y de la Moda es una visita obligada para todo el aficionado al automóvil que pase por Málaga y quiera ver, aparte de unos magníficos modelos de coches, una evolución de la moda en las diferentes décadas del siglo XX, en la seguridad de que la visita no le va a defraudar. Más información aquí.

(Artículo de Víctor García Alía, Exvicepresidente 1º de ASEPA)

Fuente: http://www.asepa.es/

Antonio Mozas
Director de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción)

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